Los mejores restaurantes Bulgaria

En una bonita casa con un porche de hierro forjado en su jardín, un lugar perfecto para comer búlgaro en verano. La cocina es buena y ligera.

Con su terraza bajo un cenador, un comedor en una impresionante sala de estilo antiguo con techo de madera y entramado, y un patio rodeado de tilos, es un restaurante pintoresco e histórico. La casa, frecuentada por el escritor Elin Pelin, fue uno de los puntos de encuentro de la vanguardia búlgara en la década de 1920. Hoy en día, merece la pena acercarse desde el centro de la ciudad para disfrutar de la deliciosa cocina búlgara preparada a la manera tradicional. Se pueden degustar sopas, embutidos y carnes a la parrilla que viene directamente de la granja. Música folclórica por la noche.

Se trata de la taberna del encantador hotel familiar del mismo nombre, situado en una tranquila calle de la estación. Aquí podrá degustar platos tradicionales búlgaros y cocina internacional, además de pizzas, sin olvidar las imperdibles especialidades a la parrilla y a la barbacoa. La terraza abierta, con vistas a la plaza Nikola Vaptsarov, ofrece una alternativa a las cenas en el interior. También ponen música tradicional en directo por la noche. La comida es realmente deliciosa, el servicio impecable y los precios razonables. Disponen de una buena carta de vinos y postres muy apetitosos.

Cerca de la plaza del 20 de abril, a orillas del río, este restaurante tradicional ofrece una cocina auténtica y de calidad en un ambiente cálido, gracias, entre otras cosas, a la chimenea, muy acogedora cuando bajan las temperaturas. Los platos son sabrosos y generosos, servidos en un ambiente agradable. Incluso ofrecen un espectáculo de danza tradicional (previa petición). El servicio es impecable, atento y eficaz. La carta de vinos también es buena. El restaurante se encuentra en el hotel del mismo nombre, para los que busquen una habitación.

En el centro histórico, frente al Museo Daskalov, el Starata Loza es un excelente establecimiento. Sirven cocina tradicional y platos occidentales, todos suculentos y bien presentados. La decoración ha sido diseñada en el estilo del renacimiento nacional. Se puede comer bajo las parras (pod asmata) en un ambiente íntimo y cálido. Disponen de una buena carta de vinos (pida consejo, podrán recomendarle el que mejor acompañe su plato). Tienen un servicio impecable y unos postres igual de buenos. En perspectiva, fue una comida agradable.

Amigos veganos, este pequeño restaurante es para vosotros. Aquí no se sirven productos animales. Las hamburguesas, tortillas, tartas saladas y otras delicias son muy sabrosas y generosas, cocinadas por un chef con mucho talento. La sopa casera del día es una buena opción para empezar la comida a cualquier hora del día. No se olvide de las bebidas para acompañar la comida (té, café, batido...) y opte por un postre vegano que debería probar aunque sea escéptico sobre el resultado. Clientela mayoritariamente turística, así que a veces hay que esperar.

Uno de los mejores restaurantes para degustar una cocina que combina tradición y modernidad, con una decoración de estilo del renacimiento nacional, con dorados y colores patinados, muy acogedora. Platos generosos de carne a la parrilla con verduras, patatas fritas o arroz. Ensaladas mediterráneas como entrante, tartar de carne o pescado, y muchos otros platos igualmente apetitosos. Sin olvidar la presentación gastronómica de los platos y los tentadores postres. Muy buena carta de vinos y excelente servicio. Este restaurante también se encuentra en Veliko Tarnovo y en Stara Zagora.

Un lugar encantador en la calle frente a la embajada de Turquía. Una de las salas, ubicada en el pequeño jardín, sirve de recepción, donde le darán una cálida bienvenida. Se sentirá como en casa. Puede sentarse fuera o en una de las salas de la casa, que cuenta con una decoración original, muy lograda, neobarroca y vintage, con mucha alma (¿alma eslava?), que exhala autenticidad, con cuadros y lámparas antiguos, colores suaves con pigmentos naturales, etc.  Además disponen de cuencos y platos muy originales, donde sirven una cocina búlgara ecológica, fresca y sabrosa. ¿Le convence?

A un paso de la hermosa iglesia ortodoxa de Sveti Sedmochislenitsi, The Little Things está escondido en un pequeño patio detrás de Mama Mia. Su éxito continúa año tras año. Unos pocos escalones conducen a la entrada de esta casa, donde podrá sentarse en una sala íntima con una acertada decoración vintage y de reciclaje, y disfrutar de una cocina fresca y creativa (divina sopa de cerveza, queso cheddar, pechuga a la parrilla y especias). La acogida y el servicio son excelentes. La relajación y la serenidad son marca de la casa. Mejor llegar pronto o reservar.

Un restaurante muy encantador, con sombrillas de todos los colores que cuelgan del techo de la terraza cubierta. Agarta ofrece un tentador menú y platos muy saludables elaborados con productos locales. Todo es fresco y colorido, ¡le encantará el pan casero! Las porciones son generosas y hay platos para todos los gustos, ya sea un guiso de carne y arroz, o un wrap difícil de comer de un solo bocado. El ambiente es muy agradable y también se ofrecen platos vegetarianos. Buena carta de vinos y bebidas. Vendríamos todos los días.

Un restaurante acogedor con una decoración de diseño industrial, el Fabrika Daga (Daga significa Rainbow) sirve comida tipo street food y uno de los mejores cafés y capuchinos de la ciudad. Por las mañanas, podrá elegir entre varios desayunos, y los fines de semana hay una versión brunch. Puede venir a tomar un tentempié, un bocadillo con los ingredientes de su elección o una comida completa. Las tazas están decoradas en colaboración con artistas, lo que aumenta el placer de su pausa gastronómica. Buen ambiente y servicio amable. Existe un Rainbow Factory 2 en el número 13B de la calle Sheinovo.

Un establecimiento relajado donde sirven comida gastronómica en Sofía. Con respecto a la decoración y el pequeño libro sobre la mesa: los cosmonautas, el lugar de Bulgaria en la conquista espacial y las tradiciones búlgaras. Los precios son un poco más altos que en la mayoría de los restaurantes, pero siguen siendo razonables y el ambiente es único. Nos gusta la originalidad de los platos. Atrévase a probar el inventivo menú vegetariano y no se pierda el postre. Paredes de ladrillo, paneles de madera y decoración moderna. Siéntese en una mesa del altillo para disfrutar de las vistas y experimentar un momento inolvidable.

Un establecimiento céntrico, en una calle perpendicular al bulevar Vitosha, perfecto para desayunar en Sofía, pero también a para dejarse caer a cualquier hora del día. La decoración vintage y el servicio cálido, junto con la atractiva presentación de tazas y platos, garantizan una experiencia realmente agradable. El café espresso se sirve en varias versiones deliciosas, al igual que los tés y los latte. Los zumos están recién exprimidos y la bollería es divina, incluida la vegana. También sirven bocadillos y sándwiches ingeniosos y sabrosos para un almuerzo rápido.

Este restaurante es una joya del patrimonio. Es un buen local en el casco antiguo, con precios muy asequibles para la calidad que ofrecen. Un lugar cargado de historia (el edificio data de 1858) y un tanto secreto. Hay que pasar por un porche y, una vez en el patio, dirigirse al fondo, a la derecha, hasta llegar al establecimiento. La decoración es antigua, en una magnífica bodega abovedada. Encontrará especialidades búlgaras, bonitos platos y una buena carta de vinos. El servicio es impecable, discreto y profesional.

Se encuentra un poco lejos del centro, pero una comida en este restaurante vale la pena. La decoración es vintage, con sofás de cuero burdeos y lámparas de escritorio antiguas sobre las mesas. Las luces son tenues y hay un montón de baratijas colgando de la pared. Los platos son de buena calidad, variados (pescado, carne, pizzas, buenos postres, etc.) y si no entiende bien el inglés, ¡señale el plato que quiera en el menú, ya que todo está ilustrado! También se puede pedir comida para llevar. Un servicio impecable.

El Rest («el reposo») es un restaurante acogedor con un servicio impecable. Como su nombre indica, aquí todo invita a relajarse y simplemente disfrutar de una deliciosa comida en un ambiente cálido y tenue. Se ofrece buena comida a precios asequibles. Las comidas se sirven a la carta o en forma de bufé. Por supuesto, no faltan opciones y hay para todos los tipos de dieta. La carta de vinos es muy buena y los camareros dan buenos consejos, sin olvidar los apetitosos postres, presentados en el plato con estilo.

En pleno centro de la ciudad, este restaurante ofrece, en un ambiente moderno, varias pizzas de diferentes sabores, desde las clásicas de cuatro quesos hasta otras más originales, incluidas versiones vegetarianas. ¿Por qué no empezar o acompañar la comida con una ensalada fresca, una especialidad de Bulgaria a base de verduras crudas y aceite de oliva? Y no olvide los postres, muy tentadores. Además, el restaurante cuenta con un bar que sirve cócteles (con o sin alcohol). Un lugar donde pasar un buen rato a cualquier hora del día.

Un lugar precioso con una magnífica vista del Danubio. El interior está decorado de forma sublime y sobria, con banquetas acolchadas y lámparas que cuelgan sobre las mesas (de forma estética, por supuesto). La cocina es deliciosa y variada: pescado, marisco, carnes a la brasa, etc. La acogida es muy cálida. Los precios son bastante elevados para el país, pero la vista lo vale y los platos son de excelente calidad. Sin olvidar los postres, que están tan ricos como aparentan cuando le ponen el plato delante.

Este bar-restaurante está situado en la planta baja de un edificio tradicional y ofrece una muy buena relación calidad-precio. La comida es bastante sencilla, pero realmente sabrosa, con especialidades de pescado y marisco, platos de carne en salsa, sabrosas pizzas, entrantes típicos búlgaros y mediterráneos, como hojas de parra con arroz. Los postres son muy apetitosos y están maravillosamente presentados. El ambiente es muy agradable, igual que el servicio, que es más o menos rápido según la afluencia.

Varna cuenta con cuatro establecimientos de esta cadena de comida rápida de calidad, con una gran oferta de bocadillos: a la plancha, quesadillas, cuatro quesos, con pollo, con beicon, con jamón, con ternera, a la parrilla, etc. Se puede elegir entre toda una gama de salsas diferentes, como en la comida rápida made in USA. El «chef» ha conseguido combinar cocina internacional sencilla y calidad en el plato, ¡nos encanta! Perfecto para los que quieren saciarse rápidamente sin complicaciones y para los que quieren un cambio de la cocina búlgara.

Es un buen restaurante junto a la playa. Su servicio es eficiente y amable, y lo hacen lo mejor que pueden a tenor de las aglomeraciones que se ven algunos días. Pero sobre todo el Balgarka sirve una excelente comida, principalmente marisco. No dude en probar los mejillones acompañados de deliciosas patatas fritas u opte por otro plato que le atraiga más. En cuanto a los postres, el brownie es sin duda el mejor, pero claro, esa es nuestra opinión. También disponen de una buena carta de vinos. Un sitio que no puede perderse si viene a Kavarna.

Este es el restaurante del hotel Helios. Es un lugar agradable en el corazón de Albena. La terraza y las noches suelen ser animadas, con cantantes en directo que tocan canciones tradicionales, pero no solo eso. La comida es sencilla, pero está buena y es abundante. Los platos suelen servirse rápidamente, con presentaciones coloridas. El servicio es sonriente y atento. También disponen de una buena carta de vinos y no se pierda los postres, son deliciosos. En resumen, un sitio a tener en cuenta durante su visita a Albena.

Se trata de un restaurante-bar con una hermosa fachada de madera. Está situado en una calle tranquila de Nesebar. La decoración sencilla, pero muy cálida, inspira relajación. Los productos son frescos, todo es casero (¡incluso el pan!) y la cocina es muy refinada. Como su nombre indica, sirve principalmente carne a la parrilla, pero no solo eso. La carta de vinos es variada y le aconsejarán sobre el mejor vino para acompañar su plato. Buenos postres para terminar la comida. El servicio es fantástico y los precios razonables. ¡Una joya!

Este es el lugar ideal para una cena romántica a orillas del mar. Disfrutará de una vista magnífica y es un excelente lugar para admirar la puesta de sol. Se puede comer en el paseo marítimo o en el interior. En la carta encontrará mariscos, varias ensaladas, pastas y especialidades búlgaras, es decir, una amplia oferta para todos los gustos. Durante todo el fin de semana se organizan espectáculos «tradicionales» en el club. Visite la página de Facebook o déjese sorprender.

Buena opción para picar algo en Pomorie. Buena comida, con ensaladas mediterráneas y platos de carne y pescado acompañados de arroz, pasta o verduras. Tienen una buena carta de vinos (pida consejo sobre el mejor vino para acompañar su plato). Un servicio agradable y una sala decorada con mucha vegetación. El ambiente es cálido, auténtico, con una decoración boscosa y tradicional (las paredes estás adornadas con trajes tradicionales). Es una buena elección que deleitará a todos los estómagos. No olvide terminar la comida con un postre tentador.

Se trata de un restaurante de comida rápida a base de pescado, cuya especialidad es… ¡el bocadillo de pescado! No deje de probarlo. Todo es fresco, cocinado ante sus ojos, y los precios son inmejorables. Es un buen lugar para los que ya no aguantan el hambre, pero aun así, quieren comer algo sabroso y sobre todo original. Acuérdese del sitio si está todo el día deambulando por la ciudad y no quiere sentarse durante mucho tiempo en un restaurante. Podrá comer en el lugar, en un bonito entorno, lejos de los sitios de comida rápida que pueda tener en mente, o también para llevar.

En un entorno muy agradable, Incanto le invita a sentarse y degustar excelentes pizzas, cocina italiana, ensaladas e incluso sushi. Los platos están muy bien presentados. ¿Y qué decir de los postres, salvo que se le hará la boca agua? Se puede pedir para llevar. El servicio es rápido. Quizá es un poco caro, pero hará las delicias de quienes quieran comer algo distinto a la cocina búlgara, y todo ello en un ambiente moderno y chic, abierto a todos, durante todo el día. También tienen entrega a domicilio.

Preciosas vistas desde el restaurante. La carta de Del Muro ofrece deliciosos platos búlgaros elaborados con productos frescos. Los platos son semigastronómicos, apetitosos y bellamente presentados en tablas de madera o platos de cerámica. Hay para todos los gustos. La carta de vinos es variada, así que pida consejo sobre cuál es mejor para acompañar su comida, y termine sin dudarlo con un tentador postre dulce. Le aconsejamos que reserve con antelación, sobre todo el fin de semana. El servicio es un poco expeditivo, ¿quizá porque el lugar es muy concurrido?

Dispone de una sala interior enorme con una decoración rústica y elegante, y una hermosa terraza a la sombra en el exterior muy agradable durante los meses de verano. El menú del restaurante Parka incluye abundantes platos búlgaros cocinados al estilo casero. El mejor establecimiento de la ciudad. Atención: el personal habla muy poco inglés, pero aun así conseguirá hacerse entender mostrando lo que desea. Una cálida bienvenida y un ambiente agradable para todo tipo de clientela.

Se trata de un restaurante lujoso y refinado, con un ambiente acogedor, que está situado en el centro de la ciudad, al final del bulevar comercial. Una vez supere la gran puerta de cristal, le aguarda una enorme sala con techos altos, pared de ladrillo, un muro con botellas y cómodos asientos. Disponen de una segunda sala en la primera planta. Sirven una cocina refinada de calidad en platos bien presentados, y la carta de vinos está bien surtida. Los precios son muy razonables teniendo en cuenta la calidad de lo que se sirve. Hay música en directo todas las noches a partir de las 20 horas. No se lo pierda.

Un establecimiento con mucha clase, pero no hace falta que venga con smoking. Este pequeño restaurante tiene toda la pinta de haber alcanzado la gloria, con una decoración contemporánea en la que el estilo industrial se une al vintage. Las sillas y las mesas altas están por todas partes. Venga a disfrutar de una cocina búlgara innovadora y moderna en un ambiente cálido. Los platos son deliciosos y refinados. Sin embargo, las raciones pueden parecer un poco escasas a los que vengan con hambre. El personal es encantador. Es una sabrosa mezcla entre un homenaje a la cocina búlgara con un toque de inspiración que debería gustarle a todo el mundo.

El Hemingway es un restaurante con una cálida decoración. Dispone de una sala principal, otra en la primera planta y de una terraza en la entrada. El establecimiento ofrece platos hechos a la barbacoa y en la parrilla, y deliciosos platos locales elaborados con ingredientes de la zona, generosas ensaladas, brochetas, pastas y risottos, e incluso platos vegetarianos. Hay una gran selección de vinos y todo por un precio bastante correcto. Es necesario reservar con varios días de antelación. Venden botellas de vino a precios más económicos. Un local con buen ambiente.

El Paradise es un restaurante con una decoración muy moderna en comparación con otros de la ciudad. El negro y el amarillo predominan en el comedor. La cocina también es sofisticada. El chef prepara los platos con esmero y utiliza ingredientes frescos para ofrecer platos tradicionales revisitados y otros más occidentales. Tienen una muy buena selección de vinos locales e internacionales y le pueden aconsejar el que mejor acompañe su plato. En resumen, un lugar con comida, postres y servicio de excelente calidad. Un pequeño paraíso.

Un restaurante de alta gama. Uno de los mejores de la ciudad, elegido como el mejor restaurante del año cuando abrió en 2009. Con una decoración refinada y discreta. El comedor es enorme, al igual que la chimenea que domina la sala. También hay una segunda sala en el piso de arriba. El menú incluye especialidades búlgaras e internacionales, una oferta que debería satisfacer todos los gustos. La carta de vinos es variada, así que pida consejo sobre el mejor vino para acompañar su plato. El servicio es impecable. ¿Le gusta el establecimiento? También disponen de habitaciones de hotel.

El Alafrangite recibe a sus huéspedes en una magnífica residencia de la época del renacimiento nacional con un jardín florido, donde se puede comer agradablemente los días soleados. En el interior, las mesas están repartidas en varias salas, lo que hace que la experiencia gastronómica sea íntima. A pesar de todo, el ambiente es cálido y el servicio impecable. El menú dispone de cocina local, hábilmente preparada y bien presentada. Disponen de una buena carta de vinos y aconsejan de la mejor manera sobre el que mejor acompañará su plato. Los postres son deliciosos. Un excelente restaurante en Haskovo.

El restaurante cuenta con una decoración elegante y moderna. Sirven una cocina sabrosa y diversificada. Está situado en el corazón de Pleven y es también un buen lugar para tomar un café o un cóctel. Dispone de una gran terraza que tiene mucho éxito tanto en verano como en invierno (¡está cubierta!). En el menú podrá encontrar varias ensaladas, entrantes tipo antipasti, platos italianos (pasta, pizzas, etc.), un menú de sushi y platos vegetarianos. Hay propuestas para todos los gustos. La carta de vinos y licores es variada (también los refrescos). Los postres son para relamerse. El ambiente es dinámico y agradable, con un servicio de calidad.

El Uniqato es sin duda el mejor restaurante italiano de la ciudad, por no decir de la región. En la planta baja del hotel homónimo se puede disfrutar de un delicioso aroma de pizzas, pastas, mozzarella, pecorino, pastel de queso, etc. ¡Irresistible! Esta encantadora trattoria también ofrece una selección de platos vegetarianos e incluso puede pedir que se los traigan a domicilio si no le apetece salir. Además, el servicio es cálido y sonriente, y el ambiente agradable. Si tiene antojo de Italia, ya sabe a dónde ir.

¡Imposible no encontrar lo que busca entre las muchas propuestas de la carta de este restaurante popular! Está situado en el mismo lugar que el espléndido hotel Anna Palace, en un entorno marcado por el estilo del renacimiento nacional. El establecimiento se puede adaptar perfectamente para grupos grandes (tiene 80 cubiertos). La cocina que sirven es muy sabrosa, lo que no siempre ocurre en locales de este tipo, y el entorno es como debe ser. Los platos son una sabrosa mezcla de la tradición búlgara y la europea occidental. Una buena alternativa para familias o grupos de amigos. Servicio profesional.

En un entorno bonito, sin pretensiones pero elegante y con aparcamiento propio, el Golchev es un buen restaurante que ofrece cocina balcánica y occidental. El menú incluye moussaka (gratinado de carne y berenjena), pollo con patatas fritas o verduras, ensalada mediterránea y muchos otros platos. Tienen una buena carta de vinos (elija vinos búlgaros) y excelentes postres, como crema de caramelo. La terraza es especialmente agradable en los días soleados, sobre todo cuando los músicos vienen a tocar en directo. Buen servicio.

El Happy Bar & Grill es un lugar muy conocido y apreciado en Bulgaria por la variedad de carnes a la parrilla que ofrece, por su cocina de estilo fast-food que se saborea más despacio sentado a la mesa, y por sus patatas fritas, ensaladas y tentadores postres para redondear la comida. En Sandanski, el Happy se encuentra a las afueras de la ciudad, cerca de la gasolinera. Ofrecen buenas bebidas también, además de los clásicos cafés, cervezas o refrescos. Ambiente sencillo y acogedor. Servicio amable y sonriente. Para un almuerzo sin arriesgarse a una decepción.

Este restaurante cuenta con una refinada decoración, con hermosas paredes de ladrillo blanco repartidos en ciertos lugares y una pequeña terraza sombreada en la entrada. El Maslinata ofrece platos tradicionales servidos con elegancia y en generosas porciones. Los platos son coloridos y apetitosos, basados en productos frescos, de carne o pescado. También sirven estupendas ensaladas para empezar la comida, así como buenos postres para terminarla. Disponen de una variada carta de vinos locales e internacionales. Ambiente cálido y acogedor, con un servicio impecable.

El restaurante le da la bienvenida en un ambiente tradicional y a la vez elegante. Aquí sirven cocina búlgara de calidad, sabrosa, calórica y generosa. Puede elegir cenar en la sala principal o en la terraza cubierta. Es un local donde se celebran banquetes, por lo que si viene en grupo, podrán reservar la sala. Puede conformarse con otro restaurante de Vratsa, pero este dispone de una buena carta de vinos y excelentes postres, que se sirven en un ambiente acogedor. Es un establecimiento conocido y bastante popular.

Bienvenido al restaurante del chef, como su nombre indica. El equipo le da la bienvenida para que disfrute de la cocina de temporada preparada con maestría por el chef Viktor Angelov. Se ofrecen originales combinaciones de sabores que sin duda complacerán a todos los paladares. En el menú: ensalada búlgara, carpaccio de salmón, calamares, sopa del día servida todos los días de la semana y que cambia según los deseos del chef, platos italianos, hamburguesa de ternera, wok. En cuanto a los postres, la elección es tentadora, con tiramisú, tarta de calabaza o helado. ¡Qué rico!

Es una taberna muy agradable y acogedora en pleno centro histórico, que se encuentra al principio de la calle adoquinada de Slaveikov, a 20 metros del puente. El letrero de madera tallada es un homenaje a la habilidad de los artesanos de Tryavna. En el sótano hay una cafetería/sala de té y una mehana, y en el patio interior podrá hacer una pausa a cualquier hora del día o de la noche en un ambiente cálido y un marco histórico. Los platos son sabrosos y generosos. Los vinos proceden de dos fincas vecinas. Es un buen establecimiento.

La más búlgara de las mehanas ofrece cada día un programa folclórico de canciones y bailes nacionales búlgaros con grandes colores y sonidos. Es perfecto para tener una visión de la historia y la cultura mientras se disfruta de las especialidades nacionales. En el menú, ensaladas como entrante, platos de carne o pescado acompañados de verduras a la parrilla o arroz, y postres caseros (brownie, pastel de queso, pastel sorpresa del día). En resumen, un hermoso lugar para estar lo más cerca posible de la cultura búlgara en un entorno agradable. Un servicio impecable.

En un magnífico albergue con decoración tradicional y una acogida impecable, ven a comer, también tradicional. Los platos se sirven en generosas porciones y son variados. En el menú, sopas, carne en salsa, pescado e incluso ancas de rana. El pan es casero, ¡nos encanta! Atmósfera amigable, servicio irreprochable y sonriente. La calidad está ahí. Sin duda una de las mejores direcciones de la ciudad.