ALI BABA
leer másEl restaurante acoge a los amantes de la buena mesa desde 1989. La carta está bien surtida, desde pizzas y chawarma hasta lenguado a la parrilla y medallones de ternera con manzanas. El restaurante también es famoso por sus especialidades libanesas y marroquíes, como sus finas parrilladas y el delicioso tagine de carne con ciruelas pasas. Se abre a grandes ventanales que ofrecen vistas panorámicas del Mediterráneo. El dueño es muy amable y le encanta charlar con sus clientes. Buena relación calidad-precio.
AU PETIT LIBAN
leer másEs un lugar estupendo para comer comida libanesa a buen precio. En este pequeño restaurante, todo está bien cocinado, desde el entrante hasta el postre. El tabulé es excelente y fresco. El hummus está perfectamente dominado, al igual que los falafels y los kebabs, que no están secos y resultan sabrosos cuando se acompañan de un labneh con zaatar. Chawarmas bien condimentados, disponibles como plato completo o como bocadillo, según el apetito. El knafeh es una maravilla de delicadeza y poco dulce, al igual que el mhalabia: ligero y tan perfumado. Personal muy amable.
DAMEH
leer másSe trata de uno de los restaurantes más de moda del mundo, donde le espera una cocina rica en sabores. Con sus bancos redondeados cubiertos de terciopelo, su refinada vajilla y su presentación, se puede sentir que se trata de gente apasionada y con sentido del detalle. En el plato, una armoniosa mezcla de cocina griega y levantina, con influencias mediterráneas, sin olvidar el toque marroquí, por supuesto. ¿El resultado? Mezze de convivencia para compartir, berenjena, hummus y labneh en todas sus formas más inventivas. ¡Un concepto culinario original!
LA CUISINE DE MONA
leer másEste minirrestaurante colorista y muy acogedor está regentado por una libanesa casada con un marroquí. Tras los fogones, la vivaracha Mona elabora sus generosos platos familiares, heredados de su abuela. Se puede degustar un suculento almuerzo vegetariano o probar un mezze con una docena de surtidos, en la más pura tradición de la Bekaa: hummus, falafel, rissoles, kebbé, jawaneh y ensalada fatouche... nada menos que 40 platos. Todo es bueno, picante y fragante, en resumen, una dirección que hace viajar.