L'ATELIER DU CHIEN NOIR
Situado en un rincón del centro histórico, el taller del Perro Negro es un taller que sale del lote. En un edificio del siglo XIX, Danielle te recibe bajo los techos molinados, en la luz difusa de las callejuelas históricas y el sonido del parqué de roble. Las paredes están recubiertas de obras de los diferentes alumnos, artistas destinados a inspirarlos o cuadros que ella misma ha realizado. En una fogata de utensilios, fotos argentinas u otras extrañas, se inspira nada más que el olor de pintura fresca que flota en el aire. Este lugar en open no es sin lugar a dudas el taller de pintores románticos. Lo que hace la diferencia de este taller con respecto a los cursos tradicionales impartidos en otros establecimientos es la voluntad de acompañar la elevación a su realización artística. Danielle hace honor a limitar sus cursos a 8 alumnos para realizar un seguimiento individualizado y adaptado al perfil de cada uno. También permite promover el intercambio entre alumnos de todas las edades y cualquier nivel para fomentar el aprendizaje y encontrar su práctica de predilección. Así, en el taller del Perro Negro, no hay ninguna fórmula preparada, podrás probar todo para encontrar tu pata, la herramienta y el apoyo que mejor te convencen, a la frecuencia que te corresponde. Un lugar atípico para hacer que el artista caiga en ti.