MUSÉE DE HUMAC
Es el museo arqueológico más antiguo y alberga una pequeña e interesante colección de objetos descubiertos en Herzegovina occidental.
Este museo arqueológico (Muzej Humac) pertenece al monasterio franciscano de Ljubuški-Humac, fundado en 1869 y dedicado a San Antonio de Padua. Fundado en 1884, es el museo más antiguo de Bosnia y Herzegovina, inaugurado cuatro años antes que el Museo Nacional de Sarajevo. Alberga una pequeña e interesante colección de objetos encontrados en el oeste de Herzegovina que abarca dieciséis milenios, desde el Paleolítico Superior hasta la Baja Edad Media. En tres salas subterráneas se exponen joyas y armas procedentes de enterramientos ilirios, así como estelas, monedas y estatuillas romanas procedentes del cercano yacimiento de Gračine. La sala dedicada a la Edad Media alberga armas e inscripciones de la fortaleza de Ljubuški, pero sobre todo la "placa de Humac" (véase más abajo). El conjunto está bien presentado, aunque hay que lamentar la ausencia de textos en inglés. Además, el monasterio cuenta con una galería de arte sobre el tema de la "madre". Contiene 250 obras de diverso valor. Sin embargo, cabe destacar la presencia de obras de los tres mayores escultores croatas del siglo XX, las de Ivan Meštrović (1883-1962), Frano Kršinić (1897-1982) y una conmovedora madre peinando a su hija de Antun Augustinčić (1900-1979).
Placa de Humac (Humačka Ploča). Es la pieza central del museo. Fechada en los siglos X, XI o XII, esta lápida grabada, de 68 cm de largo, 60 cm de ancho, 15 cm de grosor y 124 kg, es uno de los vestigios escritos más antiguos de las lenguas eslavas de Yugoslavia. Lleva una inscripción escrita en el alfabeto Bosančica, una versión local del alfabeto Glagolítico desarrollado por los evangelistas eslavos Cirilo y Metodio a finales del siglo IX. Compuesto por ochenta letras y veinticinco palabras, el texto está trazado "en espiral" para que pueda leerse mientras se camina. Es una dedicatoria hecha por un tal Krsmir y su esposa Pavica para una iglesia del Arcángel Miguel. La "placa" fue identificada en 1876 en el recinto del monasterio por el diplomático y epigrafista francés Jean-Baptiste Évariste Charles Pricot de Sainte-Marie (1843-1899), entonces vicecónsul en Ragusa (Dubrovnik). Hasta hoy sigue siendo un enigma: ni el hombre llamado Krsmir, ni su esposa, ni la iglesia en cuestión han sido identificados. También es objeto de debate entre los lingüistas balcánicos para determinar a qué lengua moderna se acerca más el texto. No es sorprendente que los franciscanos lo presenten aquí como una forma de croata.