Menorca : Historia

Aunque las Baleares forman un archipiélago y hoy están agrupadas bajo una autoridad común, no tienen un pasado similar. A lo largo de los siglos, cada una ha seguido su propio curso histórico, pero con algo en común, debido a su posición entre Europa y el norte de África: siempre han estado en la ruta comercial de las grandes civilizaciones mediterráneas. Por ello, han sido codiciadas alternativamente por fenicios, cartagineses, íberos, romanos y árabes. Lo mismo ocurre con Menorca. Una de las cosas que diferencia a Menorca de otras islas es su increíble patrimonio talayótico, el más rico del mundo, un conjunto de elementos arqueológicos prehistóricos repartidos por toda la geografía menorquina, que acaba de ser incluido en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.

2300 av. J.-C

Prehistoria

Menorca ya estaba habitada durante la Edad del Cobre, probablemente por gentes procedentes del sur de la actual Francia. Al menos, eso es lo que sugieren los restos megalíticos prehistóricos. Monumentos megalíticos y ciclópeos que se remontan a la prehistoria de la isla aún se pueden encontrar en todos los rincones de la isla (Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 2023).

1200 av. J.-C

Cultura talayótica

Las primeras construcciones talayóticas marcaron el inicio de lo que llamamos cultura talayótica, que se desarrolló en Menorca con unas características únicas. Se formaron poblados en los que se levantaban torres de piedra sin argamasa: eran los talayots. Hasta entonces poco organizadas, las tribus construyeron sus primeras estructuras monumentales de forma sencilla.

Poblat talaòtic de Torre d'en Galmès © AGÈNCIA MENORCA TALAIÒTICA .jpg

654 av. J.-C

Los cartagineses fundaron una colonia en Eivissa, pero no se asentaron en Menorca ni en Mallorca. Construyeron sus propias ciudades y fortificaciones y, sobre todo, explotaron las riquezas del archipiélago: salinas y murex (molusco carnívoro del que se extraía la púrpura, un tinte muy codiciado en la antigüedad). También plantaron vides y olivos para producir vino y aceite.

500 av. J.-C

Durante este periodo se intensificó el comercio con la cuenca mediterránea, y griegos y cartagineses hacían escala en las Baleares para vender sus mercancías. Se dice que los griegos la llamaban "isla de Meloussa" ("tierra de ganado"), mientras que los fenicios la llamaban "isla de Nura" ("tierra de fuego"), aunque investigaciones recientes han puesto en duda que el nombre de Nura se refiriera a Menorca. En 205 a.C., el general cartaginés Magon Barca pasó un invierno con su flota en el puerto de Maó, dándole su nombre actual.

123 av. J.-C

Los romanos tardaron pocos años en comprender el interés de Cartago por las Baleares. En 123 a.C., el cónsul Cecilio Metelo incorporó el archipiélago a los territorios de Roma. Creó Palma y desarrolló el puerto de Maó, entonces llamado "Portus Magonis", que se convirtió en un lugar estratégico además de una próspera ciudad. También fue él quien trazó las calzadas hacia Mallorca y Menorca. Sin embargo, el Imperio Romano no dejó huellas profundas de construcciones monumentales en Menorca. Hay que decir que 300 años después de su establecimiento, el imperio no era más que una sombra de lo que había sido. Su caída, hacia el año 476 d.C., sumió a Menorca y a las Baleares en un periodo de retroceso.

425 apr. J.-C

El archipiélago fue devastado y en 427 pasó a formar parte de las tierras vándalas del norte de África. Una civilización paleocristiana sobrevivió año tras año durante este periodo.

534

Flavio Belisario, del Imperio Bizantino, conquista Menorca.

553

Tras la conquista del general Belisario (Flavius Belisarius) en 534, bajo el reinado de Justiniano, emperador de Bizancio, las Baleares pasaron a formar parte del Imperio de Oriente en 553. En el siglo VII, los visigodos expulsaron a los bizantinos, pero fueron los moros quienes se convirtieron rápidamente en los amos de la zona.

902

Los árabes realizaron sus primeras incursiones ya en el siglo VII, aunque no hubo una verdadera invasión. A pesar de algunos saqueos, su principal objetivo era el comercio, aprovechando la posición privilegiada de las islas en las principales rutas marítimas. Carlomagno intentó restablecer un dominio cristiano duradero sobre Mallorca, pero sus esfuerzos se vieron frustrados en 902, cuando el califa de Córdoba, Issam al-Yawlani, se apoderó del archipiélago sin esfuerzo. Tras su muerte en 1031, una sucesión de señores moros de España mantuvo relaciones tolerantes con los cristianos. Aunque hoy quedan pocos vestigios visibles, las aportaciones culturales, técnicas (sobre todo en agricultura) y arquitectónicas de los moriscos han dado nueva vida al archipiélago. La actual pasión de los menorquines por los caballos y las numerosas fiestas populares ecuestres de la isla son sólo uno de los efectos visibles de la influencia morisca. La ciudad de Ciutadella, en el extremo occidental de Menorca, pasó a llamarse "Jamma" y se convirtió en la capital de la isla.

1077

Las islas siguieron siendo tierras musulmanas, pero por primera vez en siglos se convirtieron en un reino independiente. Entre 1113 y 1114, Ramón Berenguer, conde de Barcelona, atraído por la situación geográfica de las Baleares, en la encrucijada de las rutas comerciales del Mediterráneo, se alió con corsarios de Pisa para ocupar Palma. La conquista se prolongó, dando tiempo a los musulmanes para reorganizarse, y el intento de reconquista fracasó. El archipiélago volvió a su estado anterior de dominación árabe.

9 septembre 1229

Impulsado por un auténtico sentido de misión divina y aprovechando las disensiones entre los distintos señores árabes de la Península Ibérica y las Baleares, Jaime I de Aragón (conocido como Jaime el Conquistador) utilizó los continuos ataques de piratas árabes contra los barcos mercantes como pretexto para intentar expulsar a los musulmanes de las Baleares. En septiembre de 1229, envió una poderosa flota. El 9 de septiembre, el joven rey (de 21 años) salió victorioso del enfrentamiento principal entre los dos ejércitos. Sin embargo, los moros se habían refugiado en Medina Majorica, nombre árabe de Palma. Jaime I tuvo que esperar tres meses. La ciudad cayó finalmente en sus manos y nació el Reino de Mallorca.

17 janvier 1287

Alfonso III el Liberal expulsa de la isla al último dirigente del Califato, Abu Umar, e incorpora Menorca al Reino de Aragón. La población musulmana de Menorca fue reducida a la esclavitud y paulatinamente deportada, antes de ser sustituida por población catalana. Desde esta conquista, la historia de Menorca ha estado estrechamente ligada a la de Mallorca.

[1298 -1343]

Reino de las Islas Baleares

Menorca pasó a formar parte del Reino de las Islas Baleares. Hasta su muerte en 1276, el soberano Jaime I el Conquistador contribuyó con éxito al desarrollo de la economía balear. A su muerte, legó Mallorca a su hijo menor, Jaime II, con el título de Rey de las Baleares, mientras que al hijo mayor se le concedió el Reino de Aragón. Con esta división, las islas se convirtieron en un reino independiente por última vez en su historia. Así se mantuvo hasta 1343, a pesar de las presiones de la rama aragonesa de la familia para recuperar las Baleares. Estas tensiones llegaron a su punto álgido cuando Sanche, hijo de Jaime II y sin heredero varón, nombró sucesor a su sobrino, el futuro Jaime III, mientras Aragón reclamaba el archipiélago para sí. El conflicto se evitó gracias al apoyo francés a Jaime III, pero con la llegada de Pedro IV de Aragón, el conflicto volvió a estallar y el Reino de Mallorca fue abandonado por el rey de Francia, que se encontraba en plena Guerra de los Cien Años.

1343

Tras asegurarse el apoyo de la población local prometiendo mantener todos sus privilegios, Pedro IV se apoderó del reino de Mallorca aplastando al ejército de Jaime III.

XVe siècle

A principios del siglo XV, Menorca estaba en guerra con los alemanes. También estaba sometida a luchas internas entre dos clases de ciudadanos: los llamados "nobles" y los "campesinos". Como en la época de las primeras incursiones árabes, la piratería volvió a asolar el archipiélago, provocando una despoblación casi total. En la segunda mitad del siglo XV, Menorca se incorporó al Reino de España como resultado de la unión de la Corona de Aragón con la de Castilla.

XVIe siècle

Incursiones piratas

Durante el siglo XVI, las incursiones piratas en las Baleares eran habituales. En 1534, el pirata turco Barbarroja saqueó la ciudad de Maó. En represalia por la conquista de Túnez por Carlos V en 1535 (que el Imperio Otomano recuperó en 1574), los corsarios berberiscos también atacaron Menorca. Otro trágico suceso que perdurará en la memoria es la invasión de Ciutadella por el pirata Mustafa PiSali el 9 de julio de 1558. PiSali convirtió la ciudad en un montón de ruinas y tomó 3.500 prisioneros, que fueron reducidos a la esclavitud.

XVIIe siècle

A principios del siglo siguiente, el rey Felipe II decidió construir el fuerte de Sant Felip a la entrada del puerto de Maó, así como varias torres de defensa a lo largo de la costa. En general, el siglo XVII fue un periodo de decadencia para Menorca. La peste, la sequía, las constantes amenazas piratas y las luchas internas de la isla la hicieron muy frágil.

XVIIIe siècle

El siglo XVIII fue un periodo tumultuoso en la historia de Menorca. La isla fue colonizada sucesivamente por Inglaterra y Francia, antes de quedar bajo dominio franco-español.

1713-1756

Dominación inglesa

En septiembre de 1708, una escuadra inglesa al mando del general Laeke consiguió capturar Menorca a los españoles. En 1713, el Tratado de Utrecht confirma la conquista: Felipe V cede Menorca a Gran Bretaña. Esta colonización duró hasta 1756.

1756

Al comienzo de la Guerra de los Siete Años, Francia e Inglaterra lucharon por el control de la isla. Los franceses ganaron la Batalla de Menorca (o Batalla de Port Maó) y mantuvieron la isla durante toda la guerra. En 1763, con la firma del Tratado de París, los ingleses recuperaron el control de Menorca (así como de la India y Canadá) hasta 1782. Esta fue la segunda fase de la dominación inglesa.

1782

Las tropas franco-españolas dirigidas por el general Crillon reconquistaron Menorca. Pero los ingleses no se rindieron y consiguieron ocupar la isla por tercera vez, de 1798 a 1802, antes de cederla definitivamente a España (Tratado de Amiens). Durante los dos primeros periodos de ocupación británica, Sir Richard Kane, militar irlandés gobernador de la isla, decidió trasladar la capital de Ciutadella a Maó. Durante todo este periodo, gracias al comercio con Inglaterra, la economía de Menorca fue muy saneada.

1802

España no recuperó la soberanía sobre Menorca hasta 1802, en virtud del Tratado de Amiens, que devolvió las Baleares a España.

XIXe siècle

Tras la guerra entre España y el imperio napoleónico, muchos catalanes encontraron refugio en la isla. Después, a partir de 1825, como consecuencia de las malas cosechas y la elevada mortalidad del ganado debido a la escasez de pastos, muchos menorquines emigraron. Emigraron a Norteamérica, el Caribe y Sudamérica, pero sobre todo a Argelia.

1852

Durante el reinado de Isabel II, se construyó la fortaleza de La Mola a la entrada del puerto de Maó. Pronto se convirtió en prisión militar, y así permaneció hasta 1968.

1936-1939

Durante la Guerra Civil, entre 1936 y 1939, los soldados de Mallorca e Ibiza se unieron casi inmediatamente al general Franco, y sólo Menorca permaneció leal a los republicanos hasta la Segunda Guerra Mundial. En febrero de 1939, al final de la guerra, fue tomada por Franco.

1960-1970

Tras años de semiautarquía, el gobierno español de Franco aceleró el proceso de apertura de Baleares y llegaron los primeros turistas.

1970-1975

Aunque Menorca es un destino vacacional desde los años 60, siempre ha mantenido muy activos sus otros sectores económicos (queso, calzado y joyería). El turismo de masas llegó más tarde que a Mallorca e Ibiza. El turismo está mejor gestionado en Menorca que en otros lugares.

1981

La festividad de Sant Antoni, patrón de la isla, se convierte en la Fiesta del Pueblo de Menorca.

1983

A principios de la década de 1980, las islas experimentan una verdadera revolución, con la tan esperada adhesión de Menorca a la autonomía y la creación de un gobierno autónomo de las Islas Baleares el 25 de febrero de 1983. Se creó un Parlamento. Desde entonces, los electores baleares son convocados periódicamente a las urnas para elegir a sus diputados. Se formó un gobierno encabezado por un presidente: Gabriel Cañellas Fons.

Gabriel Cañellas i Fons (1941-)

Gabriel Cañellas i Fons fue el primer Presidente de la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares hasta 1995. Tras ser reelegido varias veces (1987, 1991 y 1995), se vio obligado a dimitir.

7 octobre 1993

Menorca ha sido declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Se trata de un reconocimiento a los valores y características medioambientales únicos de la isla, que incluye la mayor parte de los ecosistemas mediterráneos, además de preservar un rico patrimonio artístico y cultural.

30 juillet 1999

Joana M. Barceló Martí toma posesión como Presidenta del Consell Insular de Menorca.

2022

La recuperación

Tras dos años difíciles, el turismo ha vuelto a crecer en Menorca y las otras tres islas, aunque todavía no ha alcanzado los altísimos niveles anteriores a la pandemia. No obstante, el turismo se ha convertido en el principal motor de la economía insular, aunque se han reactivado los sectores del calzado y la joyería. La producción quesera también resiste bien, a pesar del abandono o la transformación de muchos "llocs" (granjas) en hoteles rurales con encanto.

18 septembre 2023

El conjunto arquitectónico talayótico de Menorca entra oficialmente en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.

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Menorca : Descubra

Sería una tarea titánica resumir toda la misteriosa belleza y diversidad de paisajes e influencias históricas que han dado y siguen dando forma a Menorca. Calas rubias de arena fina o afloramientos rocosos, pintorescos puertecitos pesqueros, suave sol mediterráneo, bucólico interior agrícola, ciudades dinámicas con un variado y antiguo patrimonio histórico, sutil gastronomía, fiestas de otra época... El magnetismo de Menorca no es nada nuevo: ha fascinado a muchas civilizaciones y sigue ejerciendo su indescriptible poder de atracción aún hoy. Profundicemos un poco más y tratemos de dibujar un retrato lo más fiel posible de esta isla con una fuerte identidad, a la vez rural y moderna. Los dosieres que aquí presentamos intentan captar la complejidad, la riqueza y la gran belleza de la isla más salvaje y virgen de Baleares.

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