À LA FÉE VIOLETTE
Un pequeño jardín del Edén que este parto anunciando bonitos colores al principio de la calle de Illiers, peatonal. Es un placer entrar a la vista de un escaparate lleno de sorpresas florales, en las que se nota que la decoración se extiende según el humor del día. Siempre nos invade una buena frescura y las sonrisas nos acogen. La forma de presentar y confeccionar un ramo adquiere proporciones raras. Las tres hadas de la violeta intentan, elaboren, confeccionan hasta obtener corolarios únicos en cada una de sus composiciones. Especializados, entre otros, en los ramos de boda, obtienen resultados que sobrepasan las expectativas y dan alegría a muchos clientes. Hay que decir que se les puede pedir algo en este ámbito, que no les den la luna, sino los paisajes con flores y plantas mezclados para hacer la vida más feliz. Así pues, a elección: ¿la plenitud de la luna o la sonrisa florida de la alegría?