Érase una vez... los orígenes del País Vasco se remontan probablemente a la prehistoria, como demuestran los objetos encontrados en las cuevas de Isturitz y Oxocelhaya y los antiquísimos enterramientos, dólmenes... repartidos por todo el territorio.
Desde las conquistas romanas (200 a.C.), en las que se construyeron campamentos fortificados en Bayona y Hasparren, y una calzada romana que unía Burdeos con Astorga, atravesando el País Vasco de norte a sur, hasta las invasiones bárbaras de los siglosV al VII, fue la alianza vasca (entre vascones y aquitanos) la que marcó la soberanía de un estado vasco. La ocupación romana se prolongó durante seis siglos y dejó numerosos restos en todo el País Vasco. Se encontraron villas, termas y carreteras.
Desde la creación del reino de Navarra hasta su ruptura y la sujeción de las provincias al reino de Inglaterra en el siglo XII, es la Guerra de los Cien Años la que hará que las provincias vascas pasen a depender del reino de Francia. El país será sometido a fuego y sangre por las sucesivas incursiones de los españoles, los visigodos, los francos y los musulmanes. Este fue uno de los períodos más oscuros para el País Vasco. Las poblaciones vascas se refugiaron en las montañas. Es sin duda en esta época donde nacen las grandes fiestas patronales y donde el cristianismo penetra poco a poco en el territorio.
Aunque eran cristianos, los vascos y los vascones resistieron el avance musulmán junto a los aquitanos. Todos los pueblos cercanos a los Pirineos recibieron la ayuda de Carlomagno para controlar y rechazar al invasor.
Este fue otro período tormentoso, ya que no fue bien recibido por la población vasca, apegada al cristianismo y a sus sacerdotes, muchos de los cuales se habían vuelto refractarios. Fue durante la Revolución cuando nació el departamento de los Bajos Pirineos, nuestros actuales Pirineos Atlánticos, reuniendo a vascos y bearneses.
Las tropas napoleónicas encontraron poca resistencia en las provincias vascas. Sin embargo, hubo guerrilleros que resistieron con numerosas batallas durante la campaña de Wellington, las batallas de Nivelle y Bayona.
Las tropas alemanas entraron en Bayona en junio de 1940. El País Vasco estaba dividido por la línea de demarcación entre la zona ocupada (Labourd y Baja Navarra occidental) y la zona libre (Baja Navarra oriental y Soule). El propio Hitler fue a Hendaya para reunirse con Franco el 23 de octubre de 1940. Los vascos se distinguieron como mensajeros de la red de resistencia Comet. En 1944, la aviación estadounidense bombardeó Biarritz y Anglet, apuntando al aeropuerto de Parma y a la estación de tren. El 24 de agosto de 1944, las últimas tropas alemanas evacuaron Bayona y se retiraron a Burdeos.
En 1895 surgió el movimiento nacionalista vasco que reivindicaba la autonomía de las provincias vascas y españolas. Se formaron dos movimientos independentistas en el norte y el sur, rápidamente influenciados por las ideas revolucionarias marxistas. Los movimientos se radicalizan y llaman a la violencia y al terrorismo. En 2011, ETA anuncia el cese definitivo de sus actividades militares. El balance de estos años de terrorismo es de casi 850 muertos. Este nuevo contexto de paz permite a los partidos nacionalistas españoles recuperar el control de las instituciones.
En tiempos más tranquilos, el País Vasco forma parte de una de las 13 regiones francesas, Nouvelle-Aquitaine, que desde 2016 reúne a Aquitania, Lemosín y Poitou-Charentes. Es la mayor de las comunidades del territorio nacional, con un PIB que la sitúa enla 3ª posición entre las regiones francesas más ricas. El País Vasco es sin duda una de las zonas más atractivas de Francia, gracias a su patrimonio, cultura, gastronomía y variada geografía. Desde 2017, el País Vasco cuenta con una estructura administrativa territorial oficial con la creación de un verdadero marco constitucional: la Comunidad de Aglomeración del País Vasco. Durante mucho tiempo reducida a una postal marítima, ¡es un verdadero dinamismo económico y turístico que da la vuelta a estos tópicos! El arte de vivir aquí se compara a menudo con el de la costa californiana, al menos por el litoral, con sus largas playas y pueblos coloridos y su espíritu surfista. Es todo un arte de vivir que destaca durante todo el año y especialmente en los meses de verano y que atrae a tantos veraneantes.
