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La costa atlántica, un clima bastante suave

Desde Galicia hasta Asturias, pasando por Cantabria, la costa atlántica del norte de España está influenciada por la corriente del Golfo, que proporciona un clima bastante suave durante todo el año. Así, en invierno, las temperaturas oscilan en la costa en torno a los 10 °C, con algunas diferencias entre el litoral atlántico y el interior de las rías, algo más fresco. Los vientos del oeste, que soplan regularmente a lo largo de la costa, traen consigo lluvias bastante abundantes, que superan los 1.000 mm anuales en las ciudades costeras. Esto nos da la España verde que conocemos con sus exuberantes paisajes. El verano, aunque más fresco que en el resto del país, tiene hermosos días de sol, especialmente en el sur de Galicia, que goza de un microclima. Las temperaturas oscilan entre los 20 y los 25 °C durante el día, aunque a menudo las refresca la brisa marina. Las noches también son frescas, y conviene llevar un poco de lana cuando se sale por la noche.

En el interior, un clima duro

A diferencia de la costa atlántica, el interior tiene un clima continental, con diferencias según se encuentre en una zona montañosa o no. Al norte, la cordillera Cantábrica separa esta zona oceánica de la árida meseta española, mientras que al oeste, la Sierra de los Ancares actúa como barrera natural. Por ello, en las montañas los inviernos son más duros que en la costa, y a menudo cae nieve durante esta estación. En la Meseta, un altiplano árido que ocupa gran parte de Castilla y León, los inviernos siguen siendo fríos y húmedos, con una temperatura media en enero de 4°C. Durante la noche, las temperaturas suelen descender por debajo de cero, por lo que las heladas matinales son bastante frecuentes. Sin embargo, las precipitaciones son más bien escasas en la meseta y varían entre 400 y 550 milímetros al año, mientras que en las zonas montañosas caen no menos de 1 500 milímetros cada año, con un pico en primavera y otoño. Los veranos, en cambio, son calurosos y secos en el interior, con temperaturas que alcanzan los 35°C En las zonas montañosas, pueden producirse tormentas por la tarde y la noche. Hay que tener en cuenta que las noches siguen siendo frescas y que las temperaturas pueden variar mucho entre la mañana y la tarde. Por lo tanto, será necesario llevar ropa de abrigo.