JULIEN. K
Aquí hay un salón joven, clásico, elegante y moderno. Todos los estilos, todas las edades, hombres, mujeres y niños pueden venir a buscar una nueva cabeza. Te acoges con tranquilidad, en un ambiente familiar en el que te cuidas de ti y donde no te falta un café, un té o un chocolate. Un poco como en casa, te sentirás bien aquí, ajetreado y envuelto en el buen humor y la amistad que encierra Julien, Sylvia y Julie. Hasta entonces, era Catherine quien tenía el salón, un tocador en el campo atípico, que había pasado en un gran salón parisino, en un gran salón parisino, como la de Jean Marais. Un tocador que había sabido, al instalarse en Orleans, rodearse de peluqueros talentosos. Entre ellos, Julien Kalinowski, a quien confió las riendas de su salón. Dotado de un diplomado visagista, talentoso y de buen consejo, Julien puede renovarte y hacer las últimas recortaciones. A su lado, Sylvia tiene los dedos de hadas que despiertan el pelo y la copa que te mejor. La relación calidad-precio es sin duda uno de los mejores de la plaza de Orleans, aunque los precios pueden parecer un poco caros… Pero bien peinado, remodelado, bien en su piel y recibido como un príncipe, se desprende de Julien K feliz y eso no tiene precio.