Entre los Pirineos y el Mediterráneo

Situada en el noreste de la Península Ibérica, Cataluña ocupa una superficie de unos 32.000 km², casi el tamaño de Bretaña. Al norte, por la vertiente pirenaica, limita con Francia y Andorra (de este a oeste), y al oeste con la comunidad autónoma de Aragón. Al este, limita con el Mediterráneo, y al sur, está unida a la Comunidad Valenciana, provincia de Castelló. A pesar de su superficie relativamente pequeña, cuenta con una gran variedad de paisajes, desde las playas de la Costa Brava hasta las pistas de esquí de la provincia de Girona, pasando por lagos, montañas y volcanes. La región cuenta con 580 km de costa mediterránea y la mitad de la cordillera de los Pirineos. A grandes rasgos, la geografía catalana está estructurada por tres grandes unidades: la cordillera pirenaica, el sistema litoral que alterna baja y media montaña con colinas y llanuras y, por último, la depresión central que forma el sector oriental del valle bajo del Ebro. En cuanto a los ríos, casi toda Cataluña forma parte de la cuenca mediterránea. Existen dos sistemas fluviales principales que descienden hacia el mar Mediterráneo: la vertiente occidental (o vertiente del Ebro), alimentada por numerosos afluentes como el Segre y sus sub-afluentes y que cubre casi el 50% del territorio de Cataluña, y la vertiente oriental (cuenca interna de Cataluña), formada por varios pequeños ríos costeros como el Ter. Cataluña tiene pocos lagos, la mayoría situados en los Pirineos catalanes y originados en antiguos circos glaciares. El mayor de todos es el lago de Banyoles, de origen kárstico. Con más de 2 km de largo y casi 1 km de ancho, fue la sede de la competición de remo celebrada durante los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992. El litoral catalán, por su parte, sigue una línea casi recta, con el cabo de Creus y el golfo de Rosas al norte y el delta del Ebro al sur como principales rompientes.

Arroyos, acantilados y largas playas

Desde Portbou hasta Blanes, la Costa Brava atraviesa tres comarcas: de norte a sur, el Alto Ampurdán, el Bajo Ampurdán y la Selva. Al norte, los Pirineos separan Francia del Alto Ampurdán, siendo el Col du Perthus (283 m) la etapa más popular para cruzarlos y la Roca del Comptador, el pico más alto del Ampurdán, que culmina a 1.451 m. Los Pirineos continúan hacia el sureste con la Serra de Rodes y toda la península del Cap de Creus. En toda esta zona, el litoral se caracteriza por una costa muy recortada y escarpada, salpicada de altos acantilados y pequeñas calas bordeadas de pinares. Más al sur, el litoral cambia para ofrecer magníficas playas de arena fina, bordeadas por grandes dunas, a partir de la bahía de Roses. En todo el Ampurdán, la parte central es más elevada que el litoral, pero rara vez supera los 300 metros y alberga extensas llanuras. La comarca cuenta con dos ríos principales, el Muga y el Fluvià, que desembocan en la bahía de Roses y han contribuido a modelar las grandes llanuras aluviales. Más al sur, el bajo Ampurdán es esencialmente un "país llano" con pequeñas colinas. Las excepciones en la vertiente de pequeña montaña son el macizo de las Gavarres, que se eleva hasta los 531 m en el Puig d'Arques, el punto más alto del bajo Ampurdán, y las sierras del Montgrí y de Begur. El litoral de esta parte central de la Costa Brava está lleno de contrastes. Hay largas playas de arena, pero también imponentes acantilados y calas salpicadas de pinos en los extremos norte y sur. Los principales ríos son el Ter, el Daró y el Rissec (afluente del Ter), y en la actualidad el pino blanco, el romero y el brezo de invierno han sustituido en gran medida a las encinas de antaño. Última "comarca" de la Costa Brava, La Selva sólo cuenta con una pequeña fachada marítima en torno a tres destinos muy conocidos, Tossa de Mar, Lloret de Mar y Blanes, jalonada también por algunas playas de arena y calas escarpadas.

Lagos, volcanes y altas montañas

Además de las comarcas citadas, mencionadas en el apartado Costa Brava, la provincia de Girona incluye otras seis comarcas: Gironès, alrededor de la ciudad y en el centro de la provincia; Pla de L'Estany, al norte de Gironès y Osona al sur. Además, de oeste a este, están las comarcas del Pirineo propiamente dicho, Cerdanya, Ripollès y La Garrotxa, esta última colindante con el Alto Ampurdán. Enclavado entre dos sistemas montañosos, el Gironès es una zona de tránsito. Al sur se encuentra la llanura de Girona, que marca el final de la depresión que caracteriza la comarca de la Selva. El Pla de l'Estany es uno de los entornos naturales más privilegiados y diversos de Cataluña, caracterizado principalmente por su sistema de lagunas y lagos. Entre ellos destaca el lago de Banyoles, en cuyos alrededores viven cigüeñas, garzas, patos de cuello verde, gaviotas... A excepción de los municipios de Espinelves, Vidrà y Viladrau, Osona pertenece a la provincia de Barcelona. Se trata de una comarca verde por excelencia, donde el campo está rodeado de pequeñas montañas y salpicado de prados. Enmarcada por la Serra del Cadí al oeste y la Serra del Moixeró, la Cerdaña se asemeja a un gigantesco valle, uno de los más grandes de Europa. Alberga dos estaciones de esquí, La Molina y Masella, así como una rica fauna de alta montaña, como marmotas, gatos monteses y águilas reales. El Ripollès es una comarca semimontañosa, sobre todo en el sur. La parte norte, en cambio, cuenta con numerosos picos que se acercan a los 3.000 m de altitud (Puigmal, Pic d'Eina, Pic de l'Infern, etc.). Desde el valle de Camprodon se accede a la pequeña estación de deportes de invierno de Vallter 2000. Por último, la Garrotxa es famosa por sus cuarenta volcanes, ocultos bajo espesas capas de vegetación, en marcado contraste con su parte meridional, cubierta principalmente por las amplias llanuras agrícolas de la Vall d'en Bas.