Los mejores hoteles Madagascar

En pleno centro de la ciudad, el Colbert es toda una institución. 117 habitaciones (casi todas con vistas al Palacio de la Reina) y suites de categoría internacional repartidas en dos alas, el antiguo edificio Colbert (habitaciones algo anticuadas pero confortables) y el más reciente Carayon (mucho más confortable, a preferir si es posible). Equipamiento estándar: aire acondicionado, TV vía satélite, teléfono directo, bañera y/o ducha, minibar, caja fuerte… Un poco extravagante a veces, pero la comodidad es impecable. Dispone de dos restaurantes, entre ellos el gastronómico La Taverne, una taberna, un lounge bar, dos bares y varias tiendas bien surtidas. La repostería y el copiosísimo desayuno bufé del hotel (accesible a todos) son lo mejor de Tana. Otras ventajas: el suntuoso centro de balneoterapia (1200 m² con piscina cubierta climatizada, hammam, dos saunas finlandesas, tratamientos de belleza y un restaurante de comida sana) y un buen casino. También cuenta con dos salas de fitness, cardio y musculación. Su céntrica ubicación y su prestigio lo convierten en una parada casi obligatoria en la capital, y en un imprescindible, sobre todo, para los hombres de negocios, aunque todo el mundo se reúne allí.

Veinticinco magníficos bungalós de palo de rosa, cubiertos de paja, decorados con un gusto exquisito y dispuestos en plena naturaleza, frente a calas con magníficas playas. La cocina es delicada (se recomiendan los mariscos). Muchas actividades acuáticas: esnórquel, esquí acuático, vela, pesca deportiva y submarinismo, pero también voleibol, petanca, masajes... La red Orange funciona. El lugar es espléndido y hay quien lo considera uno de los hoteles más hermosos de Madagascar, o al menos uno de los más encantadores y fascinantes. Sin duda, también es uno de los más caros.

Es un complejo hotelero de gran confort único y atípico, ubicado junto al canal de Mozambique, en la desembocadura de un río. El hotel Antsanitia se encuentra entre dos pueblos pesqueros, lo que lo convierte, en cierto modo, en el pulmón económico y social de la zona. Más que un hotel es una experiencia, un proyecto que nace con la vocación de mejorar el nivel de vida de los pueblos vecinos. Prueba de ello son dos iniciativas que se han llevado a cabo: la primera, un amplio programa de reforestación que en la actualidad sigue en marcha; la segunda, la creación, en 2015, de una escuela para 200 alumnos. El hotel, que tiene magníficas vistas a una larga playa de arena blanca y de las idas y venidas de los pescadores, está muy bien integrado a su entorno natural, de gran superficie. Bungalós de madera con vistas al mar, muy amplios y bien equipados (aseos separados) y rodeados de una extensa vegetación. Las suites son amplias y confortables, y las habitaciones, más sencillas. A su oferta se suman un magnífico entorno y una preciosa piscina central bien soleada. Además, ofrecen una amplia gama de actividades: crucero en canoa o catamarán por el río Morira, visita a la ciudad y a los pueblos de los alrededores, excursión al lago sagrado con el jefe del pueblo, a las cuevas de Anjohibe, a los arrozales de Marovoay, al Parque Nacional de Ankarafantsika... Lo más destacado del complejo es la cocina de Franklin (productos muy frescos y gran originalidad), el ambiente del bar, los safaris para avistar ballenas (en temporada) y la pesca. Cuentan, en el mismo hotel, con un centro de deportes acuáticos muy bien equipado y gestionado por Vincent. Muy buen trato por parte de todo el equipo. Un remanso de paz ideal para recargar las pilas. Por medio de la agencia del grupo Compagnie des Iles Vanille existe la posibilidad de combinar una estancia en este alojamiento con un circuito por Mayotte.

En una amplia arboleda de cocoteros, a orillas de la bahía, se trata de veinte villas, de las cuales nueve con encanto (35 m², ventiladas, una cama queen size, terraza con hamaca, ventilador de techo) para dos personas, seis de lujo (55 m², con aire acondicionado, con una cama queen y dos camas en el entrepiso, aire acondicionado, terraza con hamaca) para dos adultos con dos niños, y cinco Executive Beach Suites (90 m², climatizadas, con bañera central de estuco, ducha doble, gran terraza con tumbonas, mirador sobre la bahía) de un increíble encanto romántico e ideales para viajes de luna de miel. Todas están construidas con materiales naturales. Piscina, playa de arena, tienda Ivahona (artesanía, cosmética, especias ecológicas, etc.), excelente bodega (todo un reto en estas latitudes) y un spa cuyo concepto, arquitectura y decoración africana nos encanta (al igual que el servicio). En 2017 el restaurante fue completamente remodelado y hoy está dividido en tres locales: el Quintana bar la Pirogue para almorzar, un lugar agradable y acogedor; el India Papa Bar o Sunset bar al final del pontón de madera; y el restaurante principal, donde sirven carnes a la brasa y pizzas al horno. Los platos vegetarianos también están en el menú todos los días, elaborados con productos de la huerta y de las plantaciones del propio hotel, que funciona de manera autosuficiente. Otra novedad y no la menos importante: la destilería de ron en homenaje a Napoleón de Lastelle, antepasado de los propietarios del lugar y creador de las primeras destilerías de ron de Madagascar. Ofrecen una degustación la primera noche después de la cena. Estancias temáticas: senderismo, bienestar (recomendamos la estancia Detox con pensión completa y una hora y media de tratamientos en el Jungle Spa todos los días), dietética, deportes... Se sentirá como en casa, rodeado de un equipo siempre sonriente y atento. Dispone de kayaks y material de esnórquel. Alquiler de quads, motos y scooters. Avistamiento de ballenas en las mejores condiciones (y con toda la información posible). Circuitos en 4x4 por la isla. Sobrevuelo de la isla en un pequeño avión privado y un excelente centro de buceo in situ. Posibilidad de organizar celebraciones o propuestas de matrimonio en canoas, sobre o bajo el agua, con trajes de buceo... Los gerentes, Fifou, Patrice y Claire se encargan de que todo salga bien. Un establecimiento magnífico, sin duda el más glamuroso de la isla.

A un paso del centro de la ciudad y muy cerca del puerto, en el corazón de uno de los barrios más interesantes de Antsiranana, este establecimiento ha sido objeto de una reciente renovación y ahora muestra colores alegres y vibrantes. Las ochenta amplias habitaciones y suites con las que cuenta son funcionales y confortables (baño privado, aire acondicionado, TV vía satélite, minibar, wifi), y la mayoría tienen vistas al mar o al puerto. Dadas las comodidades que ofrecen, el precio es realmente atractivo. Siempre con ideas para mejorar el hotel, la directora, Mélisa, asegura un servicio en todo momento impecable. La sala que ocupa el restaurante es amplia, espaciosa y abierta al exterior; además, ofrece espectáculos musicales por las tardes y para la celebración de banquetes. El hotel organiza y ofrece una amplia gama de excursiones.

Segundo Hôtel de la Poste. Inaugurado en 2017 muy cerca del anterior, y gestionado por la misma oficina central, este nuevo establecimiento de varias plantas cuenta con treinta y cinco suites, todas ellas con grandes terrazas que ofrecen vistas a la bahía de Antsiranana. El conjunto es moderno y espacioso, y está decorado con mucho mimo. Las proporciones de la piscina son muy generosas: 23 metros de largo por ocho de ancho. También disponen de un restaurante-bar, un centro de belleza con gimnasio y salas de masajes, una tienda de artesanía y una sala de conferencias. Traslado gratuito desde el aeropuerto y alquiler de vehículos.

Un pequeño complejo con encanto, en un espléndido entorno de absoluta serenidad, con quince bungalós bien diseñados frente al mar, con una cama doble o dos individuales, mosquitera, baño privado (ducha al aire libre), electricidad y agua caliente las 24 horas. En cuanto a las comidas, se presta especial atención a la elección de los productos, siempre frescos y de temporada, combinados en una mezcla de sabores italianos y locales. Platos de carne o vegetarianos bajo demanda. Un hermoso alojamiento y una cálida acogida.

El Arotel reabrió sus puertas en abril de 2019 y se une al club de hoteles de alta gama de la región de Vakinakaratra, tras una larga renovación. El antiguo edificio conserva su estructura, con espacios y habitaciones completamente rediseñados y puestos al día (nueva decoración, diseño elegante y contemporáneo). El resultado es un hotel moderno y confortable con 45 habitaciones bien equipadas, un gimnasio, un spa, una pista de tenis y una hermosa piscina. También vuelven a funcionar el bar-salón y el restaurante "Les Agapes".

Pequeño lodge con 9 bungalows en la playa, bien diseñados, funcionales y confortables, en primera línea de mar o en las alturas. Le dará la bienvenida Alex, que gestiona el lodge y dirige la escuela de kitesurf y windsurf adyacente. El equipo es sonriente, atento y dinámico. El bar-restaurante está abierto de 7h a 21h30. Cocina original y cuidada, basada en productos caseros. Nos encanta el ambiente cálido al final del día, la música lounge, las fabulosas caipirinhas de la casa. Buen rollo. Una dirección estupenda a precios bajos.

Una de las últimas incorporaciones de la ciudad, Plumeria abrió sus puertas en 2016. Sus 27 habitaciones, entre ellas una para personas con movilidad reducida, seducirán a los amantes de la modernidad y la elegancia: combinando colores claros y elementos de madera, las habitaciones son espaciosas, cómodas, cuidadosamente organizadas y equipadas (pantalla plana, canales por satélite, maletero y aire acondicionado). Todas tienen balcón, las suites para dos o cuatro personas tienen cocina americana. Una zona de bienestar con sauna, baño caliente y salas de masajes en la planta baja le invita a relajarse. El hotel también tiene una bonita tienda de artesanía en el vestíbulo. Restaurante/bar, servicio de habitaciones y recepción abierto las 24 horas del día. Un equipo dinámico, acogedor y profesional. Cabe destacar que Le Plumeria organizó y acogió la Feria del Queso el 30 de marzo de 2019, por segundo año consecutivo. Un evento que reúne y promueve a los productores locales, con degustaciones y talleres. Una oportunidad para descubrir los productos de la región.

Un sitio magnífico y salvaje. Los bungalós son muy cómodos, con sus baños perfectamente cuidados (muy amplios en los bungalós familiares). Podrá dejarse mecer en la hamaca de la terraza. Los lémures vienen a hacer visitas de cortesía. El restaurante ofrece una cocina muy adecuada, y los platos se renuevan constantemente según los productos del día. El personal, encabezado por Sylvain, es simpático y siempre está atento. Es una opción excelente para los amantes de la naturaleza. En 2015, el hotel abrió un segundo complejo, el Palmarium Beach, a un kilómetro de distancia, con ocho bungalós, cuatro de los cuales tienen dos dormitorios.

Víctor ha combinado piedra y ladrillo con madera de palisandro, finamente trabajada, para construir unos bungalós al estilo zafmaniry. Sin embargo, todo es un poco oscuro; son preferibles las habitaciones, más clásicas pero más espaciosas. Un grupo de música tradicional ameniza las comidas, a menudo muy animadas por la presencia de grupos.

34 habitaciones (con aire acondicionado, salud privada, agua caliente, televisión, teléfono, escritorio…) más dos suites. Gran sala del restaurante. Amplias habitaciones luminosas y sobre todo muy espaciosas, donde se respira con placer el palisandro. Muy buena acogida. Sin embargo, uno puede sentirse un poco solo y está bastante alejado. En el restaurante Le Miel, especialidades sobre todo europeas.

Un establecimiento con un encanto colonial seguro, con ocho suites, dos habitaciones, un restaurante refinado, un bar salón y agradables espacios comunes con decoración elegante… magnífico salón repleto de antigüedades. Idealmente situado en un gran parque arbolado junto a la playa, se puede admirar el baile de ballenas en temporada. Las habitaciones, muy acogedoras, combinan muebles antiguos con materiales malgaches tradicionales. Todas disponen de salud privada, escritorio, caja fuerte, minibar y mosquitera, así como una terraza más o menos amplia. El restaurante, con su propia ventana frente al mar, sus manteles blancos y su impecable servicio, es muy agradable. Además, las comidas son muy buenas. Nuestros anfitriones, Catherine y Bertrand, están atentos y disponibles. Se reparte como amigos. Un espacio masaje frente al mar. La bonita piscina y la amplia gama de actividades y excursiones están coronadas por el conjunto, y el hotel dispone de su propio barco. Un bonito establecimiento renovado en 2017 y una excelente relación calidad-precio.

Un lugar de lo más pintoresco, como demuestra este bungalow para 4, construido entre los árboles (los dos anteriores fueron arrasados por un incendio en 2018), original, totalmente equipado para el máximo confort y realmente mágico. Todo el lugar rezuma materiales tradicionales y un ambiente muy local. Una excelente acogida por parte de la pequeña familia de Véro y Mathias, apodados aquí "Tarzán"... pronto entenderás por qué. ¡No apto para pusilánimes! Excursiones por tierra y mar, a organizar in situ, en función del tiempo.

Es un buen y moderno hotel de 52 habitaciones con aire acondicionado, televisión por satélite, acceso a internet, teléfono directo, caja fuerte y minibar, además de las 17 nuevas habitaciones y suites en la nueva ala Ulysse (inaugurada en diciembre de 2013). Servicios muy sólidos, de categoría europea, desde el desayuno hasta el restaurante, pasando por la piscina climatizada y el spa... sin olvidar la excelente ropa de cama. Servicio cordial y atento.

Alejado de la calle principal, en un entorno pintoresco, es un buen lugar para los presupuestos reducidos. Los bungalows son limpios e incluso atractivos. A este precio, es difícil encontrar mejor. Pensemos en reservar, hay muchas veces del mundo. Y no olvides probar el ron casero de Paul, el chef.

El antiguo Saha Forest Camp se ha convertido en Akiba Lodge. Cada bungalow está diseñado para integrarse en el rejuvenecedor paisaje del verde bosque de Hautes Terres. Están cómodamente amueblados y decorados con sencillez y elegancia, y presentan artesanía malgache. Todos los bungalows tienen una terraza privada con vistas al bosque, donde a veces se puede oír el canto del Indri Indri. Los equipos del Akiba Lodge tratan de encontrar el mejor equilibrio entre las necesidades de la comunidad y la conservación sostenible de la biodiversidad de Mada. Nos encanta

En el corazón del centro histórico de Tana (el palacio de la Reina está a un tiro de piedra), este magnífico edificio centenario alberga cinco suites de lujo refinado. Amuebladas con antigüedades y objetos antiguos, no sacrifican nada de las comodidades modernas. Todas son distintas y con el mismo encanto de antaño: una cama de hierro dorado para la habitación inglesa, mapas antiguos de Madagascar para la habitación de los exploradores, una cama italiana y una consola de mármol para la suite barroca... Hacia el frente, la vista es impresionante sobre toda la ciudad, el lago Anosy, las colinas, los campos de arroz... Completan el establecimiento un acogedor salón, un encantador jardín inglés y un restaurante con una terraza panorámica de 180 grados. Le pueden sugerir varios recorridos a pie con salida desde el mismo hotel (con consejos, mapas e información sobre cada lugar). No está muy lejos del centro: Analakely está a menos de diez minutos en coche/taxi y el bonito distrito de Isoraka está a poca distancia. Alrededor de la casa, la vida cotidiana sigue su curso: un gallo canta, la gente pasa, las persianas metálicas de las tiendas se cierran de golpe... Y es como un pequeño rincón bucólico con vistas a la ciudad. ¡Bravo por Fabiola y su equipo!

El hotel es el más económico de la ciudad: ¡aviso a los presupuestos ajustados! No es el lujo, necesariamente, pero convendrá a las almas de aventureros.

Bonito emplazamiento en la carretera de Ramena. Los bungalows, agradables e íntimos, disponen de una pequeña terraza privada. La bonita piscina de agua salada, con su vista panorámica del pan de azúcar de la bahía de Diego, flanqueada por su pequeña cascada, es una baza considerable. Hay una pequeña zona de bar (pruebe el delicioso mojito de albahaca), un spa acogedor y relajante, una tienda de artesanía, además del restaurante La Fleur de Sel, que ofrece cocina de calidad. Está prevista una zona de lectura y TV junto a la piscina. Didier se ha hecho cargo de esta dirección, apreciada por los viajeros.

Un bonito hotel a orillas del agua, un poco alejado de las otras estructuras del pueblo. Los 13 bungalows con terrazas privadas ofrecen un confort muy agradable por el precio practicado. Los paneles solares permiten acceder al agua caliente y a la electricidad a cualquier hora (tomas en los bungalows). El bar-restaurante panorámico sirve especialidades a base de pescado fresco. En el programa: actividades náuticas, salidas en piragua, paseos en carreta de cebú, inmersiones, masajes…

En un terreno de 5 hectáreas, 14 bungalows espaciosos, cómodos y muy bien decorados, 10 de ellos a orillas del mar con terraza privada y salud privada, más 1 bungalow de mini suite y 1 bungalow familiar. Complejo deportivo abierto el día con tentempiés, minigolf, voleibol, petanca, tenis… Sin olvidar un restaurante (que propone excelentes comidas), un bar y todo tipo de actividades y excursiones para pequeños y grandes (quads, motos, jet skis, visita de los alrededores…). Apreciamos la piscina de agua dulce con vistas al manglar y a la playa, el ambiente relajado, las bonitas puestas de sol, la cálida acogida de los propietarios.

Bungalows sencillos pero correctos, con salud privada (ducha en el kapok, pero puedes calentar el agua). Restaurante con un grupo electrogeno, a veces el pueblo se reúne para ver la televisión e incluso para un karaoke.

El lodge está situado en una cala pequeña. Buena relación calidad-precio para este establecimiento. Personal acogedor. Los 10 bungalows de permanencia hasta el mar ofrecen unas vistas magníficas. Algunos tienen cocina. En la playa privada podrás contemplar el desfile nupcial de las ballenas jornadas de temporada (junio a septiembre). Los fondos submarinos coralinos frente al lodge están repletos de peces loros multicolores, peces payasos, torpedos, meros y sergentes. El lodge pone a su disposición el equipo PMT, organiza también su día o medio día buceo (bautizados o confirmados). Posibilidad de reservar packs de inmersión. Y un día en la isla de Nattes en barco (comida in situ). También están en condiciones de organizar una excursión al este de la isla + visita de implantación + atravesada del manglar en piragua y pasear por la playa de ampanihy. Día en 4 x 4 al norte. Un día de turismo ligero hasta la isla de Nattes, pasando por el cementerio de pirata y el parque botanico-zoológico.

Un hotel de buena categoría: 44 habitaciones de 35 m ², más dos suites de 70 m ² con bañeras de hidromasaje. Todas disponen de aire acondicionado, minibar, caja fuerte, TV vía satélite y wifi. Aparcamiento privado. Mesa de billar, sala de conferencias y espacio de bienestar durante nuestra visita en 2017. El restaurante Sky Garden ofrece una buena cocina internacional con especialidades italianas. Una elección interesante para los hombres de negocios o para los afortunados viajeros.

Con el Hotel Sun Beach, Palmiro ofrece algunas de las habitaciones más confortables de la ciudad. Son sencillas, bien equipadas y espaciosas, y todas disponen de una pequeña terraza privada con vistas a un precioso jardín. Además, el hotel tiene acceso directo a la playa. El restaurante Chez Cuccu (¡un cuarto de siglo de antigüedad!) ofrece muy buena comida, ya sea en el comedor o en el bonito jardín tropical. La acogida también es muy amable: un buen alojamiento desde todos los puntos de vista.

Sin duda el establecimiento más cómodo del sur de Madagascar. Veinticuatro bungalós a orillas del mar que combinan madera y piedra, y en cuyo interior se respira el encanto (artesanía) y la calma salvaje de este rincón del mundo. Hermosa sala de restaurante y amplia playa donde se ubican las tumbonas. Spa, surf, kayak, windsurf, canoa a motor, caña de pescar, salidas en barco y en quad, club de buceo y diversas excursiones. Un establecimiento de alta gama y bien mantenido que se integra lo mejor posible en el entorno natural. En definitiva, un lugar ideal para lunas de miel o para los amantes de los lugares más bellos.

Adquirido en 2007 y reconstruido completamente por Patrick. Una estructura de 22 habitaciones (once superiores) y 19 villas (con una zona de salón) distribuidas en seis hectáreas (en total la finca tiene 22 hectáreas). A un paso del pueblo de Mangily, es un establecimiento encantador. En el magnífico comedor, con su ambiente étnico (nos encantan las bellas esculturas de Evarist, originario de Morondava), en la fabulosa piscina escondida entre palmeras, en el bar lounge junto al mar (abierto al público en general) y en los bungalós, bien decorados y confortables, se respira toda la experiencia del propietario mauriciano. También hay que destacar el suntuoso árbol en el centro de la entrada principal. Este es originario de Toliara, los malgaches lo llaman el árbol que hace reír. Organizan todo tipo de actividades terrestres (paseos por los manglares de la reserva de Honko, bosque de Reniala, quads, esnórquel con visita al pueblo, con degustación de langosta o pescado a la brasa en la playa) y deportes náuticos (buceo con el Hotel de la Plage y Atimoo Plongée, y pesca).

En un marco majestuoso, con el macizo de Isalo como telón de fondo, Chez Alice es sin duda la mejor oferta de bajo presupuesto en esta localidad. Se puede elegir alguna de las cabañas, pequeñas, sencillas y un tanto sofocantes, pero románticas, con instalaciones sanitarias compartidas; o bien un bungaló con instalaciones sanitarias privadas, bien decorado, que es lo más adecuado para el precio que se paga. Agradable restaurante y buena cocina, incluyendo pasta fresca casera a precios atractivos. Buen ambiente. En resumen, ¿qué más se puede pedir?

Enclavado en una reserva natural protegida, en un lugar maravilloso accesible solo por barco y, por lo tanto, totalmente exclusivo, este lujoso ecohotel, certificado Green Globe y que funciona al 100% con energía solar, es una de las estructuras turísticas más comprometidas con el desarrollo sostenible. Situados en una playa de arena blanca y aguas cristalinas, los ocho habitáculos, de 75 m², coquetean con el mar y con los veintitrés baobabs enraizados en esta hermosa finca de ocho hectáreas. Hechos con materiales locales tradicionales, cada unidad cuenta con una confortable carpa tipo safari (en la que está la cama king size de palosanto), un pequeño escritorio, sofá, minibar, caja fuerte, baño al aire libre y, como guinda del pastel, una camilla de masajes en la terraza trasera privada. El gran espacio frente al mar que alberga el restaurante, el bar y el rincón de internet tienen la misma elegancia ecochic que las habitaciones. Fuera del hotel le esperan actividades muy apetecibles: nadar con tortugas, observar ballenas, ver lémures salvajes descender diariamente del bosque que lo rodea (en contadas ocasiones, también el aye-aye), conocer a los habitantes de los pueblos pesqueros cercanos, navegar por el manglar y participar en muchas excursiones ecoturísticas. El complejo hotelero también dispone de un espacio náutico. Trato amistoso; incluso algunas noches, de forma voluntaria, algunos miembros del equipo tocan música y bailan.

Ampliación del hotel con una villa de lujo de cuatro dormitorios, piscina, jardín privado y ama de llaves particular, ideal para una familia numerosa o para un grupo de amigos. La villa está en la playa.

El conjunto es aceptable y satisface a una clientela rodante que aprecia su situación, a orillas de la laguna, su limpieza y sus (relativos) comodidades.