Un restaurante con un interior sobrio y elegante que juega la carta del lujo y el refinamiento discreto.
Las cartas de oro sobre una fachada de piedra rubia, interior sobrio y elegante, el anexo parisino del histórico Nodaiwa fundado al final de la época de Edo (1603 - 1667) por Noda Iwajiro (como Nodaiwa,¿está siguiendo?) juega la carta del lujo y del refinamiento discreto. Todos los menús gravitan alrededor de la anguila, en todos sus estados y en todas las salsas: con jengibre, frita, gelatina, marinada, asada, etc. No se puede aconsejar demasiado a las unadon, anguilas asadas sobre cama de arroz acompañadas de un chawanmushi y una ensalada o la unaju, es una anguila asada con salsa servida en una caja lacada. La especialidad del chef es el kabayaki, una receta que reclama un gran know-how 228: las filetes de anguilas se cogen primero sobre la brasa, luego al vapor, luego empapadas en varias salsas y de nuevo braseadas. Los que no pueden comer anguila, tratarán la brocheta de hígado salteada o el pollo esculpido.
Le service est attentif et rapide, la décoration est agréable, je vois surtout des gens sophistiqués qui mangent là, pas trop bruyant. Je recommande vivement cet endroit !
L'anguille japonaise jeune est fondamentalement différente de celle que l'on connaît en Europe, plus élégante, avec une sauce légèrement sucrée, elle est appréciée ici à juste titre. Des prix un peu élevés