Los mejores alojamientos Chile

Baratos / Chollos

Desde campings a hoteles de lujo, pasando por albergues ecológicos o casas de familia, ¡en Chile no faltan opciones de alojamiento! En los últimos años, la oferta hotelera se ha diversificado y seguro que satisface todos los deseos. Si viaja solo, lo mejor es optar por albergues juveniles con dormitorios compartidos; para familias y grupos de amigos, son preferibles las cabañas, una especie de bungalows básicos, a menudo cómodos y bien equipados. Los viajeros de larga distancia en furgoneta o autocaravana pueden ahorrar en alojamiento: sin embargo, no acampe en cualquier sitio y pase la noche, prefiera las parcelas habilitadas para este fin, los campings o incluso las parcelas privadas a cambio de una pequeña tarifa. También encontrará hoteles-boutique que aprovechan grandes y antiguas mansiones de inspiración inglesa o alemana en pueblos y ciudades, así como lugares más cercanos a la naturaleza. En Santiago también hay hoteles de grandes cadenas internacionales.

En cuanto a losprecios, hay que pagar entre 30 y 60 euros por noche en la categoría buena y barata, entre 70 y 130 euros en la de confort y encanto y más de 150 euros en la de lujo.

A reservar

Aunque existe una amplia oferta de alojamiento, la capacidad se limita rápidamente en temporada alta: entre noviembre y marzo hay una gran afluencia turística, y muchos viajeros suelen sorprenderse por la falta de previsión. En los grandes centros turísticos, como Santiago, Valparaíso, Pucón, San Pedro de Atacama, Isla de Pascua y Puerto Natales, hay que reservar con varias semanas de antelación. En la Carretera Austral, en la Patagonia, donde las opciones de alojamiento son más escasas, habrá que reservar con varios meses de antelación: los operadores turísticos tienden a acaparar la disponibilidad de las pocas buenas instalaciones. En cuanto al Parque Nacional Torres del Paine: ¡nunca es demasiado pronto! Reserve lo antes posible. Por último, no olvide especificar la opción de pensión completa o media pensión. Cuando se aventura fuera de los caminos trillados, los hoteles suelen ofrecer un servicio de restauración con desayuno, comida y cena. Lo mejor es optar por un paquete que complemente su pernoctación, o arriesgarse a irse a dormir con el estómago vacío: en algunas zonas, ¡no hay muchos restaurantes!

Para los sibaritas

La mayoría de los hoteles ofrecen desayuno incluido en el precio del alojamiento. Se sirve en forma de bufé e incluye platos dulces y salados. Croissants, pan, mantequilla y mermelada junto con jamón, queso y huevos. También hay pan y manjar, ¡una versión chilena del dulce de leche!