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Música tradicional

En Galicia, como en Asturias y Cantabria, el folclore es algo vivo que hay que conjugar en el presente. Cada región lo lleva en alto, a través de fiestas y celebraciones, actualizando generación tras generación este aspecto elemental de su identidad. Prueba de ello es el éxito de la gaïta, las famosas gaitas que hablan del pasado celta de la región. Común en el siglo XIII, decayó en popularidad a partir de entonces antes de experimentar un renacimiento a principios del siglo XX -iniciado por el icónico gaitero Perfecto Feijoo- junto con un renacimiento del folclore gallego. Bajo el franquismo, los estilos tradicionales quedaron eclipsados y no fue hasta la caída del régimen en 1975 cuando la música gallega y asturiana resurgió realmente, consagrada a través de numerosas grabaciones. A finales de los años setenta y principios de los ochenta, el grupo gallego Milladoiro llegó a consolidarse como una referencia en el mundo de la música celta y comenzó a llevar de gira los sonidos y tradiciones de la región. Una década después aparecieron figuras como Uxía, uno de los mecenas de la música gallega, cuyas canciones llevaron el género a terrenos más contemporáneos. Por la misma época surgió el gaiteiro y flautista Carlos Núñez, que popularizó especialmente las tradiciones musicales de la región en todo el mundo. Su álbum A irmandade das estrelas, publicado en 1996, vendió más de 100.000 copias y recibió una amplia atención mediática. Desde entonces, Núñez se ha convertido en un fijo en el mundo de la música celta. Otros polainistas modernos son el gallego Xosé Manuel Budiño y, sobre todo, Susana Seivane, que abrió el camino a muchas otras artistas femeninas en este campo.

En las décadas de 1980 y 1990 también se produjo un renacimiento de la música tradicional asturiana, de la mano de artistas que se han convertido en legendarios, como el gaïtero José Ángel Hevia y grupos de folk celta como Llan de Cubel, Felpeyu y Tejedor. En parte gracias a ellos y a sus obras, los músicos asturianos están cada vez más presentes en eventos como el Festival Interceltique de Lorient. Hoy, la música tradicional de estas regiones está en buenas manos. En primer lugar, los de Mercedes Peón, una figura icónica, defensora de los derechos de la mujer y de la protección de la cultura gallega, que mezcla tradición con rock o electro. También está Baiuca, un músico gallego que trata de preservar el folclore local mezclándolo con la electrónica, el house, la cumbia o el techno.

Aunque la gaïta es esencial, dista mucho de ser el único instrumento tradicional del noroeste español. También hay varios instrumentos de viento, como el pitu montañés, el clarinete cantábrico, la requinta, una especie de pífano gallego, y el pito pastoril, una flauta. Entre las cuerdas, destaca la zanfona, una zanfona centenaria. La región también cuenta con algunos instrumentos de percusión, como el tamboril, un tambor suspendido del cinturón del músico y que se toca con dos baquetas. Es este tambor, junto con el bombo, un bombo que se golpea con una sola baqueta, el que suele acompañar a la gaita. También está el pandeiro, un tambor de marco, y las tarrañolas, tiras de madera que se sujetan entre los dedos. También emblemático de la música gallega, el charrasco es un gran palo con un marco en la parte superior decorado con sonajas de pandereta. Se toca frotando una cuerda a lo largo del palo con un palo.

En la región se celebran dos populares eventos folclóricos, el famoso Festival Intercéltico de Avilés y el Festival Internacional del Mundo Celta de Ortigueira. Esta última, que suele celebrarse en la primera quincena de julio, ha sido declarada de interés turístico internacional y acoge cada año a más de 50.000 visitantes. Por lo demás, muchos conciertos folclóricos también tienen lugar durante fiestas religiosas como la Fiesta del Apóstol Santiago en Santiago de Compostela o la Semana Grande de Santander (también en torno a Santiago de Compostela, el 25 de julio).

Música clásica

En la larguísima lista de compositores clásicos españoles, hay algunos nombres notables del noroeste del país. La región brilló con luz propia en el Renacimiento español con Diego Pisador (1509-1557), vihuelista nacido en Salamanca, y sobre todo con Tomás Luis de Victoria (1548-1611), el polifonista más famoso del Renacimiento español, dedicado por entero a la música vocal sacra. Sin embargo, fue sobre todo durante el siglo XIX cuando esta parte de España se hizo famosa. Entre otros, vio nacer a Marcial del Adalid (1826-1881), pianista a caballo entre Chopin y el folclore gallego, Juan Montes (1840-1899), uno de los compositores españoles más representativos de su tiempo, Tomás Bretón (1850-1923), violinista y compositor de óperas y zarzuelas, Rafael Calleja Gómez (1870-1938), prolífico compositor de zarzuelas, y Andrés Gaos (1874-1959), violinista también vinculado a Argentina. En el lado contemporáneo, no podemos dejar de mencionar al eminente Alberto Posadas (1967), conocido por su enfoque matemático de la composición. Casi todas ellas son interpretadas por conjuntos sinfónicos de la región, como la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA) de Oviedo, fundada en 1991 y muy centrada en obras sinfónicas españolas del siglo XIX , la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, que ha grabado para sellos tan importantes como Deutsche Grammophon y Naxos, la Real Filharmonía de Galicia, fundada en 1996 y con sede en Santiago de Compostela, y la Orquesta Sinfónica de Galicia, uno de los principales conjuntos del país.

Los bailes

Dada la riqueza del folclore de la región, no es sorprendente encontrar muchas expresiones coreográficas tradicionales. Una de las más conocidas es la muiñeira, danza tradicional de Galicia y Asturias interpretada al son de la gaïta. Muy galante y juguetona, en ella los bailarines forman un círculo y realizan saltos sincronizados con la percusión. Carlos Núñez y Susana Seivane interpretaron notables muiñeiras. En Asturias, la danza prima es una de las más importantes. Danza colectiva en la que los miembros unen sus manos o entrelazan sus meñiques, formando un círculo que gira o se mueve hacia delante y hacia atrás. Otros bailes asturianos son el saltón, el respingu, el pericote, el rebudixu, el corri-corri y el xiringüelu.

Son características de la tradición folclórica cántabra las danzas con armas, como las danzas de palillos,las danzas de espadas y las danzas de arcillos. Por supuesto, bailes que existen en otras regiones, comola jota, el fandango, la mazurca, la polca, la rumba y el pasodoble, también pueden verse en la región.