CAVE DE MARC & SÉBASTIEN
Un bonito espacio luminoso que la Bodega de Marc & Sébastien. Es imposible perder la apreciable fachada que abre al mundo de los líquidos, donde todas las botellas expuestas parecen estar tentando de soplar tanto al neophyta de la botella como al adalid del cuello. Una gran colección de whisky despierta la pupica mucho antes del palacio. Colores a morir, ocres, marrones… una paleta de calidad a la vista de los años en que envejecen en la promesa de un viaje embotellado antes de la copa… volátiles cargados como ginebra, coñac, armagnac y otra carpintería que se hace bella en las estanterías de madera. Pero, los viñedos obligan, sin olvidar la representación de los vinos tintos, blancos, rosados de las regiones más solicitadas. Finalmente, la bodega de Marc & Sébastien es como una biblioteca, te sorprendes a buscar la botella como a buscar un libro. Decir que los dos se acometen es fortificado, lo mismo ocurre con Marc & Sébastien.