Guía de viaje Porto-Vecchio

Al sur de Córcega del Sur, esta ciudadela portuaria tiene sus ojos en el azul del mar y el azul del cielo. Fueron los genoveses quienes construyeron esta fortaleza en 1539 sobre una vasta roca rosada, en un amplio golfo, para desarrollar la llanura y exportar mercancías a su propia ciudad. Sin embargo, a pesar de esta ubicación privilegiada y de un fértil interior, el lugar resultó ser una zona de malaria y un auténtico nido de piratas. De 1540 a 1589, la ciudadela fue destruida y reconstruida tres veces. Finalmente, la República de Génova cedió la isla a Francia en 1768. Un año más tarde, las tropas del rey Luis XV tomaron posesión del "Bastión de Francia", un recinto fortificado de 3 hectáreas.

Hoy, la ciudad nos ofrece su patrimonio, como el Castellu d'Araggio, sus playas -Palombaggia de arena bordeada de pinos o Santa Giulia con su aspecto de laguna-, sus paisajes y su artesanía. Aquí descubrirá una "ruta de los sentidos", desde mercados de productores y artesanos hasta visitas gastronómicas y degustaciones. En el menú: vinos, charcutería, aceites de oliva, quesos de granja, pesca local, plantas aromáticas... En verano, Porto-Vecchio es el lugar de moda con conciertos polifónicos, teatro al aire libre, exposiciones, fiestas tradicionales... Cada año, A Festa di a San Ghjuvà marca el inicio de las fiestas. Aquí, los deportistas también están a la vanguardia de los deportes náuticos y las actividades al aire libre. Por último, este destino es una delicia para los amantes de las compras. La parte alta de la ciudad está repleta de diseñadores y comerciantes. Y para no perderse nada, llévese su guía turística favorita.