Gastronomía especialidades locales y vinos Venanson

En 2010, Mélanie y Christophe se trasladaron al pueblo para cultivar azafrán a 1.000 metros de altitud. La explotación, que también incluye parcelas de hortalizas y frutos rojos, es totalmente ecológica. Su meticuloso trabajo les permite cosechar los preciados pistilos de esta flor violeta, que se encuentran en las mejores mesas de la región, como la del Luis XV de Mónaco. También ofrecen setas de montaña frescas o secas (ceps, rebozuelos, colmenillas, rebozuelos de otoño), huevos frescos y mermeladas caseras.

Tétou era el apodo del abuelo de la propietaria, y ella quiso rendirle homenaje. Un retorno a sus raíces, la necesidad de evolucionar en la naturaleza y en contacto con los animales. Optó por la cría de cabras, una opción relativamente rara en un valle dominado por las vacas y las ovejas. Con un rebaño de 70 cabras, fabrica queso de abril a octubre en la vacherie Venanson. Los quesos son muy sabrosos, y los clientes no se equivocan: los 40 quesos elaborados cada día se venden como rosquillas.