Los mejores hoteles Noreste

Establecimiento de lujo en el corazón de la ciudad. Desde 2006, este alojamiento de lujo es uno de los más bonitos y agradables del país. Con una decoración tipo chalé suizo, encontrará habitaciones muy cómodas y bien equipadas; además de acogedores salones y un bar muy cálido. Entre las instalaciones, los huéspedes tienen acceso a una bonita piscina cubierta climatizada y a un spa con jacuzzi y masajes. Personal atento, pero sin más. Hotel perfecto para unas cómodas vacaciones de esquí: alquiler de esquís en el lugar y lanzaderas a las pistas.

Este hotel, reciente y bastante moderno, se encuentra a cinco minutos a pie del centro de la ciudad. Cuenta con caja fuerte en recepción y la estación de tren está a diez minutos en coche. Sus habitaciones son modernas y bastante espaciosas, y están bien equipadas. Todas disponen de TV por cable, zona de estar y baño privado. El personal, servicial, le atenderá de manera muy profesional. El desayuno continental es abundante y hay muchos tentempiés a lo largo del día: nunca se irá con hambre. Es un hotel acogedor y una opción correcta para alojarse en Bijelo Polje.

Un pintoresco pueblo en Dobrilovina, con chalés y un camping. En 2007 se enriqueció con un auténtico oasis en plena naturaleza a orillas del Tara, llamado «Lágrima de Europa» (Suza Evrope) y situado a 74 kilómetros del aeropuerto de Podgorica. También hay una playa en la que podrá practicar rafting, kayak y pesca. Sus recepción abre las 24 horas, y cuenta con jardín y barbacoa. En los alrededores se puede practicar ciclismo y equitación. Su amable personal suele hablar inglés.

Un hotel de cuatro estrellas a la americana. Antiguo hotel Lipka, el grupo Sheraton reabrió este establecimiento en la primavera de 2017. Las habitaciones, de distintos tamaños, se han reformado en madera local para que parezcan chalés de montaña. Restaurante muy decente. Atención profesional. Spa, gimnasio, alquiler de material de esquí. Salas de conferencias y salones funcionales y elegantes. Perfecto para reuniones de negocios y seminarios. La imponente entrada y el edificio recuerdan más a un centro comercial estadounidense.

Un albergue ecológico donde, por unos días, podrá convertirse en un Gorštac, un auténtico habitante de las montañas de Kolašin. En el macizo de Bjelasica, a 1800 metros de altitud, podrá cortar leña, ordeñar vacas o elaborar el queso de la región, así como conocer las antiguas técnicas de hilado de la lana o escuchar el sonido de la guzla, un instrumento de una sola cuerda. El programa también incluye paseos a caballo o en bicicleta de montaña y caminatas hasta los picos del parque nacional. Cabañas de 2 a 7 plazas, electricidad y confort garantizado a precios inmejorables.

Situado en un pintoresco valle a la entrada del Parque Nacional Durmitor y antigua residencia de caza de Tito, Ravnjak es ahora un hotel y restaurante. A Tito le encantaba cazar jabalíes, osos y rebecos en esta región. El hotel dispone de seis habitaciones en el edificio principal y tres cómodos bungalós. El restaurante tiene una gran terraza panorámica por encima del manantial, lo que permite a los huéspedes disfrutar del sonido del agua y ver cómo el manantial se convierte rápidamente en un arroyo y luego en un impetuoso torrente.

En un edificio moderno al borde de la carretera, es el punto de partida de los excursionistas. Cuenta con habitaciones bien cuidadas de decoración acogedora y balcones con vistas a las montañas circundantes; muy agradable después de una caminata activa. El personal es atento y el hotel dispone de piscina cubierta, además de tener una amplia oferta de actividades, como senderismo, equitación y ciclismo. Este establecimiento familiar, limpio, sencillo y sin pretensiones, es ideal para excursionistas, ciclistas, alpinistas... y cualquier persona con un presupuesto bajo.

Hotel nuevo y céntrico situado a quinientos metros de la calle principal (conocida aquí como el «bulevar») y a cien metros del río. De estructura bastante moderna, las habitaciones están equipadas con minibar y TV por cable. Están decoradas con gusto en tonos brillantes, con suelos de madera y cómodas camas extragrandes. Baños modernos y bien equipados. Aparcamiento gratuito y vigilado. El servicio es lento y a veces no se entienden bien las instrucciones, pero sigue siendo decente y con una buena relación calidad-precio.

Conjunto de cabañas situadas en una posición dominante en medio de la vegetación, con magníficas vistas sobre el valle de Mojkovac. Cabañas familiares con habitaciones cómodas, pero pequeñas y a veces mal distribuidas, con una decoración básica. El restaurante es bueno, aunque la carta no es muy variada. Con un personal bastante amable, su principal atractivo es la ecléctica oferta de instalaciones: piscina cubierta, sauna, gimnasio, pista de tenis y de baloncesto, todo incluido en el precio. Ofrecen paseos en helicóptero y cursos de equitación de una semana bajo petición.

Una etnoaldea en medio del bosque, a un kilómetro de Plav. Situado junto al lago en un entorno tranquilo, el hotel ofrece habitaciones dobles y apartamentos de estilo rústico (con kílims en el suelo y las paredes). Tienen suelo de parqué, paredes de piedra y TV de pantalla plana por cable. Mención especial a la decoración de la taberna, muy auténtica con sus muebles de madera. Ofrece excursiones y acceso privado al lago, con playa y campo de fútbol. Sin duda, le garantizan el descanso.

Situado a tres kilómetros del centro de la ciudad, junto a la carretera nacional Berane-Rožaje, este pequeño hotel de gestión familiar abrió sus puertas en 2006. Ofrece habitaciones sencillas, pero cómodas, con calefacción central y muebles de almacenaje. Destaca por los coquetos balcones de algunas habitaciones; todas ellas tienen su propio cuarto de baño con ducha. Además, ofrece una atención cálida y los precios son muy razonables. En resumen, una buena relación calidad-precio y un buen punto de partida para pasear por las colinas boscosas de los alrededores.

Este establecimiento es de hecho un restaurante con tres habitaciones y donde se puede pasar la noche. Las habitaciones son de un confort rudimentario y el cuarto de baño común, pero la propietaria del lugar es encantadora. Para llegar, puedes tomar la dirección de Gusinje justo antes de entrar en la ciudad (y antes del pequeño puente). El hotel está a menos de 1 km del lado derecho de la carretera.

Completamente reformado hace unos diez años, el Rožaje ya no tiene nada que ver con el hotel socialista que fue. Las habitaciones son espaciosas y muy confortables, con el encanto de los años 1930, así como todo el hotel. La única excepción es la fachada, formada por dos triángulos de cristal ahumado que se supone que representan las montañas. El hotel está muy bien equipado, con sauna (incluida en el precio). El restaurante también está decorado al estilo de los años treinta. Este hotel de cuatro estrellas, todo un éxito, sorprende en esta ciudad apartada del mundo.

Recientemente inaugurado, este establecimiento está situado en una animada calle del centro de la ciudad. Bien cuidado, las habitaciones están bien equipadas, con acceso a Internet, minibar y televisión, entre otros. También han sido decoradas con gusto y son perfectas: no hay ruido, las camas son cómodas y el cuarto de baño es espacioso y tiene todo lo necesario (toallas, jabón, champú). Dispone de un comedor agradable con un ambiente acogedor.
Muy bien situado cerca de la estación de autobuses, el Hotel S es también un cómodo punto de partida para caminatas.

Este establecimiento de reciente construcción está situado a la entrada de la ciudad cuando se llega desde Podgorica por la carretera nacional (a mano derecha). Las habitaciones son funcionales y están limpias, y los cuartos de baño están en perfecto estado. También hay un restaurante tradicional bellamente decorado en estilo rústico. Sin embargo, hay que tener en cuenta que algunas habitaciones de la planta baja son muy oscuras porque dan a un pasillo. A evitar si se tiene un sueño ligero, ya que el tráfico de la autopista es constante día y noche.

A la espera de ser privatizado, se trata del hotel más grande y céntrico de la ciudad. Las habitaciones no tienen nada de especial, pero están limpias, incluidos los cuartos de baño. Es una pequeña muestra anticuada de socialismo, con sus grandes salas, manteles blancos y personal uniformado; aceptable para una noche corta. Para llegar, hay que girar a la derecha nada más entrar en la ciudad (donde un cartel indica «Centar»). El hotel está unos diez metros más adelante, a la derecha, frente a las oficinas del Montenegro Banka.

Esta es una forma realmente única de aprovechar al máximo los encantos del Parque Nacional de Biogradska Gora. En un paisaje idílico, al borde del bosque, se sentirá como en un nido acogedor. Varios chalés de madera con dos o tres camas, cada uno situado en el bosque justo al lado del lago Biogradska. Por la noche, disfrutará de una gran tranquilidad y del estimulante aire de la montaña. También, a pocos metros, hay un café-restaurante que sirve especialidades locales. El lugar ideal para los amantes de la montaña, ya sea al principio o al final de sus excursiones.

Este camping dispone de cinco pequeñas cabañas de madera, con dos camas cada una, situadas entre Međjuriječje y Kolašin, tres kilómetros antes del monasterio de Morača viniendo de Podgorica. En un entorno bucólico, disfrutará de paz y tranquilidad junto al río. El propietario, Miljan Danilović, también gestiona una pequeña cafetería donde podrá prepararle comidas. Como las cabañas no son visibles desde la carretera, deténgase en la cafetería y pídale que le indique la dirección correcta. El propietario también estará encantado de sugerirle varias excursiones, ya sea a pie por el cañón o en kayak por el río.

El establecimiento más cómodo de la ciudad después de los dos establecimientos de lujo. Habitaciones bien climatizadas y equipadas con televisión, teléfono y balcón para algunas de ellas. También hay una sauna y una ducha con hidromasaje pero cuyo acceso no está incluido en el precio de la habitación.

Pequeño hotel de tres estrellas sin pretensiones, pero muy práctico para visitar la región ya que se encuentra a solo dos minutos de la plaza principal y a ocho kilómetros de la estación de esquí. Establecimiento familiar con habitaciones de tamaño modesto, pero bien equipadas y limpias. También hay varios apartamentos con salón, cuarto de baño con bañera y cocina americana (frigorífico y vitrocerámica). Además, cuenta con un restaurante que sirve comida casera, así como con una atención muy calurosa, un personal muy atento y un propietario muy entregado. Un buen lugar.