Los mejores alojamientos Marruecos

Un pequeño remanso de paz, situado en una zona tranquila de Ouarzazate. Dirigida por Karim y su familia, la casa de huéspedes ofrece 6 habitaciones coloridas, sencillas y bien cuidadas, con baño privado. Varias áreas para relajarse, incluyendo una hermosa terraza florida en el segundo piso, que ofrece una hermosa vista del Alto Atlas. Un favorito para el jardín, muy lujoso, que ofrece un soplo de aire fresco, cerca de la piscina. El restaurante panorámico sirve una sabrosa cocina marroquí. Calurosa bienvenida y anfitriones disponibles.

En el corazón del pueblo fortificado de Ait Ben Haddou, una vez abierta la magnífica e imponente puerta, se entra en el universo de Dar El Haja: piedra vista, colores y brillos al estilo bereber. En varias plantas, los salones de la casa están enclavados en la piedra, las terrazas ofrecen una vista increíble del valle, el wadi y el Ksar. Las nueve habitaciones, todas ellas confortables, están equipadas con un baño con ducha. ¿Y lo mejor? ¡El comedor de la cueva!

Este riad, llevado por Evelyne y Gérald, se distingue de los demás por su estilo refinado. Todo de blanco, el establecimiento tiene unas bonitas habitaciones con cómodas camas. Algunas de ellas disponen de sala de estar y de un balcón o una terraza. Excelente trato del personal. Un buen establecimiento con precios reducidos.

En la carretera de Merzouga o Fez, este complejo turístico es un buen lugar para parar a comer. Cerca de una estación de servicio, el restaurante, repartido en varias salas y terrazas, ofrece una carta variada. Los más curiosos pueden probar el tajine de camello, contundente y sabroso. Además de los tajines, se pueden degustar platos clásicos, un plato de espaguetis y tacos. También hay diez chalés totalmente equipados y bien mantenidos. Una bonita piscina invita a refrescarse en verano. Excursiones organizadas.

Fátima, francesa de origen marroquí e instalada desde hace muchos años en Mequinez, le reserva una acogida de lo más agradable. El riad muestra una decoración auténtica y original, ¡con el color como protagonista! El patio de la entrada es un espacio agradable; en la primera planta, las habitaciones son espaciosas y bastante distintas las unas de las otras, especialmente a nivel de distribución. Las familias pueden elegir la gran suite con camas supletorias, y las parejas preferirán la habitación situada en la terraza, con tonos azules de Chauen y con vistas a los minaretes. El personal es muy atento. ¡Un lugar a descubrir!

Mehdi y Aziza han restaurado, con especial cuidado, una magnífica casa rural en una gran superficie, a 1.600 metros de altitud en plena montaña. Las habitaciones son elegantes y cómodas, en un lugar verdaderamente tranquilo. El estilo tradicional marroquí está presente en la decoración (alfombras bereberes y artesanía fasí). Los propietarios, ingenieros ecologistas, han hecho que todo funcione con energía solar. Además, podrá degustar la excelente cocina que prepara Aziza con los ingredientes de la granja. Un lugar excelente.

Los hoteles Xaluca forman parte de una cadena gestionada por un equipo marroquí-español y están especializados en la acogida de grupos turísticos. Este complejo se beneficia de una magnífica ubicación en las alturas del valle del Dades. Ofrece 106 confortables habitaciones, sutilmente decoradas con objetos del África negra. Confort innegable. Piscina con hidromasaje, terraza solarium de piedras naturales, Spa, sala de fitness, pistas de tenis y petanca, varios restaurantes, excursiones. Bienvenida sonriente y profesional.

Este hotel familiar goza de una ubicación privilegiada en Nador, cerca de los principales taxis y de las estaciones de tren y autobuses. El hotel dispone de un total de 80 habitaciones y mini-suites, repartidas en dos edificios adyacentes. Son amplias y limpias, con todas las comodidades necesarias para una estancia agradable. El restaurante de la planta superior sirve abundante cocina marroquí e internacional, acompañada de una copa de vino o cerveza. El atento personal hará todo lo posible por satisfacer sus expectativas.

Un lugar tranquilo y agradable para relajarse en plena montaña, entre Ifrane y Azrou. La casa rural, que debe su nombre a un sanatorio abandonado a la entrada del pueblo, ofrece un entorno rústico y auténtico, construido enteramente en piedra y madera. Las 5 habitaciones, incluidas dos magníficas suites, son una armoniosa mezcla de lo tradicional y lo moderno. Aquí se sentirá como en casa, en un pequeño y acogedor capullo. Las noches de invierno son cálidas y acogedoras junto al fuego, mientras que en verano la bonita piscina invita a refrescarse. Personal amable. Deliciosa cocina casera.