Relieve y volcanes
Nicaragua tiene tres tipos de relieve: una cadena de volcanes entre los lagos y la costa del Pacífico, que hace de esta región una zona de riesgo sísmico; el altiplano, con una altitud media de 600 metros, que cubre el interior del país de noroeste a sureste; varias cordilleras que atraviesan el altiplano de este a oeste, la más alta de las cuales es la Cordillera Isabelia, y la llanura costera que da al mar Caribe, conocida como la Costa de los Mosquitos, que se extiende 72 km tierra adentro y está parcialmente cubierta de bosque tropical.
El país cuenta con más de 50 volcanes, pero la mayoría están inactivos, con sólo 6 volcanes activos, formando una cadena de conos y cráteres que se extiende a lo largo de unos 300 km.
El primer volcán es el Cosigüina, situado en la península del mismo nombre en el golfo de Fonseca; le sigue la cadena volcánica de los Maribios, que termina con el Momotombito, un islote en el lago Xolotlán; le siguen otros volcanes como el Masaya, el Maderas y el Concepción, estos dos últimos formando la isla de Ometepe. Algunos de estos volcanes tienen varios miles de años. El más reciente en aparecer en Nicaragua fue el volcán Cerro Negro, en 1850.
La zona volcánica se divide en tres partes:
La fosa tectónica hundida, que se encuentra entre el centro del país y la dorsal volcánica. En esta fosa se encuentran los dos principales lagos del país. Se trata de una serie de 25 volcanes.
La franja costera del Pacífico es una estrecha llanura que pone en contacto la dorsal volcánica con el mar. Presenta costas bajas al noroeste y altos acantilados al suroeste.
La meseta central, o de Segovia, es la zona montañosa del país. Se extiende de noroeste a sureste, desde Honduras hasta Costa Rica. Aquí se encuentra el punto más alto del país: el Mogotón, de 2.107 metros.
Las llanuras del Caribe se extienden desde el pie de la meseta central hasta la costa. Se trata de una amplia región de depósitos fluviales muy recientes con un marcado carácter pantanoso. La estructura se extiende también hasta Honduras y Costa Rica.
Lagos y ríos
Nicaragua es un país de grandes lagos y abundantes ríos. Podemos distinguir entre las cuencas del Caribe, del Pacífico y del interior. En el Caribe se encuentran los ríos más caudalosos y caudalosos, muchos de ellos navegables. Los más importantes son el Río Coco, fronterizo con Honduras, el Río San Juan, fronterizo con Costa Rica, el Tuma, el Siquia y el Indio. La vertiente del Pacífico tiene ríos cortos, caudalosos e intermitentes. La vertiente interior está formada por los ríos que desembocan en los lagos del valle del rift. Se trata de una cuenca endorreica de origen volcánico. Las características más importantes de esta cuenca son los dos grandes lagos (Managua y Nicaragua), que están unidos por el río Tipitapa y desembocan en el Atlántico a través del río San Juan. El complejo río San Juan-lago Nicaragua fue la primera propuesta para abrir un canal entre el Atlántico y el Pacífico, aunque el proyecto final fue el Canal de Panamá. Además de los ríos, los lagos también son muy importantes. El mayor es el lago Nicaragua, o Cocibolca, con 8.264 km². El segundo lago más grande de Nicaragua es el lago de Managua, o Xolotlán, con 1.042 km². Estos dos lagos representan el 10% de la superficie del país. El resto de los lagos de Nicaragua corresponden a las zonas pantanosas de las llanuras caribeñas, la mayoría de las cuales son lagunas muy cercanas a la costa. Entre ellas destaca la Laguna de las Perlas.
Las islas de Nicaragua
Nicaragua tiene islas e islotes en las costas atlántica y pacífica, así como en los lagos Cocibolca (Gran Lago de Nicaragua) y Xolotlán (Lago de Managua).
Sin embargo, la isla más grande del país se encuentra en el lago Nicaragua. Se trata de la isla de Ometepe, con una superficie de 276 km².
En julio de 2023, la Corte Internacional de Justicia de La Haya confirmó que las islas de San Andrés y Providencia son efectivamente colombianas, a pesar de las reivindicaciones de Nicaragua.
Las tres islas más sorprendentes son :
Ometepe, la isla entre los volcanes. La isla de Ometepe es uno de los lugares imprescindibles de Nicaragua, situada en medio del lago más grande de Centroamérica, con dos volcanes a lo largo de sus 30 kilómetros de longitud. La isla es conocida por el tranquilo ritmo de vida de sus habitantes, que también resulta contagioso para los visitantes. Lo mejor es alquilar una moto, una bicicleta o un coche para explorar la isla y descubrir algunos de sus rincones, como Ojo del Agua, Charco Verde o Punta Jesús María. Los que busquen un poco más de aventura, pueden subir al volcán Concepción. Es una subida dura y necesitará un guía, pero las vistas desde la cima son únicas.
Islas del Maíz. En el mar Caribe hay un archipiélago que pocos turistas visitan, pertenece a Nicaragua y es un auténtico paraíso. Este archipiélago está formado por dos pequeñas islas hermanas conocidas como Little Corn Island y Big Corn Island. Las dos islas son tan pequeñas que se pueden circunnavegar fácilmente a pie o en bicicleta. Recomendamos subir a Mount Pleasant Hill, el punto más alto desde el que se pueden admirar las más bellas puestas de sol. Las islas ofrecen una experiencia al estilo caribeño: relax, cocina tropical, playas bordeadas de palmeras, aguas cristalinas y, para los amantes del mar, snorkel y submarinismo. La isla más pequeña es la más bella y salvaje de las dos.
Cayos Perlas. Conjunto de 361 islotes diseminados en una superficie de unos 280 kilómetros cuadrados en el Caribe. Están cubiertos de vegetación y bordeados por playas de arena blanca. También son un importante lugar de anidamiento de tortugas, como la carey, en peligro de extinción, así como de delfines y otras especies de peces. Están prácticamente deshabitadas, y es posible nadar y bucear en sus aguas cálidas y transparentes. Se organizan excursiones en distintas épocas del año. Se accede a los cayos principalmente en barco.