L'ÉTABLISIENNE
Cuando Laurence Sourautóceau creó su taller en 2011, no esperaba que su pequeño negocio se convirtiera en un verdadero modelo. En el origen de la creación de la Institulissiana había una voluntad: la de tener un lugar donde se puede fabricar uno mismo, pero con los demás. Esta es la idea que se esconde detrás de los llamados "fab lab", estos "laboratorios" en los que se aprende a hacer por sí mismo las cosas, en materia de bricolaje, compartiendo el conocimiento de que profesionales u otros no profesionales ya poseen y les transmitirán. Allí podrás seguir numerosos cursos y estancias. El taller cuenta con más de 2.500 inscritos, ya sean artesanos a su cuenta que encuentran aquí un local totalmente equipado, incluyendo una impresora 3 D y un corte láser, madres de familia y jubilados, estudiantes que vienen a realizar sus maquetas, pero también a jóvenes empresarios de start-up que trabajan en el prototipo de un objeto que han inventado.
Este establecimiento también figura como :