Cuando la carta es atractiva y la decoración relajante, tienes ganas de ponerse en la mesa. El comedor, a unos cientos de metros del Sena, en las pendientes de Sèvres, evoca el ambiente de las casas de campo en las que el trato es provincial, cálido y animado. La cocina de Patrick Bécan es tradicional y cambia en función de las temporadas y los desembarques del mercado. Por ejemplo, se ha probado lo siguiente: huevos con foie gras, filete de ternera salsa al azul, bar entero asado a la italiana, baba en el viejo ron… A notar la existencia de algunas originalidades, como estos tatakis de atún, con su ensalada de verduras crujientes, y podrás degustar por 6, 9 ó 12. Una sala en el sótano puede acoger hasta veinte personas para sus noches o recepciones privadas.
Photos des figues fraîches à la mousse de ricotta et du fricassé de champignons.
Une carte qui change souvent, un accueil toujours super et du personnel au petit soin.
Les plats sont bons et toujours bien travaillés.
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