LA MARINE
Escala de rigor a La Marina, en uno de los pabellones del pueblo artesanal del Val des Prés, donde los amantes del modelilismo podrán extirparse sin duda a las soberbias réplicas de veleros, pacientemente montados en este taller del pueblo artesanal del Val des Prés. La obra de Jean-Louis Marchesseau, este antiguo ingeniero de informática, que fue un buen día de 1981 de París para instalarse en las Seychelles, donde fue uno de los primeros franceses en hacer del novato. Más de treinta años después, cuando se convirtió en uno de los expertos internacionales en artesanía de la Comunidad Europea, es dueño de una pequeña docena de trabajadores, para la mayoría de las mujeres, más trabajadoras. ¡Qué paciencia para Veronique, Christine, Doris, Cindy, y a pesar de todo un hombre, Jacques!
Según el modelo, se necesitan ciento cincuenta o mil horas para llevar a cabo uno de esos caladeros de los mares, fabricados como los galones de antaño, de teca, que se consideran intrigantes, pero también en gayak, sandragón, cáliz del Papa, madera de rosa y madera negra. El barco montado es Jean-Louis Marchesseau él mismo quien lo hace. También es él quien asegura la delicadeza y las velas. Los sabores afluyen, un millonario americano incluso manifestó la voluntad de adquirir toda la producción de La Marina. Son los franceses los que se muestran los más fervientes compradores. La corbeta de Dumont d'Urville y de La Perugia, el famoso Astrolabe (cerca de 15.000 SR), sigue siendo el edificio estrella. Aunque el primer precio (1.400 SR), una barca bretona, no suscita realmente la admiración, nos encontramos ante el más bello de todos, el gran sol real del Rey Sol, fabricado a petición, teniendo en cuenta su precio: 135.000 SR. Una corbeta menos costosa, Minerve, fue elegida en 1990 por los servicios del presidente Mitterrand para que éste la ofreciera en el marco de su visita oficial al Presidente René, este velero que tiene valor simbólico puesto que fue el primero en llevar la bandera azul-blanca roja en el Océano Índico a finales del siglo XVIII. La visita se impone en este bonito taller de artesanía de arte.