LE CARROUSEL PALACE JULES VERNE
Al proceder de lo que queda de la estación, escondida como bajo escombros, deambulado por la avenida de la República, encontramos a la izquierda de la edificante estatua de Jeanne d'Arc Monta a caballo, plaza del Martroi, el Carrousal Palace Jules Verne que nos sorprende. Un bonito edificio que viene desde hace diecisiete años (¿no es Rimbaud el que dice "no es serio cuando tenemos diecisiete años"?) todos los días de los años que se siguen como un reloj bien ahumado, sin paradas contados. Ah, como es dulce ver a esos niños -y adultos a veces- subir a los caballos de madera, entrar en el globo, instalarse en el cohete espacial o en el submarino Nautilus para "despegar", bajando en este esplendor de sueños. Porque todos si ya no lo somos -niños-regresarán a los "Verdes Paraíso" gracias a esta lealtad onirica onirique los Sellier han sabido adquirir y revivir. Y para continuar en gracia, como la barba de papá, el helado de corneta, el granizo, los crepes y los gofres… un feliz momento de reconciliación para los pequeños y los grandes.