Le Guerno, cuyo nombre significa pantano en celta, es un lugar de auténtica serenidad. Catalogado como "pueblo del patrimonio rural" desde 1994, cuenta con numerosas casas bretonas restauradas. También es un importante lugar de peregrinación. La joya de la corona del pueblo es sin duda la notable iglesia templaria, reconstruida en el siglo XVI. Si toma la bifurcación a la derecha del ayuntamiento, encontrará la fuente Sainte-Anne con su lavadero y, 200 m más adelante, la fuente Sainte-Marie, ambas del siglo XVIII. La fuente Sainte-Anne es una de las más bellas de Bretaña, con sus columnas de granito y su frágil apariencia falsa. La tradición le atribuye la capacidad de curar las infecciones cutáneas. Le Guerno ha conservado el encanto que lo convierte en uno de los pueblos más bonitos de Morbihan. En 2020, se le concedió la prestigiosa etiqueta "Village fleuri trois fleurs". El encanto de este pueblecito le conquistará, con sus edificios de piedra, sus tejados grises, sus contraventanas y ventanas de colores y sus amables habitantes (¡no en vano el municipio fue galardonado con el "Prix de l'Accueil" en 2009!). En verano, no deje de visitar la iglesia, ya que se organizan visitas guiadas de julio a agosto. Podrá admirar las pinturas muralesdel siglo XIV y las majestuosas vidrieras del siglo XVI de esta iglesia catalogada. Para los amantes de los animales, el parque de animales de Branféré es una visita obligada

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