Los aromas del desierto

Es imposible salir de Bahrein sin dejarse tentar por sus fragancias. Los perfumistas bahreiníes llevan siglos dominando el arte del oud, un sándalo resinoso que al destilarse produce un aceite esencial perfumado. Muy apreciado en toda la península arábiga, el oud está profundamente arraigado en la cultura del archipiélago. Cada familia tiene su propia receta, transmitida de generación en generación, y se rocía generosamente en fiestas religiosas y grandes recepciones.

En las perfumerías de Manama, este néctar oscuro con notas amaderadas y animales puede comprarse solo o añadido a mezclas. Se guarda celosamente el secreto de la composición, que mezcla ámbar, rosa, azafrán y almizcle blanco. El zoco de Bab al Bahrain está lleno de pequeñas boutiques regentadas por narices que crean fragancias a medida en el acto.

El bakhoor, virutas de madera impregnadas en perfume, se quema en incensarios de latón: un gesto ancestral que los bahreiníes siguen perpetuando a diario para perfumar la casa o recibir a un invitado.

Dátiles como joyas

Otro emblema del reino: el dátil. Fruta sagrada en Oriente Próximo, los dátiles están por todas partes en Bahrein: en los mercados, en las casas e incluso en los hoteles, donde te los ofrecen con café de cardamomo nada más llegar. Hay innumerables variedades: Khalas, Khunaizi, Barhi... cada una con su textura, color y aroma.

En los puestos, se presentan al natural o rellenas, con nueces, naranjas confitadas o jengibre. Algunos incluso están impregnados de rosa o clavo. En verano, se comen frescos; en invierno, secos. Los dátiles más apreciados proceden de los palmerales reales. Se pueden comprar en Bateel, que vende estos frutos raros en magníficas cajas de madera, verdaderos objetos de orfebrería. Un recuerdo gourmet fácil de transportar.

Las últimas perlas naturales

Durante siglos, Bahrein fue el centro mundial de las perlas naturales. Antes del descubrimiento de hidrocarburos en el Golfo Pérsico, más de 30.000 buceadores surcaban sus aguas en busca de estas piedras de brillo excepcional. Las perlas bahreiníes son famosas por su pureza, aunque la mayoría son irregulares. Las que tienen una forma perfecta, la dana, alcanzan un precio elevado.

Hoy, aunque la pesca de perlas casi ha desaparecido, el Estado protege celosamente este patrimonio. Incluso está prohibida la exportación de ostras perlíferas en bruto. En Manama, muchos joyeros ofrecen creaciones adornadas con auténticas perlas naturales, montadas en anillos, colgantes o pendientes. Los precios varían según el tamaño y el brillo, pero cada compra va acompañada de un certificado de autenticidad. Los apasionados de las perlas pueden incluso realizar excursiones en barco para revivir la experiencia de los pescadores de antaño.

Artesanía y diseño: chic local

La artesanía sigue muy viva en Bahrein. En el pueblo de Bani Jamra, los tejedores perpetúan el sadu, un arte tradicional de tejer con motivos geométricos. Con palmeras se fabrican cestas, sombreros y abanicos, que se venden en los zocos y mercados de artesanía.

En el centro de artesanía de Al Jasra o en los alrededores del zoco de Muharraq, también se pueden descubrir creaciones contemporáneas inspiradas en este patrimonio. Velas vertidas a mano, cerámica refinada, papelería impresa en linóleo, cojines bordados con motivos islámicos modernizados... Jóvenes diseñadores bahreiníes, a menudo licenciados en Londres o Dubai, reinventan las tradiciones con un toque moderno. Entre ellos, la marca Naseem, que combina el diseño escandinavo con materiales locales, y Lulwa Al Khalifa, una artista que transforma las perlas bahreiníes en joyas dignas de obras de arte.

Indumentaria tradicional: elegancia y símbolos

Aunque los bahreiníes suelen vestir al estilo occidental, la ropa tradicional sigue siendo muy popular. Para las mujeres, la jalabiya -un vestido largo y vaporoso, a menudo bordado con hilos dorados o de colores- se presenta en versiones extravagantes para las festividades tradicionales o más discretas para el día a día. Estos vestidos holgados y cómodos se llevan sobre todo en celebraciones religiosas y bodas. Las piezas más bellas se venden en las boutiques de Muharraq o en los talleres del zoco, donde algunas modistas siguen bordando modelos a mano.

En cuanto a los hombres, visten la thobe, una larga túnica blanca de algodón o lino, acompañada de un tocado llamado ghutra (a cuadros blancos o rojos), sujeto por un agal negro. Las versiones modernas están disponibles en grandes almacenes o en sastrerías especializadas, que ofrecen túnicas a medida. Ideal para el calor.

Un poco de Bahréin en la cocina

En materia de especias, Bahrein ha heredado su posición de encrucijada comercial entre la India y el mundo árabe. Las especias del subcontinente están por todas partes, y muchas tiendas del zoco de Manama venden mezclas típicas: baharat, a base de canela, pimienta y cardamomo, o haleem, para platos cocinados a fuego lento. El sirope de dátiles, utilizado como edulcorante natural, puede usarse para aromatizar pasteles o mezclado con aceite de oliva para acompañar ensaladas. El té negro con cardamomo, la bebida nacional, se vende en bolsitas o a granel.

Otra curiosidad que no hay que perderse es el halwa bahreiní, un dulce gelatinoso que se sirve en las bodas o durante el Ramadán. Su textura y sabores (agua de rosas, nueces, azafrán) recuerdan a las delicias turcas. Los más famosos se elaboran en Muharraq, en talleres familiares.

Consejos prácticos

En los zocos, el regateo forma parte del ritual, sobre todo en joyería y artesanía. Pero cuidado con las falsificaciones: algunas perlas que se dicen "naturales" son en realidad nácares cultivados en granjas extranjeras. Pida siempre un certificado de autenticidad de las perlas naturales.

En cuanto a los perfumes, elija frascos resistentes o bien protegidos, sobre todo si piensa llevarlos en el equipaje de bodega. Los productos alimenticios suelen estar autorizados para la exportación, siempre que estén envasados herméticamente. En cuanto a los artículos más pesados, como muebles, algunas tiendas ofrecen envíos internacionales.