MUSEE LOUKINE
Un lugar dedicado en 1978 al artista que los amantes del arte igual que los curiosos amarán sin duda. Aquí podemos observar y apreciar la belleza de más de doscientas obras, de las que se debe la mayoría Rostislas Loukin (1904-1988), que tenía un taller en Proverville. Su pintura, rusa de corazón, pasada por Bélgica y después cediendo a las inspiraciones turcas, es también la firma de un ser atormentado que huyó de la revolución rusa de 1917. Iconnes russo-bizantinas, guaches, y algunas obras de otros pintores más o menos familiares adornan las paredes de este edificio; magníficos trabajos que descubrir. Un museo interesante y original donde también se revelan algunos talentos locales. El aprovechamiento de las obras, especialmente en el sótano y en los salones, interpela al visitante.