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Los vientos alisios

Aunque Mauricio tiene dos estaciones, hay un fenómeno meteorológico que persiste durante todo el año con diversos grados de intensidad: los vientos alisios. Este término se utiliza generalmente en plural, los alisios, para designar un conjunto de vientos generados por la circulación de aire entre los grandes centros de acción anticiclónica de las regiones subtropicales y la zona de convergencia intertropical que forma un vasto cinturón de bajas presiones alrededor del planeta. En Mauricio, los vientos alisios oceánicos son frenados naturalmente por la fricción con la superficie del mar. Soplando tranquilamente desde el este, se caracterizan por una velocidad moderada y poco variable, del orden de 20 km/h. Contribuyen a "enfriar" el aire durante el verano austral, sobre todo en las costas este y sur. La costa oeste, más protegida, se ve menos afectada por los alisios. Además de bajar la temperatura, estos vientos casi constantes facilitan la práctica de la vela, el windsurf y el kitesurf en las mejores condiciones.

Ciclones

Verdaderos monstruos climáticos con poder destructor, los ciclones barren la zona intertropical del hemisferio sur durante el verano austral, de noviembre a abril (en Mauricio, generalmente de enero a marzo). Se forman en el suroeste del océano Índico, donde la temperatura del mar supera los 26,5°C en la superficie y los cincuenta metros de profundidad. Estas depresiones en forma de vórtice, que no suelen durar más de una semana, tienen entre 300 y 1.000 km de diámetro. En el centro, en el famoso "ojo del ciclón", reina la calma, mientras que en la periferia soplan vientos extremadamente violentos. Para que una depresión sea declarada ciclón tropical, la velocidad media del viento debe ser de al menos 64 nudos (118 km/h). Esta noción de velocidad es la que permite clasificar los ciclones en 6 categorías (clasificación específica del Océano Índico): DT (Depresión Tropical) - TTM (Tormenta Tropical Moderada) - FTT (Tormenta Tropical Fuerte) - CT (Ciclón Tropical) - CTI (Ciclón Tropical Intenso) - CTTI (Ciclón Tropical Muy Intenso). Debido a su pequeño tamaño, Mauricio afortunadamente no se ve azotado a menudo por estos furiosos vientos, pero sí se ha visto afectado dramáticamente por algunos de ellos en el pasado. Cada año, unos diez ciclones pasan cerca de la isla. El ciclón Carol, en 1960, fue el más devastador de los últimos decenios, con vientos superiores a 240 km/h y lluvias torrenciales. 42 muertos, 1.700 heridos, 80.000 personas sin hogar, una isla devastada: el balance es elevado y la huella imborrable.

El nombre de los ciclones

Cada región del mundo donde se forman ciclones tiene la oportunidad de dar un nombre a este fenómeno climático. En el suroeste del Océano Índico, los sistemas tropicales de bajas presiones reciben un nombre cuando alcanzan la fase de TTM (tormenta tropical moderada). Estos nombres se extraen de una lista elaborada por los 15 países miembros del Comité de Ciclones Tropicales del Sudoeste del Océano Índico, y ofrecen una mezcla lo más equilibrada posible de nombres de pila de diferentes países, la mayoría de ellos del sur de África. Hasta la temporada 1999/2000, los nombres eran exclusivamente femeninos... En los últimos 20 años, se han mezclado, alternando nombres masculinos y femeninos.

Cambio climático

Es imposible predecir el alcance y todas las consecuencias del cambio climático global, sobre todo si no hacemos nada para invertir la curva del calentamiento. Lo que es seguro, a tenor de las temperaturas medias observadas en los últimos años, es que este cambio está en marcha y que sus consecuencias podrían ser dramáticas para Mauricio. Como todas las islas, Mauricio se verá afectada en primer lugar por la subida del nivel del mar. La altitud relativamente elevada de su meseta central protegería gran parte de la isla y a sus habitantes. Pero una subida del nivel del agua de 50 centímetros antes de finales de siglo (mínimo previsto) borraría del mapa ciertas playas, sobre todo en la costa oeste, aumentando la erosión costera y amenazando muchas viviendas. Y si la subida del nivel del agua se acelerara, los archipiélagos de Saint-Brandon y Agaléga, cuyos puntos más altos se elevan sólo 2 metros sobre el océano, así como varios islotes que rodean Mauricio, desaparecerían por completo.

Amenaza para los corales

Otra amenaza para la costa y la isla en su conjunto es el constante aumento de la temperatura del océano y la acidificación del medio marino. Los corales no pueden soportar temperaturas superiores a 30ºC durante mucho tiempo. Cuando el agua del mar permanece caliente durante varios días, o incluso semanas, el coral muere. Para empeorar las cosas, la acidificación del océano también contribuye a la muerte del coral y de otros organismos marinos. Pero el arrecife de coral no es sólo un refugio ecológico para las más bellas especies de peces. También sirve para proteger la costa al absorber la energía del oleaje y las olas que rompen sobre esta isla en medio del océano. Menos coral también significa más erosión costera.

Otras consecuencias

Otra consecuencia de la subida del nivel del agua salada es la posible "contaminación" del agua potable. El agua, cuyo suministro es un verdadero problema en Mauricio, podría agotarse en algunos lugares.

El calentamiento global también está provocando un aumento de la intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos. Como los ciclones obtienen su energía del calor del agua, el riesgo de que se conviertan en monstruos superpoderosos aumenta a medida que suben las temperaturas. Además, cuando los periodos de sequía se alargan, la lluvia que cae es más torrencial. Cabe señalar que un largo periodo de sequía y la infiltración de agua salada desde la costa serían aún más dramáticos para Rodrigues, cuyos recursos hídricos dependen totalmente del agua de lluvia y de los pozos de sondeo costeros.