Los mejores restaurantes Noroeste

Situado al pie de la pista de esquí, ofrece un lugar cálido y acogedor para comer después de un día de senderismo o esquí. En 1971, esta familia de Žabljak abrió la primera estación de esquí de Montenegro. Dos años más tarde, a pie de pista, montaron el primer restaurante de la ciudad, que desde entonces se ha convertido en una institución. Cocina local preparada bajo una campana en la sala central con vistas a la pista. Propone una carta variada con platos de montaña como la cicvara (polenta). En la planta superior, diez habitaciones ofrecen vistas panorámicas a las pistas y a la ciudad.

A lo largo de una carretera llana, el restaurante Izvor es una excelente opción para degustar auténticos platos locales. Su carta ofrece una selección de platos tradicionales montenegrinos, como platos de carne, sopas y ensaladas. Las raciones son generosas y los precios, asequibles. El restaurante disfruta de un ambiente cálido y acogedor, con una decoración sencilla pero cómoda. Los camareros son amables y serviciales, lo que hace que una comida en el Izvor sea aún más agradable. La calidad de la comida es excelente.

A solo tres minutos a pie del hotel Piva, este restaurante merece una visita tanto por su cocina como por su entorno. Ubicado en una casa antigua, parecida a una pequeña granja, ofrece una cocina sencilla, pero sabrosa, basada en productos locales de temporada (cordero, trucha, etc.). En verano, se puede disfrutar de la terraza con vistas a un prado lleno de flores. Un lugar bonito y espacioso con una decoración rústica pero reciente. Dispone de aparcamiento y un servicio rápido y eficaz. Sus raciones son grandes, la comida es buena y los precios justos.

No se deje engañar por el aspecto de este imponente edificio a la salida de Žabljak, y no dude en entrar: este restaurante es uno de los más encantadores del país. Descubrirá un comedor sorprendentemente grande, agradable y muy acogedor. De estilo rústico, adornado con piedra, con grandes mesas y bancos de madera y una chimenea, el lugar es tradicional y familiar. Aquí las setas son las reinas, con crema de colmenillas y boletus, y carnes en salsa de setas... Es un lugar al que volver si se pasa varios días en Žabljak.

Situada en el centro y a pocos pasos del hotel Žabljak, esta casita de madera le ofrece la posibilidad de degustar platos locales a precios muy bajos. Para comer, sirven carnes a la parrilla con patatas fritas y ensalada. Un lugar limpio y agradable. El personal, que habla inglés, ofrece una cálida atención. En verano, se puede disfrutar de comidas nacionales en una pequeña terraza de madera, al típico estilo de montaña.
La comida casera es la reina aquí, con raciones enormes. El restaurante dispone de varias mesas con hermosas vistas de la ciudad.

La mejor dirección de la ciudad, este espacio es la parada obligatoria de todos los lugareños a la hora de tomar un refresco o comer algo. Este típico granero de piedra y madera cuenta con salones y espacios comunes donde compartir momentos auténticos en un ambiente local. En el exterior, el jardín está magníficamente acondicionado, con bonitos rincones con vistas al río. Una dirección sorprendente, llena de carácter y excepcionalmente acogedora. Quienes no quieran irse, pueden acampar junto al río.

Situado en un gran jardín cerca de la calle principal del centro de la ciudad, este establecimiento ofrece cocina local a precios moderados. Sirve sopas, ensaladas mixtas, ćevapčići y carnes a la parrilla. Se puede comer en un gran chalé decorado rústicamente o al aire libre en pequeños cubículos de madera. La decoración es simplista pero con cierto encanto con esos cálidos trabajos en madera. Rodeado de vegetación, es un oasis de frescor, ideal para una comida o cena refrescante. El personal es muy atento.

Este restaurante, cuyo nombre significa «los tres sombreros», está ubicado en una gran casa de color salmón claro en una colina residencial. A unos 15-20 minutos a pie de la calle principal del centro de la ciudad, hay que subir directamente al parque que hay antes del monasterio. Tiene una pequeña terraza con mesas y bancos de madera, y sirve platos sencillos, pero estimulantes, al estilo bistró. La carta está ahora también en alfabeto latino. Los precios son muy atractivos, el servicio es decente y la cocina local es bastante buena.

Situado en un hotel con el mismo nombre, el restaurante dispone de un cómodo comedor con una terraza abierta en los meses de verano. Aquí podrá degustar un buenísimo sarma tradicional, una especialidad que no debe perderse. Consiste en col rellena de arroz, verduras y carne picada, todo ello bañado en una jugosa salsa. La cocina montenegrina es excelente y se elabora con productos locales de calidad. Los platos son contundentes y estará demasiado lleno para participar en las actividades de montaña. Los camareros hablan más o menos inglés y el menú es bilingüe.

Situado en un pequeño y tranquilo patio de la calle Njegoševa, entre la plaza de la Libertad (Trg Slobode) y el hotel Onogošt, este restaurante ocupa una coqueta casa de piedra vista. Con una bonita decoración estilo taberna, ofrece una variada carta de especialidades locales, carnes a la brasa y pescados. Es un restaurante familiar con un servicio rápido y atento donde se puede comer tanto en el interior como en la terraza. Un lugar con un encanto increíble, tranquilo y apartado de las aglomeraciones del centro de la ciudad. En general, tiene muy buen ambiente.

Kolibe no solo ofrece chalés de madera para alojarse, sino también un restaurante panorámico de cuatro estrellas construido en este lugar. Mientras admira las vistas del paisaje y el monasterio, podrá degustar las especialidades locales y regionales en copiosas raciones: cicvara, kačamak, cordero o ternera ispod sača. Una buena carta de vinos, incluido el Podostroski vranac, un vino local muy bueno. El restaurante tiene una bonita terraza sombreada bajo las viñas, decorada en madera rústica pero con auténtico encanto. Uno de los mejores restaurantes del norte.

El restaurante Dvorište es un acogedor punto de encuentro para los jóvenes de moda de Montenegro. Aquí se puede cenar a cualquier hora con una selección de pescado fresco de río y de mar. En el restaurante también se puede tomar una copa, pero no está permitido fumar. En verano, puede pedir algo de beber en el pequeño jardín situado en la parte trasera del restaurante. Aquí podrá disfrutar de una copa rodeado de hierbas frescas y heno, este último también utilizado para recrear el nacimiento de Jesús.

Cerca del centro de Nikšić, el restaurante está situado en un espacio abierto en la intersección de dos calles. La cocina incluye especialidades locales, así como parrilladas y barbacoas. El establecimiento es típico, con una decoración sencilla y rústica, pero donde se come mucho y se gasta poco. El trato es amable y el servicio rápido, todo ello en un ambiente cordial. Las raciones son realmente abundantes y la relación calidad-precio inmejorable. Una buena dirección para una comida muy decente y sin pretensiones.

El restaurante se encuentra en un enorme chalé de madera, con una terraza que ofrece una vista realmente impresionante de todo el macizo de Durmitor. En el interior, las mesas están bien dispuestas y la decoración es clásica. Se respira un ambiente familiar y acogedor, con un trato cálido y profesional. El restaurante tiene una muy buena carta de platos nacionales y vinos locales (la carta está traducida al inglés). Los precios son un poco elevados, pero las vistas son absolutamente espléndidas. Un lugar ideal para los amantes de la naturaleza, o simplemente para los enamorados.