LE MARIUS * * * *
Por la noche, las luces embellecen más fachadas ya impresionantes. Este es el caso de este magnífico hotel-restaurante. Las numerosas habitaciones tienen un único sello, con vigas, ropa blanca, y cada una lleva el nombre de un champán. Confort y voluptuosidad nacen de su decoración intimista, especialmente cuidada. Hay pequeños accesorios que dan gusto a todos, como un espejo de pie, un secador de pelo o un espejo de aumento. En cuanto al restaurante, la sala está situada en bodegas típicas champenesas. En este marco de piedras talladas y luces tenues se puede disfrutar de una agradable comida: una nuez de tocino de buey en la sidra, un pavimentado de trucha en el chalote o un crujiente de anacimlette en la chaqueta, se disfrazan en un ambiente íntimo y refinado. Amplia selección de menús.
Un délice.
Accueil professionnel et des chambres magnifiques , propres et calmes.
Je le conseil fortement