Entre rutas de senderismo y patrimonio
Numerosos circuitos y lazadas atraviesan el departamento, pasando por bosques, llanuras, tierras de labranza cubiertas de setos, riberas de ríos y pueblos con un patrimonio auténtico: lavaderos, molinos, castillos, etc. Para el departamento es un honor promover todo esto. Su Comité départemental de randonnée pédestre (Comité Departamental de Senderismo) ofrece un amplio abanico de rutas señalizadas que cubren casi 3.800 kilómetros. En cuanto a los aficionados al ciclismo, la bicicleta de montaña y las VTC, el bosque de Fontainebleau está repleto de rutas adecuadas. La Office National des Forêts ha publicado un folleto titulado "Tour du Massif à Vélo" (TMF), que ofrece un abanico de paisajes encantadores (bosques, caos rocosos y llanuras) y pueblos preciosos. La Scandibérique une Bois-le-Roi y Souppes-sur-Loing. La ruta no carece de encanto, con zonas de picnic, árboles y riberas para explorar en grupo o individualmente. La ruta puede tentar a algunos a desviarse hacia las magníficas marismas de Episy o el pueblo de Saint-Mammès. Bienestar y patrimonio también se dan la mano en Courpalay, con la Ronde des Lavoirs. Cada primavera, esta iniciativa propone circuitos de 6 a 20 km a lo largo de antiguos lavaderos y magníficos pueblos, todo ello en un gran ambiente. Uno de los platos fuertes es el Rando des 3 châteaux. Desde hace más de una década, este evento atrae cada año a decenas de miles de senderistas aficionados y experimentados. Organizado por el Departamento de Seine-et-Marne, Seine-et-Marne Attractivité y Coderando 77, ofrece la oportunidad de explorar la región a su propio ritmo y descubrir tres de las joyas arquitectónicas de Seine-et-Marne (los castillos de Blandy-les-Tours, Vaux-le-Vicomte y Fontainebleau).
Lo más cerca posible de la naturaleza
Como todo el mundo sabe, el bosque de Fontainebleau es el lugar ideal para escalar, con casi 30.000 bloques, 270 sectores y 280 vías, aptas para todos, expertos y principiantes. Conocido en todo el mundo por sus tesoros líticos, el famoso macizo forestal ha sido durante mucho tiempo uno de los lugares favoritos de los escaladores. En el pasado, la escalada era sólo una forma de entrenarse para el alpinismo, pero ahora se ha convertido en un deporte por derecho propio, ¡y es una de las disciplinas incluidas en los Juegos Olímpicos! Tanto si viene a aprender como a perfeccionarse, no dejará de dejarse seducir por estos parajes, que el Departamento se esfuerza por proteger. Para ello, ha elaborado una carta de buenas prácticas. Aquellos que deseen iniciarse con total seguridad pueden dirigirse a la Oficina de Turismo, que podrá sugerirles una serie de prestadores de servicios entusiastas, conocedores del macizo y comprometidos con la preservación del medio ambiente. Por último, el entorno forestal se ha abierto más recientemente a otra actividad, el accrobranche. Divertida y estimulante, esta actividad cuenta ahora con varios parques dedicados a ella, como el de Sainte-Assise Aventure, el de Chichoune Accroforest y el de Acccrobranches en Jablines. Lo más cerca posible de las copas de los árboles, lejos del sofá, ¡pero teniendo cuidado de elegir el recorrido que mejor se adapte a su condición física!
En la pista, con un caballo o 9 CV ¡y mucho más!
Es difícil describir los encantos del bosque de Fontainebleau sin mencionar el Hipódromo de la Solle. Situado en el corazón del bosque, es el hipódromo más antiguo de Francia. Acoge numerosos eventos cada año. El ambiente es febril cuando los caballos y sus jinetes se acercan a la línea de meta También podrá admirar los coloridos sombreros y los orgullosos corceles en la pista de exhibición, o incluso en las cuadras durante las jornadas de puertas abiertas. Pero el mundo ecuestre es también el de las excursiones por pistas forestales, lejos de las multitudes. Hay más de cincuenta picaderos en el departamento, entre ellos el Grand Parquet de Fontainebleau. Aunque acoge numerosos eventos, también está abierto al público en general. El recinto, de 30 hectáreas, puede acoger hasta 10.000 personas. Los jinetes más jóvenes encontrarán varios centros donde iniciarse en el mundo ecuestre, sobre todo en Chailly-en-Bière, con su Pony-Club familiar. Otros centros ofrecen paseos para los más pequeños e incluso para personas discapacitadas, como la Ânerie Bacotte, al borde del bosque de Fontainebleau, cuyas actividades pretenden mejorar la relación entre el hombre y el medio ambiente. Para los que buscan más emoción y velocidad, el karting es la actividad ideal. Hay varios centros repartidos por toda la región. Moissy-Cramayel alberga el circuito más grande de Francia, con dos pistas de 830 m y 810 m, y máquinas de 9 y 14 caballos. Por último, Dammaries-lès-Lys alberga el mayor complejo cubierto, con casi 4.000 m² de espacio y un circuito de 500 metros. Para más adrenalina, los clubes de vuelo de Esbly y Lognes, por ejemplo, ofrecen la posibilidad de surcar los cielos.
Actividades náuticas
Regada por casi 2.000 kilómetros de vías fluviales, Sena y Marne es un lugar ideal para practicar actividades acuáticas como piragüismo, paddle surf y relax en la playa. El centro de ocio Jablines-Annet, lugar Natura 2000 con Bandera Azul, ofrece una amplia gama de actividades en un entorno verde y exuberante, como natación, pedales, windsurf y kayak, así como tenis y ping-pong. El Sena y Marne también puede recorrerse por agua. Los amantes de las orillas de los ríos Loing y Sena, por ejemplo, pueden lanzarse al agua en barcas eléctricas sin licencia y descubrir magníficos paisajes. En Melun, Hisséo propone un paseo por el Affolantes, mientras que Marin d'Eau Douce propone una forma diferente de descubrir Meaux. En la orilla del Grand Morin, se puede disfrutar de un verdadero momento de evasión en plena naturaleza, o incluso atracar en Crécy-la-Chapelle, la Venise briarde. Pero algunos preferirán métodos de evasión más suaves, acurrucados en un Spa con hammam, piscina o bañera de hidromasaje. En el departamento no faltan estos oasis de relajación
