CAPILLA DE BELÉN (BETLÉMSKÁ KAPLE)
Esta plaza debe su nombre a la capilla de Belén, verdadero testimonio de la austeridad de las reformas deseadas por Jan Hus. Le sorprenderá con las coloridas fachadas de una de las plazas más tranquilas y agradables de la ciudad. Fue construido en 1394 sobre el emplazamiento de una maltería, en el corazón de un barrio habitado principalmente por checos (y no alemanes), que deseaban tener un lugar de culto. Es de gran importancia para la historia y la cultura del país, porque fue aquí en 1402 donde Jan Hus, quemado el 6 de julio de 1415 en Constanza por sus ideas de reforma, se convirtió en predicador. La capilla, muy sencilla en un principio, sin ni siquiera un altar y con una amplia nave, podía albergar hasta 3.000 personas. Fue rediseñada en la primera mitad del siglo XVI, y fue entonces cuando la nave central se dividió en seis pequeñas naves. Tras la batalla de la Montaña Blanca, fue comprada por los jesuitas y se convirtió en un edificio residencial en el siglo XIX. No fue hasta los años 50 del siglo XX que la capilla fue reconstruida por el arquitecto checo Jaroslav Fragner, basándose en los dibujos originales conservados. Las inscripciones de las paredes que se pueden ver hoy en día fueron descubiertas durante esta reconstrucción y dan testimonio del paso de Jan Hus y sus colegas. Esta enorme capilla se ha convertido en el lugar de una exposición permanente que recuerda su historia. Cada año, el 5 de julio, se conmemora allí la muerte de Hus.