La doble herencia de Verges

En Cataluña, como en el resto de España, la celebración de la Semana Santa es una oportunidad para escenificar la vida y la pasión de Cristo. Mientras que las danzas de Cervera, Olesa de Montserrat y Esparreguera atraen a un gran número de espectadores, la de Verges ha adquirido renombre internacional por su singular Danza de la Muerte, herencia única de las danzas de la muerte de la Edad Media catalana y europea. Como tal, ha sido declarada fiesta tradicional de interés nacional y a ella acuden miles de personas cada año. Su patrimonio es doble. Como todas las semanas santas, sus representaciones teatrales de la pasión de Cristo han permitido a la Iglesia católica difundir sus enseñanzas de una manera visual y fácilmente comprensible para el mayor número posible de personas, sea cual sea su extracción social. Su Danza de la Muerte se hace eco de las danzas de la muerte estrechamente vinculadas a las epidemias de peste negra que asolaron Europa entre los siglos XIV y XVII, y que también servían para recordar la omnipresencia de la muerte en la vida cotidiana: guerras, mortalidad infantil, etc. Algunas fuentes remontan la danza de Verges a 1347, pero el primer documento escrito que se refiere explícitamente a la procesión del Jueves Santo data de 1666 y procede del Arzobispado de Gerona. En su versión actual, el Misterio de la Pasión de Verges se basa en la obra en verso de Fra Antoni de Sant Jeroni: 'Representació de la Sagrada Passió i Mort de Nostre Senyor Jesus Christ', un texto que, en 1773, reunía y adaptaba diversos textos utilizados como marco para las representaciones de la pasión en Cataluña. Y entre 2009 y 2011, el compositor y cantante Lluís Llach trabajó en la recuperación de esta procesión desde Verges, el pueblo donde pasó su infancia. Trabajó en la puesta en escena, la música, el vestuario y la iluminación.

Un escenario medieval para representar la pasión

El misterio del Jueves Santo en Verges consta de dos partes principales: las pinturas de la Pasión de Cristo, representadas en la plaza central, y la procesión por el barrio medieval, que representa el Calvario de Cristo. Esta doble ceremonia está precedida por la procesión de los romanos, los "gestores", que, a partir de las 17.00 horas, recorren el pueblo para recoger las estatuas que formarán parte de la procesión posterior, como las que representan la "flagelación de Cristo", "la dolorosa" o "Cristo cargado con la cruz (el nazareño)". A las 22:00 h comienzan las distintas escenas de la Pasión de Cristo, que tienen como telón de fondo las fortificaciones medievales. Esta parte del misterio está abierta sólo al público, y la entrada es de pago. El público se sentará a ambos lados del escenario donde se representarán las siete escenas, entre ellas "la entrada de Cristo en Jerusalén" y "la Última Cena", para terminar con "la condena a muerte de Jesús". Una vez finalizada esta parte, todos los actores se dirigen a la Plaça de l'Església, donde a medianoche comienza la procesión por las antiguas calles de Verges. Entre los protagonistas de esta procesión se encuentran los romanos, los apóstoles, los peregrinos que acompañan a las estatuas adornadas con flores, la Danza de la Muerte y Cristo llevando su cruz a lo largo de lo que representa su Calvario, jalonado por 14 estaciones. Escenas como "la curación del ciego" y "las tres caídas de Cristo" puntuarán la procesión. Otra característica destacable del recorrido es su paso por la calle de los caracoles "cargols", llamada así porque las paredes de esta callejuela del centro medieval estaban decoradas con conchas de caracol, fijadas a las paredes por los lugareños para que sirvieran de lámparas de aceite, contribuyendo a proporcionar una luz muy especial que está en perfecta armonía con el desfile. Al final de la procesión, que duraba unas dos horas y media, los distintos participantes regresaban a sus puntos de partida. Por un lado, la Danza de la Muerte entraba en la iglesia y se inclinaba ante Cristo, mientras que en el exterior, la crucifixión de Cristo marcaba el final de la procesión.

Cinco esqueletos bailan al son del tambor

Con sus características ancestrales únicas, es por supuesto la Danza de la Muerte la que mejor simboliza el Misterio de la Pasión de Verges. A partir de medianoche, esta danza será interpretada por un grupo de 10 personas, entre ellas 5 bailarines, cada uno de los cuales encarnará una figura particular e interpretará su propia coreografía. El "Capdanseur", un adulto, abrirá el baile y dirigirá la danza. Al igual que los 5 bailarines, viste mallas negras con un esqueleto dibujado y una máscara en forma de calavera, y es él quien lleva la guadaña con la inscripción Nemini Parco, La muerte no perdona a nadie. Para comunicar este mensaje a todos, es el único que salta, dando un giro completo de 360° sobre sí mismo. En el centro del grupo, el "Banderer", otro adulto, avanza lentamente portando una bandera con la doble inscripción, Nemini Parco y Lo temps és breu, el tiempo es breve. Al igual que los otros 4 bailarines, salta y gira para comunicar sus mensajes al público situado a ambos lados de la procesión. Los otros bailarines son niños. A ambos lados del abanderado, los 2 "platets" llevan cuencos llenos de ceniza para significar que cada uno de nosotros acabará así. Detrás de la bandera, el último niño lleva un reloj sin manecillas y, cada vez que salta, señala una hora al azar con el dedo. Creada en forma de cruz, esta coreografía es un recordatorio de que la muerte nos golpea a todos, independientemente de nuestro sexo o condición social, y sin previo aviso. Otras cinco personas vestidas con túnicas negras y máscaras de calavera completan esta danza macabra. El primero, un adulto, lleva el tambor, único sonido repetitivo que da ritmo a la danza. En cuanto a los otros 4, dos adultos y dos niños, cierran la marcha portando antorchas, la única luz que ilumina esta danza fúnebre. Esta coreografía requiere un entrenamiento previo, que comienza seis semanas antes del Jueves Santo y permite a los bailarines sincronizarse entre sí, interiorizar el ritmo y ganar fuerza física. Actualmente se celebra una procesión infantil el sábado siguiente por la tarde, con una versión reducida de los misterios. Iniciada como un juego para imitar a los niños mayores, ahora está mucho más arraigada. Ahora está mucho más arraigada, lo que contribuye a garantizar que los conocimientos se transmitan de generación en generación.

Para más información. El centro de visitantes de Verges 50 ofrece documentación sobre esta procesión (audiovisual, libros, trajes) y sobre Lluís Llach. La Placeta, 2 17142 Verges. +34 972 78 00 07 - https://turismeverges.wordpress.com.