Los mejores alojamientos Murchinson Falls Y Los Territorios Del Norte

Un campamento amigable, para presupuestos modestos, que acoge a un montón deoverland trucks y de grupos. Las pequeñas bandas, luminosas y limpias, con dos camas individuales, tienen una muy buena relación calidad/precio. Para acampar puede instalar su tienda donde quiera, en el terreno central. Los sanitarios compartidos dejan mucho que desear. Bonito restaurante. Red Chilli se encuentra en la orilla izquierda del Nilo, a seiscientos metros del muelle. Pueden organizarle un special hire(que incluye la entrada del conductor al parque) desde Masindi: calcule 200000 ush.

Este lodge cuenta con una gran choza de paja como bar-restaurante, una piscina alrededor de la cual se dispone de wifi y agradables tiendas de campaña y cabañas. Estas últimas cuentan con una magnífica terraza donde se balancea una hamaca. El Nilo y sus hipopótamos, algunos de los cuales se invitan al lugar en el crepúsculo, están muy cerca. Dado que el establecimiento suele estar lleno, es preferible reservar con antelación. El Murchison River está situado a cuatro kilómetros al suroeste del ferri de Paraa, en la orilla izquierda del río.

En un marco inmejorable frente al lago Albert y los montes Azules del Congo, este lodge inaugurado en 2006 ofrece alojamiento en diez lujosas cabañas de paja con una decoración cálida y muy elogiada. Cocina elaborada con productos frescos y posibilidad de poner la mesa en medio del entorno natural. Disponen de una pequeña piscina para refrescarse, muy agradable con el calor sofocante del Valle del Rift. Las actividades que ofrecen son, por supuesto, game drives pero también paseos a caballo, senderismo, pesca en el lago Albert y visitas a comunidades pesqueras...

Fuera del centro, este ecolodge cumple perfectamente con las expectativas de los viajeros que desean hacer una parada entre Moroto y el Parque Nacional Kidepo. Dormir en las cabañas redondas con techo de paja, comprar un recuerdo en la tienda del complejo y participar en las actividades que se ofrecen (visita a un pueblo karamojong, deslizamiento en el tobogán de minerales Kalikruk, iniciación a las técnicas artesanales tradicionales...) contribuirá a la financiación de los proyectos de desarrollo impulsados por los propietarios. Comidas por encargo. Limpio y conveniente.

Dirigido por una organización católica, este hotel ofrece habitaciones limpias y equipadas. El pequeño jardín, cerca del restaurante, es perfecto para tomar una copa.

Con sus 145 habitaciones completamente equipadas, su restaurante sombreado (el Muyembe), su refugio de roca artificial que bordea la piscina y alberga el Elephant Bar, su gimnasio y su sauna (ambos incluidos en el precio de la noche), el Bomah tiene algunos activos agradables. Compuesto por edificios de 4 y 5 plantas, con habitaciones y fachadas no siempre atractivas, el hotel es un punto de referencia ineludible en el norte de la ciudad. Pequeños inconvenientes: el ruido, algunas tardes, la cocina, no siempre a la altura, y los toques finales en varias habitaciones...

Con sus veintiséis habitaciones independientes (TV, conexión a Internet, mosquitero, baño, ventilador o aire acondicionado, etc.), limpias sin ser lujosas, el Nido de Paloma es una opción adecuada para cualquiera que pretenda pasar una o más noches en Gulu. El hotel también tiene un acogedor bar (restaurado en 2020) y un restaurante de algún tipo en la planta baja del edificio principal en su tranquilo terreno amurallado. Es posible llegar al centro de la ciudad en aproximadamente 15 minutos a pie.

Situado en una zona tranquila, este establecimiento cuenta con siete tiendas de safari recién levantadas. Debidamente equipadas (porche, baño), están adosadas a una guesthouse con habitaciones básicas pero funcionales. Una pequeña terraza cubierta permite disfrutar del desayuno en paz y tranquilidad. Excelente trato.

Sobre el papel, el Bomah tiene todo para complacer: una piscina, un health club, un restaurante-bar y habitaciones equipadas (TV, ventilador, baño...). Sin embargo, hay un problema: los edificios, especialmente los dormitorios, están mal mantenidos. Muchas paredes están agrietadas y falta pintura. Buen trato, en cambio.

Situado a unos cinco kilómetros del embarcadero de Paraa, en la orilla izquierda del Nilo, el Twiga (la jirafa, en suajili) abrió sus puertas en 2017. Sus ocho tiendas safari, erigidas sobre plataformas y protegidas con techos de paja, son muy cómodas. Disponen de una terraza desde la que se pueden admirar las concentraciones de papiros a lo largo del río y el ir y venir de los hipopótamos, así como de un gran cuarto de baño y una ropa de cama muy limpia. Situado bajo una gran cabaña, el bar-restaurante permite observar la orilla opuesta del Nilo, donde los elefantes acuden regularmente a beber en la estación seca. Tienen prevista la construcción, en breve, de una piscina y de un muelle para poder ofrecer excursiones por el río. El trato es excelente.