Salas de conciertos de música clásica ópera y danza Ródano

La historia de amor entre Lyon y la ópera no se remonta al edificio diseñado por el genio Jean Nouvel e inaugurado en 1993. Debido a sus relaciones privilegiadas con Italia, Lyon experimentó muy pronto las alegrías del género lírico y la capital de las Galias ha acogido durante casi tres siglos y medio una ópera digna de ese nombre. La genialidad de Jean Nouvel consiste en haber logrado reconciliar lo antiguo y lo moderno conservando los cuatro muros de la fachada y el vestíbulo público, pero replanteando toda la estructura, ofreciendo un volumen tres veces mayor que el original en dieciocho niveles. Las paredes de piedra y el techo de cristal semicilíndrico (del que se ha hablado mucho) están en perfecta armonía. La Ópera de Lyon, Ópera Nacional desde 1996, acoge espectáculos de ópera, coreográficos y conciertos, pero también teatro, jazz, músicas del mundo, danzas contemporáneas y cabaret en repertorios muy diferentes.

Un poco alejado de este barrio de la Part-Dieu, a veces se nos olvida que aquí se encuentra este templo de la música clásica, el Auditorio de Lyon. Y sin embargo, el lugar merece una visita. No todo el mundo está necesariamente contento con la arquitectura. Construido en 1975, es un bloque de hormigón en forma de concha de vieira invertida. Pero en su interior, una de las mayores salas de conciertos de música clásica de Europa le da la bienvenida. Una muy buena calidad de sonido, un escenario de 400 ^m2, 2.000 asientos y un prestigioso residente: la Orquesta Nacional de Lyon, uno de los conjuntos franceses más bellos. Hay que reconocer el deseo constante del Auditorio y de la orquesta de abrirse al mayor número de personas posible y de llevar al público lionés a hermosos encuentros. Hay muchas fórmulas, veladas temáticas, alrededor de las regiones del mundo por ejemplo, after-concerts, entretenimiento para adultos y niños...... Tantas razones para descubrir este maravilloso lugar abierto a todos. Cabe destacar que el Auditorio alberga el famoso gran órgano Cavaillé-Coll (1870).

En 1977, cinco coreógrafos lioneses se unieron para crear un espacio reservado, exclusivamente, para la danza en Lyon. Fue una apuesta ganadora para Marie Zighera, Lucien Mars, Claude Decaillot, Hugo Verrechia y Michel Hallet Eghayan. La Maison de la Danse, la primera de este tipo, abrió sus puertas en Lyon el 17 de junio de 1980 en una antigua sala de fiestas de la Croix-Rousse, donde Darmet fue nombrado director artístico. La primera temporada superó todas las expectativas de los creadores y reunió a los  aficionados a la danza y al público en general. El Ministerio de Cultura y la región Rhône-Alpes se sumaron a esta iniciativa, convertida en un gran éxito. Los protagonistas, todos unidos por la danza, demostraron la importancia de un espacio dedicado a esta forma de creación artística. La originalidad y singularidad de esta empresa atrajo a los medios de comunicación, al público y a los profesionales, de manera que la Maison de la Danse adquirió una gran reputación y fue reconocida en ámbitos tanto nacionales como internacionales. En 1992 se trasladó al teatro del distrito 8, con un escenario más grande y una estructura mejor adaptada. La Maison de la Danse presenta cerca de doscientos espectáculos y acoge a cerca de 150 000 espectadores cada temporada. El éxito inesperado llevó a Guy Darmet a crear la Bienal de la Danza.