Acogedor y encantador restaurante bistró indio que ofrece platos clásicos.
¡Es una fachada que oculta bien su juego! Si no se conoce Marcel, se pasa frente a este restaurante, incluso frente al canal, se pensaría gustosamente en un restaurante francés o incluso bistronómico. Nada. A lo mejor, las grandes pinturas antiguas no representan un paisaje antiguo ni una figura hexagonal, sino un indio. Y, por causa, Marcel es un restaurante indio, acogedor cosy acogedor, lleno de encanto. En el interior, una clientela de acostumbrados, compuesta principalmente por jóvenes modernos. Para los platos, clásico, bueno y sobre todo muy copioso: raita, butter, butter chicken, tandoori y curry. Buen y buen postre con el hielo kulfi casero, compuesto de leche, pistacho, almendras y mango. ¡Nos gusta!
Le personnel est super accueillant.
On a fait une petite pause boisson mais la prochaine fois on va venir goûter les plats.