MUSEE MUNICIPAL LE PASSE SIMPLE
Louis Baltzer y su amigo Jean-Claude Petit se dedicaron durante más de 25 años a salvar objetos cotidianos de la época, que se verían en camiones enteros en los «huecos de basura». Los coleccionistas lo envían ahora. Este museo es un lugar acogedor que exhale los dolores aromáticos de un pasado muy sencillo: el de los artesanos de época antaño (tonelaje, burlero, saboteador, etc.), lavandillos, leche que iban a buscar en la granja, de la vida cotidiana al campo. Este año se han inventado dos mil objetos diferentes, desde el hacha de leñón hasta el par de broetros pasando por el juego de las cápsulas, se han reunido aquí en un alegre bric-altadrac que sirve a la vuelta a las fuentes. La idea de estos dos concursos: convertir este pequeño granero en un museo organizado. Las visitas, desde su creación en 2001, se realizan en una cita y siempre están guiadas: permiten explicar la utilidad de estos objetos y compartirla con los visitantes curiosos.