Los mejores restaurantes San Pedro La Laguna

Este restaurante de propiedad y gestión italiana es famoso por la calidad de su cocina. Es especialmente famosa por sus croissants dulces y salados y por su pasta. Aquí tienes una lista de sus salsas y guarniciones: alfredo, gorgonzola, calabacín y panceta, carbonara, arrabiata, boloñesa, atún o rosa y albahaca. También sirven deliciosas bebidas, desde las clásicas como el espresso y el capuchino hasta sabores más experimentales -pero igualmente buenos- como la Nutella caliente con leche. Una dirección excelente

Abierto en 2013 por Mike y Peter, originarios de Inglaterra e Irlanda respectivamente, este excelente restaurante vegetariano utiliza únicamente productos locales de las comunidades mayas. Deliciosa y fresca, la cocina abarca desde burritos y pizzas hasta queso local servido con chutney de mango. No se pierda los dos increíbles postres: una galleta de mantequilla de cacahuete cubierta de chocolate y un brownie de chocolate y cardamomo. Arriba, las mesas ofrecen unas vistas impresionantes del lago.

Este acogedor restaurante israelí es perfecto para un desayuno tardío o una pausa en el día, frente a las tranquilas aguas del lago. Cuscús, panecillos vegetarianos, pescado al estilo marroquí, mafrum -bolas de patata rellenas de carne picada con especias y cocinadas en salsa roja-, pimientos rellenos... Además de estas especialidades, Sababa ofrece desayunos guatemaltecos y occidentales, como las tostadas francesas y el muesli, que son generosos y están muy bien presentados. Mención especial merece la deliciosa tarta de chocolate, especialmente abundante.

Como su nombre indica, este restaurante está regentado por una familia guatemalteca desde 2010. Medallones de ternera, bistec teriyaki, rollitos de pollo con bacon y mozzarella... La comida es una deliciosa cocina internacional con un fuerte énfasis en la carne. Sin embargo, hay algunas buenas opciones vegetarianas, desde el curry y muchos platos de pasta casera hasta el sabroso y abundante burrito de tofu y las samosas. Todo ello servido en un pequeño y agradable jardín.

Este acogedor comedor es el lugar perfecto para sumergirse en el San Pedro más auténtico. Puede sentarse en uno de los sillones de madera o en los bancos del patio de ladrillos y comer una comida sencilla, pero sabrosa, con una relación calidad-precio inmejorable. La gente también viene aquí por la música, que es ideal para socializar, ya que el restaurante se convierte en un bar -a veces con baile- por la noche. Si está lo suficientemente animado, el restaurante permanece abierto hasta el final de la noche. Hay que destacar la amabilidad del director.