Bistro cerca de la Gare de l'Est que sirve sabrosa cocina local y platos más clásicos de viaje.
El exterior Quai es un poco el templo de la región: Moldes, caracoles, ranas, todo está aquí para hacerte feliz. Este bistró, situado a dos pasos de la estación del Este, abre toda la semana para colmar a los viajeros y a los transeúntes. Este restaurante tan particular propone esperar su tren con una sabrosa cocina local: terrina del chef, puerros vinagretas, tartare charolais, welsh rarebit, y platos de viaje más clásicos como el croque-señor o el salchicha gratinado. Te resultará difícil despegar tu mirada, pero el propietario tranquiliza: " Los viajeros no temerán perder su tren, ya que el tráfico se hace en tiempo real en la pantalla del bistró ". Por tanto, vengan a tomar su tiempo, relajad, antes de volver a los horizontes más bonitos.
Ambiance , très bruyant , pas de place .
Service : serveur sympas .