Yacimientos arqueológicos Vaucluse

Con salida de la plaza Montfort, convertida en 1817 en plaza del Mercado, este trenecito le llevará a través de 2.000 años de historia en unos tres cuartos de hora. Primero, diríjase a la ciudad galo-romana de 14 hectáreas, pasando por los yacimientos de Puymin y La Villasse, donde se alternan gigantescas villas con templos, santuarios, un antiguo teatro... Después, conteniendo la respiración, cruzará el elegante puente romano sobre el Ouvèze para llegar a la ciudad alta, dominada por su campanario. Esta parte de la ciudad floreció en la época medieval. Pasee por el castillo, el claustro ^{del siglo XII} adyacente a la catedral y la capilla de Saint-Quentin. Por último, vuelta a la realidad en las animadas calles del pueblo provenzal.

Desde 1995, nos remontamos muy atrás, hasta la aldea de Les Bruns. Una vez más, la presencia romana está atestiguada ya en el siglo I de nuestra era. Primero fue una pequeña construcción rural, seguida en el siglo II por una villa galo-romana. Una villa en el sentido de conjunto de viviendas, ya que incluía una granja por un lado y una vivienda y termas por otro. 27 habitaciones en no menos de 1.000 m2. En la casa principal, los arqueólogos descubrieron incluso los archivos familiares en el estudio del maestro. La particularidad de esta villa es que tiene 80 metros de largo, frente a la disposición tradicional de los edificios en torno a un atrio. En las paredes se encontró azul en el baño, amarillo en el frigidarium y rojo en la piscina exterior. Por todo ello, se trata de un yacimiento arqueológico de gran valor.