Las mejores cervecerías Bulgaria

Una taberna muy agradable. Inaugurado en 2016, es el bar cervecero con ambiente roquero de Varna. Aquí se disfrutan las mejores cervezas de la zona entre amigos. Es uno de los lugares favoritos de la juventud local, pero también se puede probar comida búlgara de bistró, incluidas unas excelentes hamburguesas caseras. Tanto si se sienta en la barra como en el comedor, hay sitio para todos. El ambiente es cálido y roquero, el servicio impecable, sonriente y dinámico. Es un lugar perfecto para pasar una buena velada.

Otra dirección: Black Sheep Brewhouse, 27 ul. Tsar Simeon.

El vino búlgaro está eclipsando a la cerveza, pero cada vez son más los establecimientos de moda que ofrecen cervezas locales y de todo el mundo. Es el caso de este local en el bulevar Stambolov, con una fachada decorada con bonitos frescos vegetales, que es a la vez una tienda con una carta interminable y un animado bar donde tomarse una cerveza en un ambiente agradable. Y como está en el lado derecho del bulevar, sigue teniendo una impresionante vista aérea desde el ventanal.

Uno de los lugares de encuentro de la juventud local, sobre todo por la noche. Este bar cervecero está a orillas del Danubio y de la vía férrea. Es un asador donde se sirven raciones generosas y una larga lista de cervezas locales e internacionales, incluidas algunas marcas provenientes de pequeñas braserías ecológicas. A menudo hay música en directo y se proyectan partidos deportivos de actualidad. Un ambiente agradable donde tomarse una cerveza o comer un postre en la terraza cubierta o dentro en mesas altas. El servicio es impecable, sonriente y dinámico. Un ambiente indiscutiblemente bueno.

Se trata de un bar de cerveza y barbacoa con una bonita decoración de madera y una terraza con luminosos ventanales, así como una segunda terraza abierta con una espléndida vista de la ciudad. La carta del Rahat Tepe no es muy larga, lo que quiere decir que todo lo que se prepara es casero y de buena calidad (carne, pescado, verduras, entrantes búlgaros a base de verduras crudas, queso y aceitunas). Para los que tengan poca hambre, un plato para dos es más que suficiente. De hecho, la costumbre aquí es seleccionar varios platos y compartirlos entre toda la mesa. El servicio es magnífico.