Qué ver y hacer Cierre Del Danubio

Huyendo de los turcos otomanos, los refugiados serbios se llevaron el cuerpo de su héroe nacional, el príncipe (zar) Lazar Hrebeljanović. Murió en la batalla de Kosovo en la guerra con el sultán otomano en 1389. Los serbios establecidos en Szentendre la enterraron en una iglesia construida más tarde, en 1690, y se la llevaron cuando regresaron a Serbia. El lugar donde se habían escondido estas reliquias está marcado con una cruz desde 1778.

El principal atractivo del lugar es el hermoso paisaje y las vistas panorámicas desde lo alto de esta ciudadela, ¡sin duda la mejor de la zona de Budapest! La expresión "la curva del Danubio" adquiere todo su significado. Tenga en cuenta que Fellegvár es distinta de la ciudad baja, llamada Alsóvár en húngaro. Durante el Renacimiento, bajo el reinado de Mátyás Corvin (1458-1490), el castillo vivió una época especialmente próspera, aunque su construcción data en realidad de Béla IV y del siglo ^XIII. El rey Matías trajo la cultura italiana a Hungría y, gracias a su esposa Betatrice, florecieron allí las artes renacentistas. Pero hacia 1550, la fortaleza fue tomada por los turcos otomanos, ocupación que duraría casi 150 años. Cuando Hungría fue reconquistada por los Habsburgo y sus aliados, lo que quedaba de la fortaleza fue demolido en 1702, por orden del emperador Leopoldo ^I de Habsburgo. En la ciudadela se exhiben varias exposiciones, entre ellas una sobre la historia del castillo y otra dedicada a los cañones medievales. En verano, se celebran festivales y justas medievales dentro de los muros del castillo, en la colina, para que pueda experimentar la vida tal y como era en tiempos del buen rey Mátyás (www.visegrad.hu). La cena de gala, que se asemeja a un desfile de moda medieval, incluye concursos para el mejor trovador, cocinero y artesano, y termina con danzas renacentistas. Y eso es todo

El antiguo palacio real (király palota), con 350 habitaciones, tuvo un esplendor incomparable en el siglo XV cuando se alojó en él Mátyás, el rey amado por los húngaros y gran admirador del Renacimiento. Es todo una reconstrucción, ciertamente de buen gusto. En el interior del castillo, las habitaciones amuebladas como en el pasado dan una buena idea de la vida cotidiana en la Edad Media. Una película animada recorre la historia del castillo, antes de un paseo por el jardín, abierto todo el año.