Los mejores bares de hotel Emiratos Árabes Unidos

Como suspendido sobre la ajetreada Sheikh Zayed Road, el bar terraza de la planta ⁴³ del Four Points by Sheraton ofrece a sus clientes vistas de 360° de la ciudad y sus rascacielos. Sin alharacas, es un lugar tranquilo al que venir a tomar una copa, cómodamente sentado en mullidos sillones, antes de cenar en uno de los muchos restaurantes del Downtown. Podrá hacer unas fotos estupendas de los rascacielos.

Elaborado con ron blanco, curaçao y lima, este ingenioso cóctel fue inventado en 1944 cerca de San Francisco por Victor Bergeron y se pronuncia "meille-teille", que significa "todo está bien" en tahitiano. Lejos de los horizontes gauguinianos, un trago de languidez exótica para saborear en el mostrador del bar Trader Vic's. Camisa floral a juego. Un segundo vaso pondrá en perspectiva la disputa de paternidad sobre esta famosa mezcla, ya que Don the Beachcomber afirmaba haberla perfeccionado ya en 1933 en su restaurante polinesio de Hollywood.

Situado en la novena planta del hotel Double Tree, la vista del mar desde este bar parcialmente al aire libre es simplemente impresionante, y la brisa marina es bastante agradable, especialmente al atardecer. El servicio es eficiente y el ambiente relajado, el lugar perfecto para relajarse con un cóctel en la mano. Hay un menú de shisha y también tienen una carta con algunas opciones de comida. Música de ambiente, y un lugar muy concurrido por la noche especialmente los jueves y viernes.

En este restaurante en la azotea del Hotel Oberoi en la zona de Business Bay, hay un salón que ofrece hermosos cócteles, música en vivo los lunes y una magnífica noche de damas los miércoles. Es mejor reservar con antelación para asegurar un asiento en la Terraza. DJ, buena música, hermosa vista del centro y del Burj Khalifa. Entonces fumar un Shisha mientras se disfruta de uno de sus famosos cócteles como el Arbusto de Tamarindo es una delicia. Como en todos los lugares de moda en la ciudad, la sofisticación en el vestir está a la orden del día.

En el corazón del Park Hyatt se encuentra este salón de Oriente Medio a orillas del Creek, iluminado por los yates. Al ponerse el sol, se puede disfrutar de la intensa fusión de naturaleza y chic en la terraza mientras se fuma un narguile. Es una pequeña diversión que merece la pena después de un intenso día en el viejo Dubai, deambulando por los zocos y los barrios de Shindagha y Al Fahidi. Coja un taxi y llegará en 15 minutos. Pequeño menú de mezze.

El Buddha Bar, inventado en París justo después del Barfly de Raymond Visan, y su decoración de laberinto de tintineo bajo lámparas de araña rojas, también está en Dubai, donde ofrece una magnífica vista del puerto deportivo a través de grandes ventanales. Un ambiente oriental, un poco etéreo, prolongado por muy buenos cócteles. En cuanto a la clientela, es flash-bimbo y los amantes del bombo y platillo no quedarán decepcionados. Sigue siendo una dirección popular en este barrio tras varios años de apertura, lo que desencadena la llegada de DJ sensacionales. Seguro que encontrará mucha gente.

Imprescindible en la capital emiratí, el Ray's Bar está situado en la planta ⁶² del Conrad at Etihad Towers y goza de suntuosas vistas del horizonte de Abu Dhabi y el Golfo Arábigo. La elegante decoración monocroma es discreta y deja espacio para las vistas. Detrás de la barra trabaja un equipo de camareros con talento, amables y siempre abiertos a la conversación. Si no encuentra lo que busca en la larga lista de bebidas (diez páginas, al fin y al cabo), le prepararán un cóctel a medida.

Es en la zona de City Walk, en este encantador hotel de la ciudad y junto a la piscina, donde se encuentra LookUp: un bar de cuerpo entero que ofrece una vista panorámica del Burj Khalifa y del horizonte del Downtown, y sólo por eso ya merece la pena desviarse, ya que la vista es espectacular e impresionante. Suele estar lleno de gente y es una clientela elegante y desenfadada, fiel al lugar, que se reúne especialmente los fines de semana para disfrutar de la brisa nocturna. También puedes pedir algún aperitivo para acompañar tu cóctel.

Nama se encuentra en una plataforma entre las fuentes y los jardines del hotel. Es el bar-restaurante perfecto para sentarse al atardecer, aunque el sol tenga la mala costumbre de ponerse detrás de las montañas. El DJ está al mando, un cóctel en la mano, unos cuantos aperitivos y la velada empieza bien. Puedes alargarlo perfectamente quedándote a cenar y terminar la velada con una shisha. Una visita obligada tanto si se aloja en el hotel como en uno de los hoteles vecinos