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HANS IM GLÜCK
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A menos que también sean restaurantes, los cafés cierran bastante temprano, hacia las 18.00 horas. Los Biergärten ( singular:Biergarten ), o jardines de la cerveza, sólo abren los días soleados.
Un café cuesta una media de 3,20 euros. Un trozo de tarta cuesta unos 4 euros. Hay que tener en cuenta que en los cafés, como en los restaurantes, se suele pagar en efectivo y agradecer al camarero con una propina de alrededor del 10% del precio. Una pinta de cerveza cuesta unos 4 euros.
La venta de bebidas alcohólicas está prohibida a los menores, salvo la cerveza, que puede consumirse a partir de los 16 años. Es posible que te pidan un documento de identidad para verificar tu fecha de nacimiento.
La tradición alemana es bastante parecida a la hora del té británica. Se llama "Kaffee und Kuchen ", literalmente "café y tarta". Es la pausa gourmet de media tarde. Es cierto que el Kaffee und Kuchen recuerda más a la burguesía de los años 50 que a la juventud internacional de moda de los años 2020, pero la práctica sigue muy viva. Los más nostálgicos disfrutarán de una taza de café con una selva negra mientras leen el periódico. Los más jóvenes estarán más interesados en una tarta de queso o de zanahoria. En los cafés tradicionales, siempre encontrará un escaparate con los pasteles del día.
En cuanto a las bebidas, su estancia se dividirá entre cerveza y vino. Baviera alberga un gran número de cervecerías y microcervecerías, y podrá probar de todo. En el norte de Baviera, sobre todo en la Baja Franconia, hay viñedos y, por tanto, muchos vinos locales. En Würzburg, por ejemplo, los lugareños disfrutan de su copa de vino en el viejo puente de piedra, un escenario idílico para una degustación.
Múnich también tiene un cóctel local, el Munich Mule: un poco como el Moscow Mule, pero con ginebra en lugar de vodka.
No hay restricciones de edad en los cafés. Algunos cafés incluso tienen tronas para niños pequeños. En los bares, en cambio, no te cruzarás con ningún niño.