Los mejores restaurantes Génova

Una augusta casa de fachada rosa abierta al público desde 1862. Merece la pena el viaje, a sólo 20 minutos del centro de la ciudad, y huele a comida familiar de domingo. El menú es clásico pero exigente, en un entorno a la antigua usanza. Su pesto casero goza de buena reputación, al igual que el pescado frito y los platos de carne a la parrilla. Una improvisada cervecería a 5 minutos del restaurante atrae a los noctámbulos en las noches de verano.

Una excelente dirección junto a la estación de Príncipe y a pocos minutos del puerto. Abierto todos los días para el almuerzo y la cena, este restaurante familiar sirve platos clásicos genoveses y ligures. La decoración es sobria y discreta, pero las raciones son muy generosas a precios muy razonables, y el servicio es muy eficiente y extremadamente amable. La focaccia tradicional rellena de queso stracchino es una delicia, y el vino blanco de la casa es ligero y espumoso (¡para beber con moderación, por supuesto!). Sencillo e impecable.

A dos pasos del puerto viejo y del acuario, en el centro histórico, este restaurante propone un nuevo concepto de pizza: la pizza gourmet. Una idea que cada vez tiene más éxito, gracias a su gusto y a la calidad de los productos 100% naturales utilizados, que le confieren un incomparable sabor a pan, suave y crujiente a la vez, fruto de un largo proceso de fermentación natural y de una excelente preparación. Es una pizza elevada a la categoría de plato gourmet No se pierda los excelentes cócteles de la casa a la hora del aperitivo

En el centro, a un paso de la Piazza De Ferrari y del Palazzo Ducale, Da Gibba ofrece un lugar acogedor en un edificio histórico, la antigua bodega de un banco: ¡fascinante! Una de las especialidades de la casa es la pizza, con la particular elaboración de diferentes masas: clásica, integral, multicereales y sin gluten con bajo contenido en levadura... Hay para todos los gustos. Una cocina que sabe diversificarse gracias a la calidad de sus productos. No te pierdas la tradicional focaccia con queso Recco, y por supuesto la farinata.

¿La idea de este restaurante, frente a Il Bigo de Renzo Piano en el puerto? Ofrecer todas las recetas de la cocina italiana en forma de polpette, las bolitas de masa que tanto gustan a los niños (y a los adultos). Hay para todos los gustos, desde carnívoros a vegetarianos. Todo es muy bueno y original, muy bien presentado, con muchos surtidos para probar. La acogida es muy amable y los postres son realmente extraordinarios (con mención especial para el Sotto il Vulcano, una pera escalfada en un coulant de chocolate caliente con coulis de frambuesa...).

Descubrir Génova también significa descubrir buenos restaurantes en las viejas calles de la ciudad, y Veracruz es uno de ellos: ¡México te abre sus puertas! Es un lugar acogedor, con los colores cálidos del país y una carta de platos tradicionales mexicanos. La oferta no escasea, al igual que la calidad. Una excelente oportunidad para descubrir esta cocina picante, rica en aromas y sabores que hablan del alma del país. Una buena manera de pasar una velada diferente.

Este pequeño restaurante está situado en una de las estrechas calles del centro histórico: no es visible a primera vista, pero una vez que lo haya encontrado, entrará en un característico local de 2 habitaciones con colores cálidos y una cálida bienvenida. La cocina se basa principalmente en recetas tradicionales de Liguria. Sencillas y auténticas, destacan la frescura de los productos. El resultado: platos buenos y generosos. Los vinos propuestos maridan bien con el menú. Una dirección sencilla y sin pretensiones donde se sentirá como en casa.

Un restaurante que se distingue del resto: la tradición de la gastronomía ligur da paso a la cocina típica de Europa del Este. Es una dirección folclórica que se sale de los caminos trillados y pone el acento en la calidad de sus productos. En la carta figuran los platos tradicionales más conocidos, como el gulash y los bigos. Del vino a las cervezas y los licores de los cócteles, el origen es siempre Europa del Este. El local, de estilo retro, es cálido y acogedor. Una buena dirección para una velada agradable, diferente e insólita.

En una de esas callejuelas por las que Génova es famosa, y que tanto contribuyen al inmenso encanto de la ciudad, hay una pequeña osteria que sirve platos de primera calidad que combinan la tradición ligur con la creatividad del dueño de la cocina. La pasta es suculenta y los postres deliciosos. Una buena carta de vinos regionales. Tenga en cuenta que, debido al tamaño del local (8 mesas, apenas veinte cubiertos), es necesario reservar con antelación o llegar a la hora de apertura, a las 19:00, para tener posibilidades de cenar allí.

Situado frente al Teatro della Tosse, este restaurante de renombre sirve cocina ligur y piamontesa de calidad elaborada con productos locales. ¿Su especialidad? Recetas atípicas: flan de espárragos, ensalada de pulpo con bacon, aceitunas Taggiasca, puré de patatas al jengibre, raviolis rellenos de pesto y crema de piñones, arroz de tinta de calamar con queso y pimienta, y para terminar, helado de bizcocho casero y café expreso regado con licor Amaro Camatti, especialidad de Génova. Un hito para el público a la salida del espectáculo.