Este hotel Ibis no carece de atractivos para la familia lanzada en la carretera de las vacaciones, justo antes de subir a un avión o para el visitante en tránsito en la región parisina. En efecto, encontrarás prestaciones baratas para una enfermedad llena de serenidad. Primer punto positivo: una cama excelente. Segundo: los niños son bienvenidos. Por último, la decoración, depurada pero colorida, aunque no muy personalizada, tiene el mérito de ser agradable al ojo. Todas las habitaciones disponen de baño privado, TV y conexión Wi-Fi gratuita. Hay que destacar también la presencia de armarios en las habitaciones y el compromiso loable del Ibis en favor de la protección del medio ambiente. El hotel dispone de un restaurante "Bon Appetit", un bar y hace uso de los clivianos de un viaje de vacaciones fin de semana y de larga duración.
Chambre un peu petite et sans charme. Par contre, le hall et le restaurant sont très agréables, lumineux.
Comporte une terrasse sur cour.
Personnel efficace