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Música de jazz

Cada año, desde hace muchos, la capilla Méjan de Arles acoge un acontecimiento que pretende ser íntimo: Jazz en Arles. A pesar de todo, la calidad de este acontecimiento y la fama de los artistas que vienen a actuar allí, no pueden contener el aura del encuentro que irradia a nivel internacional. Durante diez días, un público muy ecléctico puede descubrir a los mejores músicos del momento, en un ambiente propicio a los intercambios directos entre los conferenciantes y su público. Los grandes volúmenes de esta antigua iglesia, hoy desacralizada, se prestan perfectamente a este tipo de música, ofreciendo un marco grandioso y una acústica impecable.

Los proyectos musicales se suceden en la Capilla Méjan, llevando tanto a neófitos como a aficionados ilustrados a un verdadero viaje al corazón del jazz.

Los carteles reflejan la vitalidad de la escena jazzística actual, que ha revelado numerosos talentos, como la pianista-compositora estadounidense Carla Bley, Jean-Marc Larché, la clarinetista Élodie Pasquier y muchos otros que han venido a actuar a Arles.

Un acontecimiento que reúne a aficionados y principiantes en torno a un encuentro de alto nivel.

Músicas del mundo en Arles

Cada verano de julio, desde 1996, la ciudad de Arles se pone a tono con los Suds. Durante toda una semana, este acontecimiento da vida a la ciudad antigua ofreciendo a un amplio público conciertos de músicas del mundo, así como clases magistrales de canto, danza, música y arte de vivir. Durante seis días y siete noches, de 9 de la mañana a 4 de la madrugada, los encuentros escénicos se suceden en el corazón de los monumentos históricos declarados Patrimonio Mundial de la Unesco, pero también en otros muchos lugares simbólicos, como el Parque de los Ateliers, la Plaza Voltaire o el Espacio Van Gogh. No hay normas establecidas para este festival, salvo el requisito de que la calidad artística de los actos propuestos sea alta. En este sentido, no hay problemas, ya que los ponentes son todos artistas y profesores de renombre. Hay que señalar que los cursos y masterclass (unos cuarenta a lo largo de la semana) están abiertos a todos, aficionados y profesionales, principiantes y experimentados. Lejos de ser elitista, el Festival des Suds es descaradamente popular.

Un gran acontecimiento que todos los amantes de la música esperan con impaciencia cada año.

Encuentros internacionales de fotografía

He aquí otro acontecimiento de alcance mundial que se celebra cada año, de principios de julio a finales de septiembre, en la antigua ciudad de Arlés, desde hace cincuenta años. Creados en 1970 por el célebre fotógrafo de Arles Lucien Clergue, el escritor Michel Tournier y el historiador Jean-Maurice Rouquette, los Rencontres internationales de la photographie d'Arles celebrarán en 2020 su quincuagésimo aniversario, en un contexto bastante especial.

Este gran festival de la imagen permite descubrir, en diversos lugares emblemáticos de la ciudad (a veces sólo visitables en esta ocasión), nuevas producciones de fotógrafos de todo el mundo. Las exposiciones, a menudo realizadas en colaboración con museos e instituciones francesas y extranjeras, ponen de relieve el trabajo de artistas de primera fila, pero también de fotógrafos y periodistas menos conocidos.

En total, decenas de miles de visitantes han podido apreciar estas obras, pero también asistir a conferencias o aprender sobre fotografía, a lo largo de estos cincuenta años.

Los Rencontres internationales de la photographie continúan durante todo el año en el museo Réattu, con varios centenares de obras ofrecidas o adquiridas a fotógrafos. Una colección que permite descubrir o redescubrir las imágenes de grandes nombres de la fotografía, como Doisneau, William Klein, Man Ray o Jean-Pierre Sudre, por citar sólo algunos.

La danza, en el ADN de los Alpilles

No es ningún secreto que en la Camarga y en los Alpilles nos gusta celebrar. Procedente del mundo rural, esta necesidad de celebrar el paso de las estaciones, pero también los grandes acontecimientos de la vida: bodas, nacimientos, comuniones... las muertes también, se traduce por un repertorio riquísimo de canciones y bailes tradicionales.

Antaño en peligro de desaparición, los bailes populares regionales parecen salvarse hoy en día, gracias a las numerosas escuelas, asociaciones y festivales que salpican la región a lo largo del año.

Es difícil describir con precisión estos bailes populares, porque por un lado hay una enorme variedad de ellos, ligados a circunstancias cotidianas, a la seducción, a profesiones... pero además todos estos bailes tienen variantes locales.

Lo mejor es descubrir los grupos tradicionales que actúan en cada ciudad y pueblo a lo largo del año. No se pierda, por ejemplo, el Fiesto Vierginenco, en Saintes-Maries-de-la-Mer, el último domingo de julio; un festival creado en 1903 por Frédéric Mistral para celebrar que las jóvenes se ponían por primera vez el traje tradicional. Durante todo el día, canciones, música y bailes se suceden sin interrupción.