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Una estancia en Mallorca permite disfrutar de algunos de los paisajes más bellos del Mediterráneo. Los viajeros se convencerán aún más de ello cuando dediquen tiempo a explorar la Serra de Tramuntana, una zona montañosa situada en el noroeste de la isla. Es un paraíso para los excursionistas, que descubren un auténtico balcón sobre el Gran Azul, con empinadas laderas, colinas en terrazas de piedra seca y exuberantes huertos verdes. Varios itinerarios le permitirán disfrutar al máximo de estos maravillosos paisajes. Las escalas se realizan en refugios con arquitectura de piedra y vistas impresionantes. El patrimonio es la otra riqueza de este territorio declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Así que no olvide detenerse en algunos pueblos absolutamente pintorescos Paisajes, actividades al aire libre o insólitas, gastronomía, edificios notables, hay muchas razones para descubrir la Serra de Tramuntana. Aquí tienes 10 de ellas para que te entren ganas de hacer las maletas y largarte.

1- Recorrer las rutas/carreteras que atraviesan la Serra de Tramuntana

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Para disfrutar de la belleza de la Serra de Tramuntana, puede empezar tomando un tren de época desde Palma de Mallorca hasta Sóller. Atravesará los paisajes más emblemáticos de la zona, con campos de algarrobos, almendros, olivos, pinares y encinas. Túneles, puentes, viaductos y grandes casas rurales adornan estas tierras, que invitan a la contemplación infinita. Al fondo, los imponentes relieves de la Serra de Tramuntana.

El GR221, también conocido como laruta de la piedra en seco (Ruta de la pedra en sec en Mallorca), es otro magnífico itinerario para maravillarse con la región. Lejos de los tópicos de las playas por las que Mallorca es conocida en todo el mundo, la ruta que une Andratx con Pollença descubre a los excursionistas los muros de piedra seca típicos del campo mallorquín y una naturaleza que alterna costa, bosque, montaña y monte bajo. La ruta es una oportunidad para admirar la flora y la fauna locales. Pueblos, fincas y paradas en refugios completan el cuadro.

2- Combinar paisaje, patrimonio y literatura entre Valldemossa y Pollença

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Laruta entre Valldemossa y Pollença atraerá sin duda a los amantes de la literatura. Podrá visitar la Cartuja de Valldemossa, donde se alojaron George Sand y Frédéric Chopin; el monasterio de Miramar, lugar de memoria de Ramón Llull y Ludwig Salvator, con sus increíbles vistas al mar; Son Marroig, casa-museo dedicada al Archiduque Luís Salvador de Austria, que llevó a cabo una increíble labor antropológica en la isla; el espléndido pueblo de Déià y su casa-museo dedicada al poeta y escritor inglés Robert Graves; la península de Formentor, donde el hotel homónimo acoge eventos literarios de renombre. Todos estos lugares combinan arquitectura, arte y naturaleza, y revelan espléndidas vistas de la Serra de Tramuntana.

3- Descubrir un rico patrimonio

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Si los senderos y caminos que atraviesan la Serra de Tramuntana son excepcionales por las vistas que ofrecen de una naturaleza grandiosa, también lo son por la presencia de un patrimonio que seguro asombrará a los amantes de las bellas piedras. Varias construcciones, algunas del siglo XIII, muestran el ingenio del hombre para extraer, distribuir y almacenar agua en el corazón de un paisaje sinuoso.

Las posesiones, grandes y prestigiosas propiedades rurales en la Serra de Tramuntana, forman un notable patrimonio en la zona. Algunos de ellos se han transformado con el tiempo en lugares fortificados, como la finca de San Marroig, o en palacios barrocos o neoclásicos, como en Alfàbia y Raixa.

También destaca la presencia de increíbles torres defensivas, desde el siglo XVI. Se construyeron para vigilar de cerca los ataques piratas. Torres como Albercutx en Pollença o La Pedrissa en Deià son ahora miradores con hermosas vistas de la Serra de Tramuntana y el mar. ¿Y qué decir de la presencia de ruinas de antiguos castillos, como las del Castillo de Alaró?

Una parada en la localidad de Escorca fascinará a los amantes de la arquitectura con el magnífico santuario de Lluc, de estilo barroco y uno de los lugares sagrados más emblemáticos de Baleares.

4- Visite una de las propiedades más bellas: Raixa

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Bunyola alberga una de las propiedades más elegantes de Mallorca, Raixa. Situada a los pies de la Serra de Tramuntana, revela 800 años de historia. Fue sobre todo el cardenal Antonio Despuig quien le dio su esplendor actual, dotándola de un estilo italiano. Su logia con 10 arcos es sencillamente sublime Sus jardines invitan a entrar en una burbuja de romanticismo y poesía. Un paseo por el Jardín de los Naranjos, el Jardín de Apolo o el Jardín Romántico es una oportunidad para contemplar las numerosas plantas, pero también las escaleras, estatuas y fuentes. La Raixa también cuenta con uno de los mayores embalses de agua de Mallorca.

5- Maravíllate con la magnífica naturaleza

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Practicar senderismo en el corazón de la Serra de Tramuntana es una oportunidad para disfrutar de las vistas. La sierra alberga una gran riqueza de flora y fauna, incluidas especies endémicas, como el sapo mallorquín. Algunos paisajes se han protegido por su evidente valor ecológico. Entre ellos, la isla de Sa Dragonera, convertida en parque natural; el Torrent de Pareis, un escarpado cañón y uno de los espacios naturales más espectaculares de Mallorca; y Ses Fonts Ufanes, manantiales naturales subterráneos que sólo aparecen tras fuertes lluvias de varios días. Estas últimas están reconocidas como monumento natural desde 2001. La mejor manera de descubrir la Serra de Tramuntana es recorrer sus cientos de senderos, a menudo unidos al GR221. Las áreas recreativas y otros centros de interpretación ofrecen información detallada sobre el patrimonio natural y cultural de la zona.

6- Escapada a la isla de Sa Dragonera

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Detengámonos un momento en laisla de Sa Dragonera. Esta joya de la Serra de Tramuntana, que es un parque natural, es un paraíso para el senderismo y la observación de la fauna. Alberga numerosas aves y un lagarto endémico, lo que lo convierte en un lugar predilecto para la cría. Una vez en el puerto, 4 senderos señalizados están abiertos a los caminantes para descubrir los escarpados paisajes de la isla y su naturaleza notablemente preservada. Los faros de Na Popia, Llebeig y Tramuntana, que ofrecen impresionantes vistas de las montañas y el Mediterráneo, también merecen una visita.

7- Parada en algunos de los pueblos más bonitos

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La Serra de Tramuntana es rica en la presencia de pueblos absolutamente pintorescos. Alaró, con su alto castillo y sus calles llenas de historia y bellas piedras, es una de ellas. ¿Cómo no caer bajo el hechizo de Banyalfubar? Uno de los pueblos más bonitos de la isla, encaramado entre las montañas, los viñedos y el mar. También merece la pena visitar la localidad de Lloseta, donde las calles que rodean la iglesia neoclásica y los palacios de Aiamans invitan a perderse o a detenerse un rato para degustar su rica gastronomía, incluido el Cardenal de Lloseta, el pastel local. Además, la naturaleza que rodea el pueblo es deslumbrante. Terminemos con Puigpunyent, donde el patrimonio sólo es igualado, una vez más, por la belleza de la naturaleza que lo rodea.

8- ... y en los pueblos más emblemáticos de la Sierra

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Continuemos con las paradas en los pueblos más bonitos de la Serra de Tramuntana con Andratx y su moderno y encantador puerto. Las aguas son translúcidas y el ambiente es siempre cosmopolita y alegre. Un lugar perfecto para salir por la noche. Las calles circundantes albergan numerosas galerías de arte y tiendas. Otra visita obligada es Sóller, con sus estrechas calles llenas de casas y tiendas típicas. También puede hacerse con un Surriel de Mallorca, pequeñas figuritas de barro hechas y pintadas a mano. El pueblo también es rico en museos y la estación de tren alberga dos exposiciones permanentes con raras cerámicas de Picasso y reproducciones de Miró. Por último, haremos una parada en el pintoresco y colorido puerto de Sóller, donde hay dos hermosas playas cercanas. A continuación, nos trasladamos a Pollença, que también cuenta con un notable patrimonio. La iglesia de Nostra Senyora dels Angels, el convento de Santo Domingo y las interminables escaleras del Calvario la convierten en una parada obligada en el corazón de la Serra de Tramuntana.

9- Practicar turismo activo en Sóller

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Los visitantes que decidan pasar unos días en Sóller encontrarán en este pueblo el lugar ideal para disfrutar de una gran variedad deactividades deportivas. Es un punto de partida para numerosas excursiones por el escarpado paisaje de la Serra de Tramuntana. Pero también podrá disfrutar del tenis, el submarinismo, el ciclismo, el golf, el paddle, el barranquismo y la vela. Es sencillo, hay para casi todos los gustos. Con montañas, mar, arroyos y barrancos, el entorno es más que idóneo para practicar deporte y mantenerse en forma. Aviso a todos los aficionados

10- Deguste el aceite de oliva DOP de Mallorca

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Elaceite de oliva de Mallorca posee la etiqueta "Denominación de Origen" desde 2002. La Serra de Tramuntana reúne todas las condiciones necesarias para producir un aceite de gran calidad. Son los animales los que fertilizan los campos de esta soleada zona de montaña. Una estancia en la zona es una oportunidad para admirar los olivares, pero también para detenerse ante los productores y realizar degustaciones. En los restaurantes o en las tiendas del pueblo, notará rápidamente que el aceite de oliva es un producto clave. Una buena idea: repostar de camino a casa y dar un capricho a los tuyos.