Capital de la antigua región de Languedoc-Rosellón, segunda ciudad de la nueva Occitanie, Montpellier es una ciudad dinámica. Muy dinámica. De hecho, es la ciudad francesa con mayor crecimiento demográfico. Estudiantil (cuenta con numerosas universidades y escuelas), festiva, moderna e histórica, ofrece un entorno vital privilegiado a muchos parisinos (en particular) en busca de un ambiente soleado (¡300 días de sol al año!) y urbano. En las tres últimas décadas, la capital del Languedoc ha pasado de ser una "bella durmiente" a una ciudad tecnológica y cultural, con abundantes museos(Musée Fabre), galerías de arte, salas de conciertos y festivales. La ciudad también ofrece una hermosa mezcla de lo antiguo (palacetes de la Edad Media, calles adoquinadas) y lo contemporáneo(Port Marianne, Antigone, Pierre Vives). A dos pasos de las playas de Carnon y Palavas, cerca de la naturaleza y de la garriga, Montpellier encarna la dolce vita del Sur gracias a sus numerosas terrazas, su plaza de la Comédie, sus calles sombreadas y su animada vida nocturna. Montpellier es sin duda una estrella emergente del turismo francés