Sorprendente, pero cierto! Tomó 15 años para que un desierto en Costa Rica se convirtiera en un bosque notablemente brillante. Es un proyecto que comenzó en 1990 y que vale la pena el milagro: Daniel Janzen y Winnie Hallwachs, dos estudiantes de la Universidad de Pensilvania, tuvieron la idea. Su objetivo era vaciar mil remolques con cáscaras de naranja para resaltar el poder de los residuos agrícolas para restaurar la flora. El plan había sido abandonado, acusado de dañar la tierra. A pesar de este abandono, la basura permaneció presente. La madre naturaleza hace bien las cosas, ya que 16 años después el resultado es increíble: un desierto dando paso a un bosque magnífico

Los investigadores han demostrado que la naranja ha tenido un efecto muy positivo en el suelo, haciéndolo más rico y permitiendo así un desarrollo ambiental considerable

Costa Rica es un país que nunca deja de sorprendernos!

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